El programa Women in STEM Entrepreneurship (WISE), impulsado por BID Lab y el Centro de Entrepreneurship del IAE, tiene la meta de favorecer el ecosistema emprendedor con la integración de más mujeres latinoamericanas en áreas STEM.
Muy perseverantes y pasionales, pero con menos confianza en sus propias capacidades y con más prudencia al asumir riesgos. Así se describen las emprendedoras STEM, según el estudio “Protagonistas del futuro”, realizado en julio de 2021 por el equipo del programa WISE.
Las 1107 encuestadas admitieron enfrentarse a prejuicios (“todavía no nos valoran tanto”) y tener que esforzarse mucho para conciliar trabajo-familia. Pero ellas siguen adelante y superan obstáculos en campos típicamente masculinos: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Cuentan con un aliado clave, eso sí: el programa WISE Latin America (Women in STEM Entrepreneurship), que ya cuenta con más de 2200 graduados de las capacitaciones virtuales y presenciales. “WISE nació en 2018 como una iniciativa del BID Lab, desarrollada por el Centro de Entrepreneurship del IAE, en alianza con universidades en Colombia, Ecuador y Perú”, cuenta la profesora Silvia Torres Carbonell, fundadora y directora general del programa y del Centro de Entrepreneurship del IAE.
El propósito es impulsar la creación de emprendimientos de alto impacto de base STEM, dirigidos por mujeres latinoamericanas. Está diseñado especialmente para estudiantes o graduadas de carreras STEM con intenciones de emprender, o que ya tengan un proyecto en mente y quieran ampliar sus conocimientos de negocios. WISE las acompaña con capacitaciones, mentoreo, experiencias, concursos y el apoyo de una red de mujeres emprendedoras.
“La urgente necesidad de erradicar la pobreza en la Argentina y Latinoamérica, recuperar la dignidad de la persona a través del trabajo, crecer social y económicamente, nos interpela como sociedad y es una responsabilidad tanto pública como privada. Estoy convencida de que la única forma de hacerlo a un ritmo razonable es a través del fortalecimiento de la iniciativa empresarial y la innovación”, explica Torres Carbonell.
En este marco, y con la mirada puesta en las profundas transformaciones globales que ya se estaban produciendo como consecuencia de los cambios tecnológicos disruptivos de los últimos años, que se agigantaron y aceleraron por la pandemia, “es clave poner el foco en el pensamiento y el accionar STEM asociado al fenómeno emprendedor y al rol clave de la mujer en este proceso”, amplía.
Si ellas ganan, ganamos todos
Torres Carbonell resalta que un estudio del BID de 2020 mostró una correlación positiva entre las economías que brindan un entorno más favorable para las emprendedoras y la competitividad nacional. Invertir en mujeres y en empresas lideradas por ellas contribuye al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza. Para lograrlo, la educación es fundamental.
Por eso, WISE surgió con el objetivo de facilitar la construcción del ecosistema para el emprendimiento y la innovación de las mujeres STEM, desde las universidades.
“Buscamos contribuir a que sus emprendimientos sean innovadores y disruptivos, que logren acceder al financiamiento, aumentar su productividad, crecer y crear puestos de trabajo en los sectores de las nuevas economías”, resume la profesora del IAE.
Sugar Coach es una app creada por una participante de WISE para el seguimiento de la diabetes. Es tan solo un ejemplo del enorme impacto que el programa puede tener en la sociedad y en el ecosistema emprendedor.
En cuanto al beneficio para las propias mujeres participantes, “se les abre un mundo nuevo”, enfatiza Torres Carbonell. “Son mujeres que estaban en el laboratorio, en la cátedra, o que trabajaban en empresas pero no estaban involucradas en el ecosistema emprendedor, y esto les cambió la vida. Se dan cuenta de que la empresa no es su enemigo, sino todo lo contrario”.
Barreras internas y externas
El diagnóstico inicial realizado por el equipo de WISE del estado de las mujeres en STEM en América Latina descubrió varios obstáculos que ellas enfrentan: redes de contactos limitadas, poco acceso al financiamiento, mayor aversión al riesgo, alcance internacional limitado y baja exposición, entre otros.
“Aparte de fomentar la creación de redes, en WISE apuntamos a que las participantes incorporen las habilidades y capacidades para manejar y gestionar una empresa”, remarca Torres Carbonell.
Otros componentes del programa son las alianzas con universidades, empresas y organizaciones civiles, y las experiencias de inmersión internacional, para ampliar los horizontes de las emprendedoras.
“Las principales barreras muchas veces son internas. Se sienten menos ambiciosas o que no pueden”, asegura la profesora. Aparte, el acceso a capital de riesgo es por ahora mayoritario para emprendimientos dirigidos por varones.
Otro obstáculo es conciliar la vida laboral y familiar. “Una de las cosas interesantes es que, a través de desarrollar emprendimientos, se dan cuenta de que esa conciliación es más fácil que si trabajaran en una corporación”, destaca Torres Carbonell.Todas persiguen el sueño de autorrealizarse; ser creadoras de sus propias empresas les da libertad y plenitud.
El papel fundamental de la mujer
“En una sociedad en la que la innovación es fundamental, los profesionales con capacidades STEM serán quienes la lideren dinamizando de forma continua nuestra economía. ¿Y cuál es el papel de la mujer en este fenómeno?”, se pregunta la profesora.
Y cita el Informe del Foro Económico Mundial, “The Global Gender Gap 2017”: “El talento es uno de los factores más esenciales para el crecimiento y la competitividad. Para construir economías futuras que sean dinámicas e inclusivas, debemos asegurarnos de que todos tengan las mismas oportunidades. Cuando las mujeres y niñas no están integradas, como beneficiarias y como formadoras, la comunidad mundial pierde habilidades, ideas y perspectivas que son fundamentales para abordar los desafíos mundiales y aprovechar las nuevas oportunidades”. A medida que el mundo pasa del capitalismo a la era del talentismo, la competitividad a nivel nacional y empresarial se decidirá más que nunca por la capacidad innovadora de un país o una empresa. En este nuevo contexto, la integración de las mujeres en el grupo de talentos se convierte en una necesidad, agrega.
“Por eso, creemos que esa vocación emprendedora casi dormida en mujeres en carreras STEM, con un programa como WISE se despierta y se potencia, y puede contribuir a un mejor futuro”, concluye la especialista.