El profesor Alejandro Carrera publicó su nuevo libro en el cual defiende una conducción humanista del CEO en este mundo más complejo
El profesor titular del Área Académica de Política de Empresa y director de la Cátedra de Gobierno de las Organizaciones del IAE Business School, Alejandro Carrera, acaba de publicar su nuevo libro General Management in Latin and Ibero-American Organization, junto con los profesores Adrián Caldart y Joan Enric Ricart del IESE –Universidad de Navarra–, en el cual los autores defienden un enfoque humanista de la dirección de empresas porque, aseguran, no solo es ético, sino que es el que mejor puede garantizar la prosperidad a largo plazo en cualquier región del mundo.
El libro está basado en una nueva concepción de cómo el gerente general debe liderar una empresa, enfocado más en la parte humana, que en los números fríos. “El enfoque va en línea con el rol del número uno en las organización, desde una perspectiva antropológica, que es la única forma de poder gestionar en un mundo que cada vez es más complejo. Las empresas están sujetas a un crossroads de un montón de intereses, y el que es responsable de gestionar esos intereses es el gerente general. Si lo hace con una mirada muy técnica, va a fracasar”, señala Alejandro Carrera.
El profesor dice que en la década del 70, “todo era más fácil”: el objetivo de las empresas era únicamente ganar más dinero. “Desde entonces, el mundo se hizo más complejo, novedoso, instantáneo e innovador. Si bien la riqueza está cada vez más concentrada en pocos actores, hay mucha gente que manda y se hace sentir, como las fuerzas ambientales, las ONG, los jóvenes. La principal tarea del número uno es político: es gestionar la voluntad de un montón de gente tras un propósito común, que es atender cierta realidad o necesidades. Las empresas se constituyen para eso”, analiza.
Al respecto comentó que hace un mes, la asociación que reúne a 200 de las principales empresas de Estados Unidos, Business Roundtable, sacó una nota en la cual renuncian explícitamente a que el propósito primario de ellas sea simplemente trabajar para sus accionistas, maximizando el beneficio.
“Es una declaración importantísima. Las empresas tienen una finalidad que no es únicamente la creación de riqueza. Es un cambio de concepto. La empresa ahora está centrada en las personas, en los empleados, los clientes, los proveedores, los vecinos. Y estos actores están personificados. El compromiso de la empresa tiene que ver con satisfacer los intereses de todos los grupos de interés. El beneficio es un resultado, pero no es propósito”, enfatiza.
Desde su visión humanista de la empresa, los editores del libro animan a los directores generales a liderar con el ejemplo, comprometerse con el desarrollo personal de todos los miembros de la organización y alcanzar el éxito haciendo lo correcto.
Carrera escribió tres capítulos del libro, que está escrito en inglés: The Rising Role of People in Companies; Stakeholder Salience in Latin America. Who Really Counts?, y The Agenda of the CEO. El autor además cuenta la historia de El Tejar, la empresa argentina que fue una de las mayores productoras de granos del mundo.
Asimismo hay colaboraciones de otros dos profesores del IAE, Roberto Vassolo y Angel Sevil, y de docentes de escuelas de dirección de empresas de España, Portugal y de otros países de América Latina.
Los 15 capítulos del libro se agrupan en cuatro grandes áreas:
1. Fundamentos antropológicos del management humanista. Los tres primeros capítulos marcan el tono con una explicación de las prioridades que tienen los buenos directores generales, seguida de un repaso de la evolución del campo académico de la política de empresa y sus implicaciones para la formación de directivos, además del auge de las organizaciones centradas en las personas. Según los editores, el director general no solo es alguien que "contribuye a la gestión eficiente e innovadora de recursos sociales escasos", también se le supone "un líder responsable de la creación de organizaciones comprometidas con el desarrollo personal de todos sus miembros y con una conducta empresarial ética".
2. Dirección estratégica y prácticas organizacionales. Los siguientes seis capítulos se centran en las prácticas empresariales en América Latina, España y Portugal en temas de estrategia y diseño de las organizaciones, aunque muchas de las lecciones expuestas son extrapolables a otras regiones. Se tratan temas como la renovación del modelo de negocio, la estrategia competitiva y el emprendimiento digital en mercados emergentes, la sostenibilidad y el "lavado verde", los unicornios latinoamericanos, el aprendizaje espontáneo en las empresas o las alianzas estratégicas.
3. Gobierno corporativo. Para Carrera, Caldart y Ricart es importante tener en cuenta que no aíslan "el gobierno corporativo de la gestión del día a día" y hacen hincapié "en la necesidad de armonizar estrategia, organización y gobierno". Los cinco capítulos de este bloque abordan el diseño óptimo del consejo de administración, la gestión de riesgos, la influencia de la propiedad en el director general, la gestión de grupos de interés en América Latina y el gobierno de las empresas familiares.
4. Una visión integradora de la agenda del director general. El último capítulo parte de las percepciones y definiciones del director general para después analizar cómo conciben y ejecutan sus agendas los directores generales latinoamericanos. Uno de los hallazgos más interesantes es que coinciden en cuáles son las tareas que les corresponden, pero no tanto en las que acaban desempeñando, ya que dependen de las particularidades de cada empresa y sector.