En 1857 Don Ignacio Uranga compró junto a su mujer Nicolasa Montaner cinco mil hectáreas de campo unos 40 kilómetros al sur de Rosario. Se dedicaron a la cría de ovejas y luego reemplazaron a los ovinos con ganado vacuno. Finalmente, en 1912 comenzaron con los cultivos agrícolas y avanzaron en otras zonas del país.
Así, la familia Uranga creó, 160 años atrás, lo que muchos años después se transformaría en la empresa más avanzada en producción, clasificación de granos y alimentos de La Pampa: Agro Uranga S.A. Hoy, el legado de Don Uranga sigue vivo: la mega empresa familiar es presidida por uno de sus tataranietos, el ingeniero graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) Ignacio Francisco Uranga. El ingeniero, que se especializó en Agronegocios mediante un programa de Alta Dirección de la escuela de negocios de la Universidad Austral con sede en Rosario, continuó con la tradición familiar y dedica su vida profesional a la compañía, donde trabaja junto a uno de sus hijos, Pablo, que se desempeña como gerente de producción agrícola.
“Agro Uranga es una empresa de 160 años de vida que produce, comercializa y exporta especialidades a 54 países del mundo”, cuenta Uranga. El 40 % de los ingresos de su producción agrícola provienen de su división de productos especiales, entre otros, maíz pisingallo, garbanzos, arveja y lenteja. El 60% restante corresponde a commodities.
Desde hace 23 años, la empresa pertenece en un 65% a la familia Uranga y en un 35% a Cresud, una compañía líder en la explotación de campos en el país y que cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. “En 1995 Cresud invirtió en la empresa el 35% del capital, generando sinergia y oportunidad de negocios conjuntos”, continúa.
Uno de los grandes hitos de la empresa fue, en agosto de 2013, vender el primer contenedor de Popcorn de origen argentino a China, algo que nunca había ocurrido en el país. Así fue como ese año terminaron siendo el mayor exportador de maíz pisingallo con destino a Estados Unidos, superando las 13.000 toneladas embarcadas desde marzo a julio de ese período.
Lo que la empresa busca de manera continua con el equipo de comercio exterior es sumar nuevos productos para exportar. Pero ahora, la novedad es otra: la nueva apuesta es la creación de una segunda empresa para dividir el trabajo de la compañía.
“Al presente la empresa está escindiendo el negocio de las especialidades, creando Uranga Trading S.A.; a través de la misma se canalizan los procesos de compra, acondicionamiento y exportación de maíz pisingallo, garbanzo, arvejas y porotos de distintas variedades”, explica el alumni. Uranga cuenta que esta nueva Sociedad Anónima cuenta con un equipo de colaboradores especializados en el negocio, y que se muestran comprometidos con el mismo. Para ello, poseen una planta “moderna” de almacenamiento y de proceso de la mercadería donde se consolidan los contenedores de los diferentes productos que luego viajan hasta el puerto.
“En Agro Uranga queda la producción agrícola en campos propios y arrendados”, añade. Ante la consulta al alumni de cómo ve el futuro de la empresa, responde pensando en la nueva creación de Agro Uranga: “En el futuro veo a la empresa de trading globalizando sus operaciones de originación y venta, creciendo localmente y en países vecinos”.