Sergio Toloza, de 51 años, es un prestigioso médico reumatólogo. Después de vivir más de 10 años en Canadá y Estados Unidos, donde ganó becas y premios internacionales, volvió a Catamarca, de donde es oriundo, para practicar la medicina, seguir estudiando y mejorar el sistema de salud local. Inquieto y muy curioso por siempre aprender más, el doctor fue de los primeros graduados del programa de Innovación del IAE, en 2016.
Sergio estudió medicina en la Universidad de Córdoba e hizo la medicina interna en el Hospital Nacional de Clínicas. Fue también en esta misma provincia donde comenzó a especializarse en la reumatología, que es el estudio de enfermedades autoinmunes, es decir, cuando las defensas atacan al propio organismo.
Ya estaba casado con Roxana y había nacido su primera hija, Lara Candela, cuando decidió continuar su especialización en reumatología en el exterior. Ganó una beca para ir a The University of British Columbia en Vancouver, y tuvo formaciones postdoctorales de investigación científica y de actividades clínicas en la Universidad de Alabama y en la Universidad de Toronto, donde hizo su fellowship en lupus. También tiene especialidades en psoriasis y en artritis psoriásica.
“La psoriasis es una enfermedad inflamatoria autoinmune que afecta la piel, en distintos grados de severidad y se caracteriza por la presencia de escamas con inflamación de la piel en distintas áreas. Por su parte, la artritis psoriásica es una artritis que se asocia a la psoriasis en hasta un 30% de los enfermos”, había explicado en una entrevista que le hicieron en CathtamarcActual . luego de ganar en 2011 el prestigioso premio internacional PANLAR-Abbott en Reumatología.
En 2009, su hija mayor se enfermó de un cuadro lupus, la misma enfermedad que tenía su madre, y la familia volvió a Catamarca. En el exterior había nacido su segunda hija, Emma Sofía.
“Volver a Catamarca siempre es muy lindo, es el lugar donde nací. Pero al sistema de salud lo encontré fragmentado. En Canadá, el sistema de salud es único, integrado y gratuito y se mantiene con los impuestos que pagan los ciudadanos, que son elevados pero están destinados a la salud y educación. Es un sistema de acceso universal. Encontrarme con esta situación fue lo que me motivó a enfocarme en el estudio del management médico”, cuenta
Al poco tiempo cursó el Programa de Políticas y Gestión de Gobierno, que organizó la Universidad Provincial de Administración Pública (UPAP) de Salta junto con el IAE. “Me despertaron esa chispa de integrar conocimiento sólidos de management a la medicina. Hay un déficit muy importante en todo lo que es estructural y de cómo llega la salud a las poblaciones vulnerables”, señala.
Su conocimiento aplicado al sistema de salud local
Uno de los cambios que implementó Sergio en su vuelta a la Argentina fue hacerle entender a la población la necesidad de participar en estudios clínicos y genéticos. “Muchos de mis pacientes entendieron la importancia de brindar información clínica y donar sangre para estudios genéticos. A partir de las interacciones entre los pacientes y el equipo de trabajo hemos podido obtener información muy valiosa que fue publicada. Por ejemplo, en los pacientes con psoriasis fue valioso entender la importancia no solo de las variables genéticas, sino los factores socioeconómicos, de raza y de comportamiento como determinantes de desenlaces de salud, sobre todo en poblaciones que tienen desventajas sociales”, explica.
De esta manera, sus pacientes se hacen exámenes médicos estandarizados y completan cuestionarios para aportar información. Además, Sergio cuenta que ya es un hecho que, a través de la ingeniera genética, se van a poder hacer intervenciones de genes que están con fallas para cambiar el pronóstico de enfermedades que podrían ser mortales.
Pero como si fuera poco, en 2010, Sergio ganó una beca para estudiar la psoriasis en poblaciones nativas. “Hicimos los estudios en el Alto Perú y en Catamarca. Ahora no lo podemos continuar por falta de fondo, es muy costoso. Hay una desarticulación entre organismos gubernamentales y medicina para estudiar poblaciones. Ese es otro de mis anhelos: poder lograr registros poblaciones y enfocarlos en la necesidad de los pacientes”, dice.
Pero lo cierto es que Sergio tiene muchos anhelos. Cuenta que vive constantemente en “mutaciones de conocimientos y de ganas”. “Muté de la medicina clínica a la reumatología, después a la epidemiología y ahora al management médico. Entre mis últimas mutaciones practico artes marciales, yudo karate y trato de convertirme en un maestro de la resilencia”, cuenta.
“Mi hija mayor tiene un cuadro lupus y a la más pequeña le agarró diabetes juvenil. Por eso quiero poder integrar todo el conocimiento previo que tengo de la medicina en el deporte, para convertirme en un ejemplo para mis hijas, sobre todo para la más pequeña, donde la diabetes puede ser fatal sino se lleva una vida sana”, dice.
Cuando a su hija mayor le agarró lupus, Sergio ya era prácticamente especialista en la materia. “Mi mamá tenía una cuadro muy similar y falleció joven. Es genético”, explica, y dice que hay dos conceptos que lo ayudan siempre: la resilencia y la perseverancia. “Son dos aspectos que pueden ayudar a las personas individual y colectivamente”, agrega.
Finalmente dice que el programa del IAE “despertó mi curiosidad y mi espíritu innovador”. “Me pareció un programa muy interesante, donde se pueden combinar el arte, la creatividad y la innovación. Tuve excelentes docentes que despertaron en mí esa necesidad de aprender management o el manejo de organizaciones, sobre todo en el ámbito de la salud”, concluye.