Para cerrar el Summit 2020 del IAE, se convocó a dos generaciones para analizar el futuro: Graciela Fernández Meijide, política y especialista en derechos humanos, y Mateo Salvatto, director y fundador de Asteroid, que estuvieron moderados por Guillermo D´Andrea, director académico de Alumni.
Mateo tiene 21 años, trabaja como director de Asteroid y co-fundó en 2008 una aplicación inclusiva llamada ¡Háblalo!, que ayuda a personas sordas y que fue descargada por 120.000 personas en todo el mundo de forma gratuita.
“Me duele ver una generación que no sabe en qué creer. Para mí la frase de que la Argentina es inviable está mal, la hacen inviable. Hay grupos particulares de individuos que toman decisiones, que a veces rozan lo nefasto. Desde mi punto de vista, como son decisiones deliberadas de distintos grupos de individuos, creo que es modificable”, dijo Mateo.
Graciela contó que hace poco tiempo empezó a usar la palabra “patria”. “La empecé a usar de nuevo porque tiene que ver con un todo, parte de eso está en la capacidad creativa, la capacidad de ir y buscar y apoyarse en las herramientas nuevas para resolver temas inmediatos de necesidades. Al mismo tiempo, hay una parte de ese todo que es la política, la obligación de resolver qué clase de instituciones tiene esta democracia”, indicó.
“¿Por qué uno necesita decir democracia republicana? Se quiere marcar que debe haber división de poderes, que cada poder sea independiente y que coopere con el otro, sobre todo el Poder Judicial, que debe estar para vigilar que los otros poderes funcionen bien y para castigar eventualmente si funcionaran mal, si hubiera corrupción, por ejemplo”, agregó.
Luego contó que también fue emprendedora cuando entró en la política, “ya de grande”. “No me fue mal, nos acompañó bien la gente. Entré en política para combatir la corrupción del Menemismo. Me deprimí cuando fracasó la Alianza, después me reinventé escribiendo libros. Ahora acompaño todo lo que puedo a la gente que cree que la Argentina es viable, como vos, Mateo”, le dijo.
El emprendedor, por su parte, indicó que todas las revoluciones industriales se caracterizaron por la tecnología que creció a pasos agigantados. “Se ve esto desde 1770, cómo disminuyó la pobreza y el hambre en el mundo, en parte gracias al avance de la tecnología. Pero hoy tenemos algo que no tiene precedentes, aunque todas las generaciones digan esto, y es que, si bien el mundo cambió mucho entre 1770 y 2000, cambió lo mismo entre 2000 y 2020, y va a cambiar muchísimo más de acá a 2050”, comentó.
“Para mí faltan oportunidades, y la tecnología y la ciencia tienen la oportunidad de democratizar el acceso al conocimiento e independizar a los individuos de los titiriteros que a veces nos intentan controlar. Este es el mayor potencial de la tecnología, impacta el triple de rápido y genera un cambio sociocultural que se puede hacer más rápido, más eficiente y más económico. Sueño con una Argentina potencia en ciencia y tecnología”, concluyó.