“Un negocio que no hace más que dinero es un negocio pobre”, expresó Julián Weich en una inspiradora charla sobre el nuevo modelo de empresario. Luego, un panel liderado por Silvia Torres Carbonell ahondó en la necesidad de empresas más humanas
“Uno no es si el otro no es”, señaló el conductor Julián Weich en una charla “sándwich” entre los paneles del IAE Summit. “Me pregunto cómo ayudar a los demás a través de mi trabajo. Un negocio que no hace más que dinero, es un negocio pobre”, afirmó.
Contó la experiencia de crear “Conciencia”, la primera marca social del país que reparte el 50% de sus dividendos entre cuatro ONG: Techo, Fundación Huésped, Asociación Cooperadora del Hospital de Niños y Fundación Ruta 40.
“Mucha gente nos dice que no tiene tiempo o plata para ayudar. Elegí el agua ´Conciencia´ en el supermercado que es la que ayuda. También tenemos puré de tomate, arroz, pastas y seguimos creciendo. Todos, desde donde podamos, tenemos que tomar conciencia”, expresó.
Señaló que debemos cuestionarnos con más frecuencia para qué nos pasan las cosas y no tanto por qué. “Para qué tengo una empresa, para qué vengo acá, para qué hacemos las cosas. Presten atención a la respuesta: van a encontrar un motivo para vivir ‒aseguró‒. Es mi manera de hacer las cosas con más ganas y el resultado es mucho mejor. Cuando mi actividad le cambia la vida a alguien, tiene sentido”.
Senderos al futuro, empresas más humanas
Las compañías con una perspectiva de impacto integral no solo asumen sus responsabilidades básicas hacia las personas y el planeta, sino también establecen las bases para el éxito a largo plazo.
El tercer panel del Summit presentó a tres empresas que están creando o armando nuevos modelos de negocio más “humanos”. Silvia Torres Carbonell, profesora del IAE, ofició como moderadora: “La tecnología nos puede abrumar o impulsar a hacer grandes cosas”. Invitó a los presentes a recuperar la esencia de la empresa como organización humana que trabaja para personas. “No puede no ser humana”, afirmó.
Mejorar la vida de otros: ese es el sentido humano de la empresa. Transformar cambios vertiginosos en mejoras para la calidad de vida y para el medio ambiente. “La idea de este panel es empezar a pensar el call to action: qué hacemos nosotros como hombres y mujeres de empresa”, indicó.
Los ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible
Flavio Fuertes,coordinador de la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas, inauguró el panel con una breve explicación de la Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: los ODS. Personas, planeta, profit, paz y partnership (colaboración entre lo público y lo privado) son los pilares del desarrollo sostenible.
Fuertes agregó que se puede entrar a la sostenibilidad por diferentes puertas: la de la improvisación o el “atar todo con alambres”, la de la planificación del valor sostenible o la de la anticipación. Esta última es la que toman las empresas que leen las demandas sociales y ambientales y ayudan a crear futuro.
La Argentina en la OCDE
En línea con esta idea de cumplir criterios internacionales para estar a la altura de los países más sostenibles del mundo, Marcelo Scaglione, subsecretario de Estado y representante del Ministerio de Hacienda ante la OCDE, conversó acerca del trabajo que se está haciendo para que el país integre la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
“La Argentina es el único país que fue una potencia hace más de un siglo y hoy es emergente. Recuperarlo implica cambiar el chip, transformar un montón de vicios en nuestro ADN”, señaló. La OCDE es un foro de 36 gobiernos que originan el 75% de la inversión extranjera directa y el 60% del comercio global. “Se reúnen para aprender. Elaboran la mejor práctica y se obligan a ir en esa dirección con políticas públicas”, definió Scaglione. Contó que la Argentina comenzó el proceso de acceso a la OCDE: tiene que ser evaluada en 23 comités y grupos de trabajo.
En este contexto también existen Guías de Conducta Empresarial Responsable, que implican más que RSE y se enfocan en la cadena de valor, la gobernanza y la igualdad de género, entre otros puntos. “Estamos mirando más allá y trabajando con visión de largo plazo”, concluyó.
Las “Empresas B”
Nicolás Dobler, Sustainabilty & CSR Manager de Danone Group, Southern Cone, arrancó su charla con fotos de algunos de los principales problemas del mundo: hambre, contaminación y desigualdad. “No es que no sabemos cómo resolver estos problemas. Entonces, ¿qué pasa que la solución no llega?”, disparó.
“Somos la primera generación que es consciente de la destrucción y la última que puede hacer algo para revertirlo”, declaró. “La pregunta ‘por qué existo como marca’ nos da un propósito. Es el motor de un cambio para lograr la sostenibilidad a largo plazo”, señaló. Mencionó que los consumidores demandan más transparencia a las empresas y eligen aquellas que reflejen sus valores.
Nicolás contó que en Danone certificaron como “Empresa B”. Las también llamadas “benefit corporations” son aquellas que, además de tener objetivos de rentabilidad, tienen como propósito provocar unimpacto social y ambiental positivo. “Maximizan el valor de la compañía, persiguen el bien común y despiertan la emoción en el consumidor. Cuentan una historia que conecta a las personas con las soluciones del mundo”, explicó. Dio el ejemplo de sus anteojos, hechos con redes de pesca rescatadas del mar. “Todos podemos ser empresas para el mundo”, concluyó.
Pensar en los bisnietos
Ruth Giordani, presidente de Forestadora SA, sabe de lo que habló Nicolás, porque lo encarna. La última participante del panel tiene 77 años y 12 nietos por los que lucha por un futuro mejor. “Me siento con mucha fuerza”, aseguró la empresaria agropecuaria, cofundadora de la Reserva Natural Paraje Tres Cerros, en Corrientes.
“Hoy tenemos un montón de posibilidades de crecimiento. Pudimos dar mucho trabajo”, contó con emoción. “Quiero pedirles a los empresarios que protejan nuestro patrimonio nacional. Tenemos que pensar en nuestros bisnietos”, alentó.