“Liderando en un contexto revolucionado” fue el lema del Summit 2018, que se llevó a cabo en La Rural con la presencia de unos mil Alumni. El cierre de la jornada estuvo a cargo del presidente de la Nación, Mauricio Macri, que fue entrevistado por el decano Rodolfo Q. Rivarola y el director académico de Alumni, Guillermo D'andrea, en una charla que se extendió media hora.
La primera pregunta tuvo que ver con qué cosas lo desvelan por la noche. “Me quita el sueño, la verdad, cada argentino excluido que quiere participar, que siente que tiene algo para aportar y para ser protagonista y al que la falta de un sistema y de un juego claro no le han permitido eso. Que cada argentino pueda gozar de la libertad de elegir, ser un ciudadano pleno. Elegir de qué quiere trabajar, dónde quiere estudiar, dónde quiere vivir, que no tenga esa limitación. Este es un país que tiene todo para que esto suceda”, respondió Macri. Entonces explicó que el segundo desafío que lo “obsesiona” es el de un verdadero desarrollo federal, es decir, que la Ciudad de Buenos Aires deje de ser el centro de todo.
Pero luego recalcó que hay un problema aún mayor y que tiene que ver con la pobreza. Cuando el Gobierno realizó su campaña de camino a la presidencia, lo hizo bajo el lema de “pobreza cero”. En ese sentido, Macri dijo: “La resolución del problema mayor, que es la pobreza, es la educación, y necesitamos cada vez tener más argentinos comprometidos en la revolución educativa. Un gran paso fue poder evaluar, saber en qué estamos fallando, mejorar los programas, vincularlos (a los estudiantes) con el mundo laboral”.
Asimismo, enfatizó que su espíritu positivo hizo que siempre todo sea más llevadero, en la función pública o la privada. “Siempre he sido un tipo optimista y positivo y que tiende a minimizar el punto de partida. Hay mucha gente, dirigentes y gente con poder, que todavía no asume que los argentinos decidimos emprender este cambio, que sigue buscando la forma de evitarlo, de poner palos en la rueda. Ellos no se dan cuenta que este cambio no es ´mi cambio´, yo solo soy a quien los argentinos eligieron para canalizar este cambio. El cambio y la transformación ya arrancaron. No sirve negar eso y tampoco decir ´me doy por hecho con esto”, arrojó.
Así hizo mención a que, en esta transición, la cultura argentina en el plano laboral y empresarial ya ha comenzado a dar pasos de madurez. Le habló especialmente a los alumnis: “Hemos comenzado a cambiar la cultura que es para ustedes tan importante porque son líderes creativos. El sector público y el privado son un mismo equipo. El estado no puede ser una carga”.
Minutos después, destacó lo duro que es el servicio público, pero dijo que, sin duda, “es la manera más maravillosa de dar”. “Es interminable, cada cosa que uno hace impacta sobre cientos de miles de personas, uno tiene que apostar más fuerte que nunca a nutrirse de amor todos los días, en la familia chica y en la grande. Para mi ha sido muy importante estar en contacto con los argentinos, visitarlos”, contó, sobre cómo hace para equilibrar su vida y aunar fuerzas desde que se convirtió en Presidente. En ese sentido también mencionó la importancia de volver a casa y lo bien que le sientan las visitas a su Tandil natal.
Sentado frente a empresarios, otra pregunta hacia el mandatario estuvo ligada a cómo transmitirles confianza a los emprendedores, directores y dueños de compañías que quieren apostar por el país pero que naturalmente se ven influenciados por la coyuntura económica volátil. “Terminamos con esta”, respondió Macri entre risas. “Hay un mundo que les ha abierto las puertas a la Argentina. Las muestras de apoyo de todos los países, la cantidad de empresarios que han venido, las reglas del juego que hemos podido poner en la cancha han tenido mucho apoyo: la construcción, PPP (participación público privada), Vaca Muerta, el turismo”, dijo después. Para Macri, el acuerdo histórico con el Fondo Monetario Internacional demuestra que los argentinos “tienen mucho por aportar”. Remarcó así que en este tiempo de mandato el sector privado tuvo mucho crecimiento. “El sector privado ya demostró en estos dos años y medio que puede crecer”, aseguró. “Quedó demostrado que el problema de la Argentina no es la falta de creatividad y talento sino que la política hace muchos años no ha sabido administrarse como corresponde. Ahora estamos comprometidos a que eso suceda”.