El ingeniero Rafael Aragón es el nuevo director general del Hospital Universitario Austral. Su pasión por la tecnología, sus prioridades frente a sus nuevas responsabilidades y el desafío de liderar el crecimiento de la institución, poniendo el foco en su misión.
A los 46 años –y tras pasar unos 15 de ellos dentro de la institución– Rafael Aragón fue nombrado director general del Hospital Universitario Austral (HUA). Le toca asumir las riendas de un gran centro de salud en pleno proceso de expansión para ampliar su red de colaboradores, los espacios y los recursos tecnológicos.
Aragón desembarca en el puesto tras haber sido, desde 2017, director del plan Austral Salud y del área de Control de Gestión y Planeamiento Estratégico. Pero su relación con el HUA nació mucho antes.
Cuando le preguntaron a los 27 años, en su primera entrevista laboral para entrar al Hospital, dónde se veía en 5 años, él respondió: “Como emprendedor tecnológico o dueño de una empresa y creando alguna solución para mejorar la sociedad”.
El Hospital no será la startup que en algún momento soñó, pero Rafael, fiel a su formación como ingeniero en informática, mantiene su puesto como CEO de The HIVE, el Centro de Innovación del Ecosistema de Salud Austral, y está convencido de que vamos camino a grandes transformaciones en el sector. “En los próximos 10 años, la tecnología va a jugar un rol relevante al repensar las nuevas formas de aportar a la sociedad en el cuidado de la salud”, vaticina.
“Nunca imaginé trabajar en salud”
Ya de chico, Aragón tenía facilidad con las ciencias exactas y era un apasionado de la tecnología. “Siempre estuve convencido de que iba a ser protagonista en nuestras vidas, familiares y laborales”, afirma.
Fue el primer ingeniero en informática en egresarse de la Universidad Austral, institución que eligió por su formación integral de la persona. En la carrera conoció a su mujer, también ingeniera en informática, con quien tiene 8 hijos.
Trabajó en Citibank, fue consultor para la implementación del sistema de recursos humanos Meta4, consultor de sistemas y hasta tuvo una startup propia en el 2000. En 2003, lo llamaron para una entrevista en el Hospital.
“Nunca imaginé trabajar en salud. Era de los que entraba a un hospital y le bajaba la presión”, admite. Algo en la búsqueda de responsable de control de gestión le llamó la atención. Para empezar: ¿por qué lo llamaban a él para un puesto no tecnológico?
El Dr. Juan Carlos Di Lucca, entonces director médico del HUA, había pensado en convocar a Rafael después de conocerlo en su época estudiantil y reclutarlo para probar la implementación de un sistema de información y gestión hospitalaria. “Esa experiencia que compartimos lo llevó a pensar en mí para el control de gestión. Buscaba a alguien con capacidad de síntesis, una mentalidad amplia en cuanto a visión y profunda en análisis de información para tomar decisiones”.
Luego, llegó el MBA en el IAE Business School (2006-2007) que, cuenta, “le dio una formación integral”. Lo nombraron director del Área de Administración y Finanzas en 2011.
“Si volviese el tiempo atrás para encontrarle sentido a este camino, creo que siempre tuve la ilusión de impactar positivamente en la sociedad. Y sabía que la tecnología iba a ser uno de los medios, pero no por sí sola. Al conocer el proyecto del HUA en profundidad, me di cuenta de que tiene esa parte tecnológica complementada con la búsqueda del bien común”, declara.
Impactar primero hacia adentro
Entre 2013 y 2017, Rafael trabajó como gerente general de un centro de imágenes. Volvió al HUA como director del plan de salud y del área de Control de Gestión y Planeamiento Estratégico, con la firma intención de impulsar el área de salud de la Universidad Austral. A partir de 2022, se le encomendó la responsabilidad de liderar el Hospital desde la Dirección General.
“Tenía la ilusión de en algún momento poder servir desde este lugar. Uno de los factores que más me motivan es que es una obra cuyo fin es impactar positivamente en la sociedad, en la formación de las personas (alumnos, empleados) y a través de la salud”, explica. “Uno de los desafíos va a ser no descuidar el para qué estamos, los valores fundacionales, y a las personas que formamos parte del proyecto, en pos de crecer de manera acelerada”.
“Si nosotros mismos, la gente que trabaja, no se siente cómoda, en un ambiente donde pueda balancear su vida privada, desarrollarse como persona y profesional, si no logramos impactar primero positivamente en el personal, estaríamos siendo incoherentes con nuestra misión”, subraya.
La transformación tecnológica promete ser otra parte esencial de la dirección de Aragón: “La salud va camino a ser más un ‘cuidar’ que un ‘curar’, con una medicina mucho más preventiva, de monitoreo de hábitos e indicadores, de la mano de la tecnología”.
En este sentido, en su rol como CEO de The HIVE, el ingeniero se propone darle más divulgación interna al centro de innovación abierta, impulsar las sinergias con todos los ámbitos de la Universidad –como el Centro de Emprendedores del IAE–, y crear espacios de trabajo multidisciplinarios, para dar vida a soluciones con gran impacto social.
“Espero que el proyecto del HUA siga cobrando fuerza y que dependa cada vez menos de quién esté en el gobierno, porque estamos todos de paso”, asegura. “Me iría de aquí tranquilo si la organización sigue fiel a sus principios y logra una mayor adhesión de personas que, entendiendo el proyecto, ayuden a impulsarlo”.
El HUA en números
220
camas es la capacidad actual del Hospital Universitario Austral.
3.200
personas trabajan en el lugar.
50%
de la actividad corresponde a pediatría.
200
médicos están haciendo su residencia.
150
son los convenios con obras sociales de diversos rubros.
17
convenios con otras provincias para la derivación de pacientes.
7
miembros de la Academia Nacional de Medicina trabajan en el lugar.
1º
hospital de Argentina que acreditó en el prestigioso Joint Commission.