Para conocer la perspectiva del sector empresario sobre la Productividad Inclusiva, IAE Business School realizó una investigación junto a la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral y reveló los alcances de la iniciativa que propone mejorar la productividad con inclusión social.
Frente a los cambios en el mundo del trabajo generados por la pandemia de coronavirus, IAE Business School desarrolló un proyecto en conjunto con la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral para investigar el alcance de la Productividad Inclusiva en el mundo empresarial.
El concepto de Productividad Inclusiva se refiere a la combinación entre el aumento de la productividad con una mayor inclusión social y generación de empleo formal. Esto es, invertir en capital físico y humano para así incrementar la productividad y el empleo formal.
La finalidad de la Productividad Inclusiva es combatir la pobreza, generar una mejor distribución del ingreso, mayor acceso a la educación y la salud de calidad para los ciudadanos. Pero para alcanzarla, se requiere de una tarea conjunta entre el Estado, las empresas y los trabajadores. Es decir, mejorar la calidad de las políticas públicas y renovar las empresas en cuanto a la calidad de sus prácticas de management y de la integración, y la participación de los trabajadores para construir organizaciones que aporten más y mejor al objetivo productivo.
Objeto de estudio
Para conocer más sobre la implementación de la Productividad Inclusiva se realizó un relevamiento dirigido a empresas de Argentina entre los días 20 de julio y 27 de agosto de 2021 en el que se tomó como referencia a 412 compañías de 10 ocupados o más, de diferentes estratos de tamaño, en los sectores industrial, comercio y servicio de todo el país.
La metodología del análisis fue cuantitativa y se llevó adelante a través de encuestas telefónicas con sistema CATI (asistido por encuestador). Asimismo, se categorizó el muestreo por sector de actividad económica (industria, comercio y servicios) con cuotas por rangos de ocupación, además de cuotas globales por región geográfica (Buenos Aires, centro y resto del país).
El objetivo de la investigación era profundizar en la generación de información sobre la temática desde la mirada del sector privado. La participación en este estudio fue absolutamente confidencial y anónima, mientras que la dirección técnica la lideró FAWARIS estrategia y gestión, la consultora especializada en temas de decisiones y conducción estratégica, investigación de mercados y opinión pública.
La situación de las empresas
La investigación realizada por IAE Business School se basó en cuatro ejes: la situación de las empresas, el impacto de la revolución 4.0 en la productividad, la Productividad Inclusiva y las proyecciones a futuro.
Sobre el primer punto, que hizo hincapié sobre la medición de la productividad en las empresas -el aumento del producto por persona ocupada-, se reveló que el 74,5% de las firmas evalúa la productividad, con mayor proporción en empresas de más de 50 ocupados, pero menos en empresas del sector Servicios.
Entre los que analizan la productividad, los empresarios consideraron que, en similares proporciones, en los últimos cinco años esa variable se mantuvo y, en algunos casos, mejoró. En tanto, comparativamente entre organizaciones equivalentes admitieron observarla en términos similares en un 40,5%.
Las empresas con tecnología de punta miden, en mayor proporción, la productividad y más empresas con retraso tecnológico no lo hacen, destacándose las industriales y nuevamente las de mayor tamaño en las de mayor actualización tecnológica.
En tanto, 7 de cada 10 empresas reconocieron implementar programas de perfeccionamiento o de mejora sobre el personal, mientras que son más las firmas de menos de 49 empleados las que no lo hacen.
Los programas de reconocimiento por logros en la productividad y los planes que se establecen para aceptar y poner en práctica feedbacks de los empleados rondan un 45% de implementación, con mayor proporción en empresas de Comercio; mientras que una de cada dos compañías aplican programas de mejora continua.
A la hora de saber cuál es la principal acción que permitiría mejorar la productividad de las empresas, el 45% optó por la actualización tecnológica, además de las mejoras en los procesos y la capacitación del personal.
Más del 50% distinguió la independencia entre la cantidad de personal ocupado y el incremento del producto por persona ocupada, en tanto un 17,7%, y con mayor proporción entre empresas de Servicios y radicadas en el resto del país, consideraron que no es posible aumentar el producto por persona ocupada. En mayor proporción, las empresas que no miden la productividad opinaron que no es posible aumentar el producto por persona ocupada.
Impacto de la revolución 4.0 en la productividad
El segundo eje de la investigación refiere a la irrupción tecnológica. Sobre este punto, el 80% de las empresas reconoció tener identificados los cambios tecnológicos de impacto en el negocio, especialmente las empresas Industriales, de más de 50 ocupados y del Centro del país, que admitieron estar realizando gestiones al respecto.
Entre ellas se destacó la incorporación de aplicaciones o sistemas en la nube, que es la herramienta más utilizada, mayormente entre empresas de Servicios, de menos de 49 ocupados, y de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires. A esto le siguió Internet de las cosas en orden de mención, con mayor peso entre empresas Industriales de más de 50 ocupados y radicadas en el resto del país. En contrapartida, sólo un 13,1% de las compañías manifestó no utilizar ninguna de las herramientas enumeradas.
Sumado a esto, las firmas distinguieron el contexto económico del país como una de las principales barreras a las que las empresas se enfrentan al introducir nuevas tecnologías, con mayor proporción de menciones entre empresas Industriales y de más de 50 ocupados. Luego, consideraron que el alto nivel de inversión requerida es una segunda barrera.
Productividad Inclusiva
En tercer lugar, en relación con la incorporación de la productividad inclusiva, un 35% de las empresas estudiadas reconoció haber encarado proyectos relacionados a esto en los últimos tres años. Puntualmente, 7 de cada 10 admitieron que sus empleados aceptan o aceptarían la puesta en marcha de la productividad inclusiva, aunque se destacó un elevado nivel de desconocimiento (42,2%).
Por otro lado, un 36,9% consideró que en períodos de reactivación económica sería viable en Argentina la productividad inclusiva, especialmente entre empresas radicadas en la Ciudad o Provincia de Buenos Aires. 8 de cada 10 empresas estudiadas expresó no poseer un esquema de participación en las ganancias, e independientemente de tenerlo implementado, un 43,7% dijo que en la situación actual del país no sería conveniente implementarlo en su empresa. Sin embargo, las empresas de Comercio en mayor proporción manifestaron que sí sería conveniente, y las Industriales señalaron mayor desconocimiento en términos de conveniencia.
Proyección a futuro
Por último, la investigación que llevó adelante IAE Business School con la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral marcó algunas últimas tendencias: en primer lugar, que el rumbo claro de la economía se constituye como el factor más importante para invertir en la ampliación de las operaciones o en una nueva operación para un 41,0% de las empresas, con mayor proporción entre empresas de menos de 49 ocupados.
A esto le siguió la necesidad de una economía en crecimiento, algo que adquiere mayor preponderancia entre empresas de más de 50 ocupados, con tecnología de punta y empresas que no han desarrollado proyectos de Productividad Inclusiva; en tanto que la menor presión impositiva se consideró la política pública más demandada para aumentar la productividad (38,1%), seguido de rumbos más claros de la economía (31,6%).
Para acceder al informe completo y a la encuesta haga clic en los siguientes enlaces:
Dossier de productividad inclusiva
Encuesta productividad inclusiva 2021