El encuentro se realizó el 26 de marzo vía zoom y convocó a más de 30 Alumni de distintas camadas, que trabajan en empresas radicadas en once ciudades alemanas
El 26 de Marzo se reunió por primera vez el Club Regional de Alemania, del que participaron más de 30 Alumni de distintas nacionalidades: argentinos, colombianos, un ecuatoriano, un boliviano e incluso un alemán que estuvo de intercambio en el IAE. Los Alumni, que tienen entre 28 y 52 años, cursaron en distintas camadas del MBA y trabajan en empresas alemanas y multinacionales que tienen oficinas en once ciudades a lo largo del país: Berlín, München, Nümberg, Hamburgo, Múnich, Schmitten, Stuttgart, Verl, Bremen, Karlsruhe y Frankurt.
El encuentro surgió de la iniciativa del Alumni Francisco Schatz, uno de los últimos en llegar a Alemania junto a su familia, en diciembre de 2019. En enero de 2020 comenzó su pasantía en Fester & Co. Gmbh Insurance Brokers, empresa de seguros de transporte marítimo y aéreo especializada en la industria de la fruta, y al poco tiempo sus ansias de socializar y reunirse con argentinos se vieron perjudicadas por las medidas de confinamiento dictadas tras la pandemia.
“Estaba familiarizado con el tema de los Clubes Regionales a través de la app IAE Connect y porque participé de uno del Litoral por Arandeira S.R.L, la empresa de mi familia que es exportadora de frutas. Me llamó la atención que no hubiera ninguno en Alemania y yo necesitaba buscar un cable a tierra con Argentina” comenta Francisco. Y gracias al soporte de Ernesto Ruete y Laura de la Fuente, del departamento de Desarrollo Institucional del IAE, lograron organizar la primera reunión vía zoom. Ellos son los responsables de coordinar y moderar los más de 40 Clubes Regionales que existen hoy y que tienen el objetivo de promover encuentros de Alumni que se encuentren viviendo en países o regiones – que abarcan de Moscú a Rosario– lejos de los programas o charlas que se organizan en la sede del IAE.
El propósito de este primer encuentro fue principalmente de networking, poder presentarse, conocer dónde trabaja cada uno, contar cómo llegaron a Alemania y compartir cuáles eran las dificultades y oportunidades que pudieran llegar a surgir. “Me hizo acordar a las presentaciones del primer día de clases del IAE y me pareció enriquecedor ampliar el networking de quienes estamos en Alemania. Los valores y las ganas de desarrollar algo propio o avanzar en tu carrera son un factor común en la mayoría de los alumnos del IAE y encontrarte con distintas promociones en diferentes lados del mundo es muy valioso”, cuenta Lisandro Murillo, que vive en Múnich junto a su familia desde hace seis años.
Josefina Arias, actuario en economía y EMBA camada 2017 agrega: “El 100% de lo que fue mi carrera profesional hasta llegar a Amazon Alemania en enero del 2020 se dio por las relaciones que hice en el IAE y por la red de gente con el mismo espíritu y ganas de ayudar entre todos. Por eso, ahora que se están abriendo posiciones nuevas en la empresa, estuve ayudando a referir a varios colegas del IAE que conocí en el grupo”.
En búsqueda de nuevas oportunidades
Entre las motivaciones que llevaron a este grupo de Alumni a expatriarse a Alemania muchos coinciden en tener una experiencia internacional, enriquecedora a nivel cultural y corporativo, con la oportunidad de acceder a posiciones globales o regionales y ampliar la escala de negocio. “En BMW Argentina éramos 30 personas manejando un negocio chico, premium-de lujo. Y uno de los primeros eventos que tuve al llegar a Alemania, fue la celebración de los 100 años de la compañía que se hizo en el estadio de Bayern Múnich con sus 50.000 empleados, todos en un mismo lugar”, recuerda Lisandro que trabaja en BMW hace más de doce años, y desde hace seis, lo hace desde la casa matriz en Múnich como responsable de finanzas de la unidad de negocios de motos para el mercado asiático.
Dentro del grupo hay profesionales de todas las industrias: desde las más tradicionales como la de seguros o automotriz hasta las mas modernas como las de tecnología y comercio electrónico. Quienes trabajan en las empresas alemanas más tradicionales coinciden en la importancia que se le da a la estructura, el orden y el seguimiento de procesos estandarizados. “Yo estoy en una empresa donde lo más importante es dar un buen servicio, y para eso es fundamental que haya procesos internos bien aceitados. A veces a uno con su cabeza argentina le parecen innecesarios y se los quiere saltear o pinchar un poquito para ver cómo acelerarlos. Pero en definitiva, funcionan porque llevan a menos errores en el producto final. Pero al mismo tiempo, uno aporta la agilidad o la sensillez que tenemos los argentinos para resolver los problemas y esto es algo que se valora mucho”, reconoce Francisco, que fue promovido a account manager en la compañía. En este tipo de empresas el manejo del idioma alemán es una herramienta fundamental. “Trabajo en inglés en el departamento internacional de la empresa pero no ser bilingüe me cerró puertas. Estoy en una corporación muy orgullosa de sus raíces bávaras y de su historia, por eso lo le digo a cada extranjero que llega que acá le dan muchísimo valor al idioma”, admite Lisandro. “Yo estoy aprendiendo y si bien es muy difícil, es clave si querés trabajar acá y tener oportunidades de seguir creciendo en una empresa alemana” agrega Francisco.
Como contrapartida, están quienes trabajan en empresas internacionales con sede en Alemania como es el caso de Josefina Arias, de 32 años, que como global relations manager realiza análisis de riesgo de fraude para Amazon. “Formo parte del equipo global de una empresa americana donde las decisiones son bastante ‘Seattle based’. Nunca me sentí extranjera porque en la oficina hay mucha gente de mi edad y de distintas nacionalidades, que además de colegas son mis amigos. Todos hablamos en inglés pero además, cada uno habla como mínimo tres idiomas,” cuenta Josefina, que debido a la pandemia estuvo viviendo entre Múnich y Buenos Aires.
Tras el éxito de este primer encuentro, “el desafío está en poder mantener vivo el grupo, darle una continuidad y evaluar qué actividades les interesa a cada uno que vayamos armando”, comenta Francisco, el referente del grupo. “El próximo paso sería, por ejemplo, organizar charlas con profesores sobre algún tema de interés o profundizar en las particularidades de alguna industria”, sintetiza.