Edgardo Vázquez (EMBA 2007)- Country Manager de Pfizer Argentina
-¿Cómo se encuentra el negocio de Pfizer en la Argentina?
-El 2017 fue un buen año para Pfizer en la Argentina. No sólo nos consolidamos como uno de los principales mercados en América Latina, sino que reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo de nuestras operaciones en el país. Hacia fines de año, inauguramos una nueva planta de producción de cápsulas blandas en el sur de la ciudad de Buenos Aires. Se trató de la primera línea de producción con estas características que la compañía tiene a nivel global y significó una inversión superior a los 10 millones de dólares. Hoy, no sólo sustituimos importaciones para cubrir la demanda del mercado interno, sino que incluso exportamos parte de la producción a otros países de la región.
Además, seguimos trabajando de forma sostenida para llevar nuestros productos a un mayor número de pacientes. Cada año sumamos nuevas terapias con lanzamientos en diversas áreas terapéuticas, que nos permiten tener un profundo impacto en la salud y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, palbociclib, una terapia innovadora para el tratamiento del cáncer de mama metastásico, impactó positivamente en la vida de cerca de 2000 mujeres, desde su lanzamiento en 2016. Además, seguimos trabajando fuertemente en la prevención de enfermedades graves a través de la vacunación. Recientemente, el Ministerio de Salud de la Nación, incorporó al Calendario Nacional de Inmunizaciones nuestra vacuna neumocócica conjugada trece valente para adultos mayores, a partir de los 65 años, y para menores de 65 que presenten comorbilidades como diabetes, enfermedad cardiovascular, asma, EPOC o inmunosupresión, entre otras. Estamos comprometidos con reducir los índices de mortalidad de esta enfermedad responsable en el mundo de 1.6 millones de muertes anuales
"Conformamos un mercado pujante, que hoy representa dos puntos del PBI"
-¿Qué evaluación hace de la industria farmacéutica en el país? ¿Cuáles son los mayores desafíos o trabas de la industria?
-Como industria buscamos acercar a los pacientes terapias que tengan un impacto significativo en sus vidas, a la vez que promovemos acciones que alienten al desarrollo local y al acceso a productos innovadores de última generación. Conformamos un mercado pujante, que hoy representa dos puntos del PBI, que manufactura productos para abastecer al mercado interno y exportar hacia otros países, y que tanto de manera directa como indirecta genera miles de puestos de empleo calificado.
Se trata de una industria dinámica y vertiginosa, que se encuentra en plena transformación. Hoy las constantes innovaciones tecnológicas nos están brindando el potencial para transformar nuestras vidas a ritmos acelerados. En Pfizer, conocemos y entendemos el impacto que una enfermedad tiene en las personas, por eso es prioritario para nosotros promover la innovación y trabajar para que las terapias estén disponibles para nuestros pacientes. El desafío reside en lograr consensos sobre el valor de esta innovación. Siendo una de las compañías más comprometidas a nivel global con la investigación y el desarrollo de nuevos productos, con inversiones cercanas a los ocho mil millones de dólares en 2017, trabajamos para lograr un acceso más amplio a tratamientos innovadores. Asimismo, buscamos garantizar que los proyectos en I+D sean reconocidos y logren una rentabilidad adecuada, para que estas inversiones de alto riesgo puedan mantenerse de manera sustentable.
-Con respecto al futuro, ¿qué perspectivas tiene sobre el mercado local?
-De cara al futuro, la industria farmacéutica enfrentará una importante evolución. Las oportunidades que surgen gracias a los avances tecnológicos son inmensas y nos abren camino para explorar nuevas terapias que ayuden a seguir mejorando la vida de los pacientes, y que hasta hace pocos años eran impensadas.
En este contexto, a nivel global se está planteando la necesidad de definir cómo se logrará acceder al financiamiento necesario para avanzar con estas investigaciones y desarrollos. Hoy muchos de los estudios se están orientando a terapias target o patologías con una menor prevalencia, que no tienen tratamiento o el existente es sub-óptimo. El desafío, entonces, será lograr el acceso a estas terapias bajo estándares inclusivos y equitativos, por lo que tendremos que analizar cuánto estaremos dispuestos como sociedad a invertir en el tratamiento de enfermedades que afectan a un número más acotado de pacientes. Este tipo de definiciones serán las que moldeen el futuro de la industria.