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Revista Alumni

La coyuntura macroeconómica: novedades, visión actual y ¿año del rebote?

La situación macroeconómica global muestra una economía de EEUU en expansión, mientras que Europa enfrenta bajo crecimiento y tensiones geopolíticas. China sufre una crisis inmobiliaria y Latinoamérica crece poco. En Argentina, el inicio de la recuperación económica es incierto. La inflación sigue siendo alta y la situación fiscal, compleja. En el frente político, la caída en la aceptación popular del gobierno y la proximidad de las elecciones de medio término añaden incertidumbre al panorama.
Publicado miércoles 28 de agosto

En el entorno internacional, en Estados Unidos, a dos meses de la elección, hay un virtual empate entre Kamala Harris y Donald Trump. La baja de tasas tan anunciada es un hecho clave, que fomenta el ingreso de capitales, pero no se dará en el caso argentino, debido al elevado Riesgo País. La economía estadounidense va bien: no entrará en recesión, a pesar de un mercado de trabajo más apagado.

Por el lado de Europa, bajo crecimiento, con temores a la escalada del conflicto donde Ucrania está entrando en territorio ruso, lo que no ocurría desde Hitler. En tanto, China experimenta diversos problemas, entre ellos, una crisis inmobiliaria.

El mundo se encuentra más trabado, con cadenas de valor ineficientes, el Canal de Suez complica el tráfico marítimo. Es una oportunidad para que Latinoamérica transporte mercancías y obtenga cuota de comercio. No obstante, la región, más orientada a la centroizquierda, viene creciendo poco. Un gobierno militar corrupto en Venezuela continúa con el esquema cubano de perpetuidad.

En el frente interno, la recuperación de la actividad no se ve en un horizonte de al menos cuatro meses. La economía argentina aparentemente tocó fondo en mayo, pero no aparece la U y menos la V. La recesión puede ser una oportunidad, como explica el profesor del IAE Roberto Vassolo, lo importante es tener la estrategia adecuada; en este caso, con énfasis en la reducción de costos.

El consumo sigue frío. El retail cae 12% del acumulado a fines de agosto con respecto al año pasado. Como hecho anecdótico, el consumo de carne actualmente se estima en 40 kilos de carne per cápita, cuando la media histórica es 73 kilos por año. La inversión privada en doce puntos del PIB, muy baja por la falta de confianza y con un sector de construcción muy apagado. La exportación no empuja a corto plazo, es una gran promesa del sector conformado por la soja, el crudo, el gas licuado, el cobre y el litio. Se estiman fuertes superávits hacia 2030 en el comercio exterior, lo cual es clave para un país que estructuralmente siempre está corto de divisas.

Desde una perspectiva sectorial, el agro sufre una soja a precios bajos, afectada por el 33% de retenciones que Milei no quiere reducir como hicieron Menem y Macri. Es clave dominar la plaga de chatarrita para el maíz, que complicó en 2024. La industria es lo más afectado en ventas. Algunas multinacionales, como la cadena mayorista Makro (que estaba desde 1988 en el país), se retiran. Las pymes piden que bajen los impuestos como principal reclamo. Una de cada cinco, según la CAME, tiene problemas para pagar sueldos. La mayoría de los sectores en el universo pyme está en recesión. Esperando la reglamentación de la ley Bases para tener un marco laboral más competitivo, con nubarrones en la provincia de Buenos Aires si se impone la idea de Kicillof, que supone mucho mayor costo laboral.

La inflación es un baluarte del modelo. La estimación del componente núcleo se resiste a bajar, debido a la falta de recomposición de precios relativos. El gobierno y economistas como el profesor del IAE Fernando Marengo ven una tasa de inflación que converge al 2% mensual, es el nivel de devaluación del régimen de crawling peg. Del otro lado, Marina Dal Poggetto, también profesora del IAE, anticipa un 5% mensual hacia fin de año.

En el frente fiscal, la motosierra avanza. La recaudación real está para abajo desde hace meses por la recesión. Bajaría la tasa del Impuesto País, lo que implicaría que se perdería un impuesto jugoso. En lo referente a impuestos, muy justa la medida de reducir Bienes Personales, que era confiscatorio. Del lado del gasto, Milei vetará la recomposición de las jubilaciones, que vienen cayendo al 26% real este año con respecto al pasado. Se espera un bono de compensación para jubilados, pero es insuficiente. Los 7 millones de jubilados no tienen representación en la calle como en tiempos de Norma Plá, archienemiga de Cavallo. Es una mayoría silenciosa que explica la mayor porción del ajuste fiscal.

El ministro Sturzenegger avanza con su programa de desmalezar a la economía de leyes y buroductos que, de acuerdo con su visión, armó el peronismo en los años 40. Hay medidas aisladas que se van empujando.

Los dólares no llegan al Central. Se buscan fondos en Arabia, se espera apoyo del FMI, pero pareciera que, si sigue el cepo, no hay desembolsos por parte del Fondo. No está claro que, si gana Trump, sea proclive a prestar, tal como ocurrió con el préstamo que recibió Macri. A su vez, el blanqueo algo puede dejar de flujos de dólares, hay estimaciones disímiles de cuánto puede dar esta medida.

La deuda pública a pagar en 2025 mete presión, 12.000 millones de dólares. Quizás haya que reestructurar. Es un tema de permanente monitoreo.

El ministro Caputo no quiere devaluar. El analista Arriazu dice que sería un caos hacerlo. La serie de tipo de cambio real, que llevamos en el área de Economía del IAE y arranca en 1959, deja claro el retraso cambiario existente. Caputo ve una Argentina más cara, como en los tiempos en que mi sobrino, de viaje de quinto año, fue a Cancún y no a Bariloche. Esto empuja a mayor eficiencia como ocurrió en la Convertibilidad.

En el frente político, Milei y el gobierno tienen 12 puntos menos de aceptación popular. Mucha tensión por la posición de Macri que, en el escenario más adverso, dividiría el espacio liberal y podría complicar las elecciones de medio término. La oposición peronista está muy guardada. Hay paz social, no hay piquetes. La pobreza es alarmante, en 52%. Para que una familia (dos adultos y dos niños) no sea pobre, debe tener ingresos mensuales de 900.000 pesos. Muchas provincias experimentan desempleo creciente. El salario real está muy bajo y los planes de apoyo social, en descenso salvo la AUH. El Congreso puede trabar legislación oficialista y el gobierno debe buscar gobernabilidad. Se agregan las tensiones por el juez Lijo en la Corte, el favorito del Presidente para reformar la Justicia.

Según un sondeo realizado a alumnos y alumni del IAE, las empresas están, sobre todo, en modo supervivencia. No obstante, hay esperanza en que el mayor protagonismo del sector privado recupere la tasa tendencial de crecimiento que abandonó el país desde la democracia.

Te invitamos a ver el Informe Económico completo del mes de agosto aquí.