Gerardo Amado, EMBA 2020 de IAE y Gerente Regional de Ventas de Latinoamérica en Omron Electronics, explica la importancia se equilibrar las nuevas tecnologías y la creatividad humana.
Entre las distintas cuestiones que surgen producto de las nuevas tecnologías y la innovación digital, una de las más impactantes para esta era tiene que ver con los máquinas o robots que realizan trabajos de forma automática.
Gerardo Amado, EMBA 2020 de IAE, es Gerente Regional de Ventas de Latinoamérica en Omron Electronics, una empresa japonesa que se dedica a confeccionar tecnologías como robots de alta velocidad que abastecen a diversas industrias y permiten concretar la automatización de distintas tareas.
La compañía crea máquinas pequeñas hasta tecnologías de alta velocidad. En general, los llamados robots se venden a una empresa “integradora” que lo incorpora a otras tecnologías y se puede aplicar en varios sectores productivos.
“Hay todo un universo de fabricantes, principalmente el conocimiento está en Estados Unidos y Europa. Son robots que pueden armar palets, colocar piezas mecánicas o trabajar con alta temperatura volcando hierro fundido. Depende a dónde lo pongas tiene que tener ciertas características como resistir pesos, velocidades, etc”, explicó Amado.
El día a día de la automatización
En este sentido, describió que las industrias apuntan a robots de alta velocidad, dedicados especialmente a empaquetados de alimentos, bebidas y el sector automotriz, y que hay un tipo de mercado semidigital, basado en la fabricación de computadoras y celulares.
“Hay una reducción en los tamaños y una aceleración en las velocidades, muy propio del mundo de las computadoras, que antes ocupaban habitaciones y ahora miden lo mismo que una mano. Se simplifican los procesos. La idea es que sea más sencillo para que la gente programe más”, detalló Amado.
Robots colaborativos
Además, dentro de las nuevas tecnologías, también aparece el fenómeno de la automatización colaborativa. Esto es, llevar adelante un trabajo entre personas y robots en conjunto. “Esto se logra con la programación de una velocidad para el robot más lenta y un nivel de sensibilidad más alto”, señaló el Gerente de Omron Electronics.
“Se podría aplicar en trabajos en donde se pueden ensamblar piezas. La persona hace una parte del proceso y el robot hace el resto. Sirve para hacer tareas complementarias sobre una operación donde más de una persona puede trabajar de esto”, agregó.
Según relató, existen robots colaborativos móviles, que mostraron un gran crecimiento en el último tiempo. Son prismáticos, con una capacidad de carga superior a los 60 kilos y se usan especialmente en logística.
Automatización en Argentina y una mirada hacia el futuro
Sin embargo, el crecimiento de la robótica en lugares como Estados Unidos y Europa evoluciona más rápidamente. “En Argentina está bastante estancado y eso está muy relacionado con el freno de la inversión. La robótica, así como la informática, representan saltos tecnológicos tan grandes que implican un cambio social. Hay que construir las capacitaciones para alcanzar esa dinámica. Hay países en que ya avanza de una manera y acá te enfrentas al problema técnico, de visualización de la tecnología”, reflexionó Amado.
Según su visión, la ciencia tracciona la tecnología y eso a la sociedad, la cultura, la biología. “Hay una forma de simplificar los problemas que el robot puede reemplazar. Hay un camino hacia envolver a la sociedad en la nueva tecnología para que no sea una limitante”, insistió.
“A las maquinas se les puede dar la actividad repetitiva y al hombre la creación. Tener un equipo que reproduce lo que vos pensaste te da tiempo a crear más cosas. Creo que vamos hacia un modelo así, pero hacia un problema social muy grande. Hay una población muy grande que queda excluida del sistema”, analizó Amado. Y sumó: “La formación es muy importante. Hay que pensar cómo hacer para trasladar todo el conocimiento. Igualmente, la realidad es que faltan milenios para ser reemplazados por robots. Es bastante difícil reemplazar una tarea mental”.
Paso por IAE
El Gerente Regional de Ventas de Latinoamérica en Omron Electronics tuvo su paso por IAE Business School en 2020 cuando realizó el EMBA, bajo la modalidad de un año presencial y otro virtual.
“La primera parte fue muy rica, muy transformadora. El nivel de integración con otras cosas, conocer personas que hacen trabajos totalmente distintos, sacar la cabeza a ver qué hacer”, recordó Amado. “Yo buscaba más conocimientos duros de gestión. Me interesaba mucho la dirección de negocios, la parte financiera y administrativa, e incorporé un montón de herramientas bien sólidas para afrontar temas”, añadió.
Y a la hora de enumerar las principales enseñanzas de IAE, fue categórico: “La primera es aprender a balancear la fuerza. Entendí que el trabajo y la vida están muy conectadas. Luego, mantener la mente abierta. Entender que una mente que se cree llena no tiene lugar para aprender. Y después, poder interpretar innovación y futuro”.