Revista Alumni

“La aceleradora Start-Up Chile se ha posicionado como una de las más relevantes de la región”

LORETO LEYTON (EMBA 1994)- DIRECTORA EJECUTIVA DE LA FUNDACIÓN CHILENA DEL PACÍFICO Y DEL APEC BUSINESS ADVISORY COUNCIL 2019
Publicado miércoles 17 de julio de 2019

Loreto Leyton (EMBA 1994)- Directora ejecutiva de la Fundación Chilena del Pacífico y del APEC Business Advisory Council 2019

-Chile tiene muchos programas en los cuales ayuda a emprendedores a hacer escalar su negocio. Los argentinos participan mucho de Start-Up Chile, que debe ser la aceleradora más importante de la región. ¿Cómo empezó esa política allá, de promover emprendedores, y qué ventajas le aporta a la economía?

El mundo de los emprendedores y el mundo de las pymes en Chile no son iguales, por lo que las conclusiones no son las mismas para ambos. El tema del emprendimiento me atrevería a decir que ha sido uno de los más emergentes en Chile durante más o menos la última década. No quiero decir que antes no hubiera nada relacionado, ya que de hecho sí había algunos actores haciendo cosas importantes, como algunas aceleradoras de negocios, pero mi impresión es que la entrada en marcha de Start-Up Chile, una iniciativa de gobierno, fue una suerte de hito, con un efecto catalizador significativo en el conjunto del país. Desde que se inauguró en 2010, ese programa se ha posicionado como uno de los más relevantes, si es que no es el más importante de su tipo en toda América Latina, ampliamente reconocido en países desarrollados que llevan mucho tiempo en esto, como el caso de Estados Unidos.

Según los datos que ellos mismos entregan, en los últimos ocho años han recibido más de 1600 emprendimientos de más de 85 países. Puestos en perspectiva, en una población del tamaño de la chilena. Esos números me parece que son bastante destacables. No quiero decir que el origen de la actual riqueza que se aprecia en el denominado ecosistema de emprendimiento chileno se deba sólo a ese programa, ni mucho menos, pero ha sido importante. Creo también que hay organizaciones de la sociedad civil como, por ejemplo, la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), que también han tenido un papel destacado a la hora de entender el estado del emprendimiento en Chile. Según sus cifras, hoy cuentan con más de 32.000 socios, aunque ahí hay diversidad más marcada, por los rubros y los tamaños, que en el caso de lo que generalmente vemos como startups.

Más allá de estos ejemplos, la verdad es que me da mucho gusto ver cómo han proliferado en Chile, durante estos años, organizaciones para promover e incentivar el emprendimiento de todo tipo. Quiero destacar, por ejemplo, aquellas que se enfocan en los emprendimientos con fuerte sentido social, más allá de la tradicional mirada de los negocios; es decir, que buscan combinar emprendimiento con impacto y vocación social, para provocar mejoras en las condiciones de vida. Se han ido desarrollando hasta certificaciones de todo esto, así como en los temas ambientales; en fin, como digo, se trata de un ecosistema crecientemente complejo, en el sentido de la sofisticación, que me parece bastante destacable.

- ¿Sucede lo mismo con las pymes?

-El caso de las pymes me parece de una naturaleza distinta. Las pymes han sido históricamente el grueso, por mucho, de todas las empresas en Chile. Las cifras más recurrentes dan cuenta de alrededor de 900.000 pymes en el país, las que representan casi el 98% de todas las empresas. Esta escala de por sí hace que las políticas e iniciativas para promover el avance de las pymes en Chile tenga componentes diferentes.

Dicho eso, por cierto que en el mundo de la economía digital y la enorme cantidad de ventajas que ofrece, por ejemplo, el comercio digital existen oportunidades compartidas por igual para emprendedores y pymes. Eso es, de hecho, uno de los ejes del trabajo que desarrollamos en el Consejo Asesor Empresarial del APEC, el ABAC. Como el libre comercio está en el centro de lo que hacemos, más en el caso de una economía tan abierta como la chilena, apoyamos decididamente que las pymes se suban al carro exportador/importador de la mano de la nueva economía. En este sentido, por ejemplo, lanzaremos en noviembre, durante la Cumbre de pymes y emprendedores de APEC 2019, una plataforma llamada Monde B2B con la que esperamos contribuir a que eso ocurra. En general, un porcentaje muy menor lo hace, así que hay mucho por avanzar. Por su tamaño e impacto en el empleo, el tema de las pymes ha sido frecuente encontrarlo en las agendas políticas de varios gobiernos; dicho eso, saludo iniciativas del gobierno actual para incentivar que una mayor cantidad de pymes exporten.

-En la Argentina, un desafío que tienen las pymes es salir a exportar (más allá que tenemos una economía cerrada). Menos del 5% trasciende las fronteras. ¿Sucede esto con las pymes chilenas? ¿Cómo se las puede ayudar a salir a conquistar otros mercados?

-Subir a las pymes chilenas al carro exportador/importador sigue siendo un ámbito en el que queda mucho por avanzar; a diferencia de Argentina, además, en Chile gozamos de una extensa red de tratados de libre comercio de la que se deberían poder beneficiar más las Pymes. ¡Estamos hablando de 26 acuerdos que le dan acceso a los productores nacionales a 64 economías, el 86% del PBI mundial y al 63% de la población de todo el mundo!

Con respecto a cómo ayudarlas, creo que pasa mucho por incentivar la innovación y la incorporación de tecnología, para que puedan aprovechar los beneficios de la economía digital, aunque hay muchos otros temas, como capacitación y una difusión activa de las oportunidades disponibles para todos en materia exportadora y no sólo de bienes, sino también de servicios. Hoy hay oportunidades, por ejemplo, en el campo de la logística y acceso a financiamiento para las pymes de las que probablemente muchas ni saben.

-Sos parte también de la Red Mujeres en Alta Dirección (MAD). ¿Cómo es el desafío de ser una mujer ejecutiva? ¿Crees que la sociedad chilena está más preparada que en el pasado para el progreso laboral de las mujeres?

-No he participado muy activamente en la Red MAD este año, porque no he tenido el tiempo. Sin embargo, si puedo decir que creo que estamos más preparados como país para tener mujeres ejecutivas, aunque aún queda camino por recorrer.

Hay sectores que están más preparados que otros, como por ejemplo en el mundo de los servicios. Creo que el futuro viene mucho más promisorio para las nuevas generaciones en que estos temas de discriminación ya son menos reales, partiendo desde el compartir los deberes del hogar, crianza de hijos, etc.

En cierta forma, creo que les hemos pavimentado el camino para que tengan muchas más oportunidades que las que tuvimos nosotras, las de mi generación al menos.