Durante la jornada anual Consensus 2021, el director del centro Consensus de IAE dialogó con el director de la escuela de negocios brasileña ISE, Marcos Citeli, sobre las mejores maneras para construir consensos dentro de sociedades altamente polarizadas.
“Consenso en Argentina: ¿utopía o camino posible?” fue el disparador de una nueva jornada anual de Consensus 2021. En este encuentro se compartieron distintas miradas sobre las maneras de construir acuerdos en el país y entre esas perspectivas, una provino desde Brasil.
Al comienzo de la jornada, el profesor y director del centro Consensus de IAE, Roberto Luchi, explicó que ese espacio nació para entablar cuestiones vinculadas a la negociación y resolución de conflictos, para luego convertirse en un lugar de debate sobre el diálogo y la cooperación.
“El año pasado hablamos con los sindicatos del pacto social y productivo del sector automotor. Es el único pacto social y productivo que hoy tiene lugar en el Congreso”, contó Luchi.
“Los acuerdos son posibles y generan previsibilidad y empleo. Uno diría que hablar de consensos está vinculado a las rispideces o la grieta, entonces la idea es reflexionar sobre si es posible construir consenso o es una utopía”, propuso el director del centro.
¿Cómo crear consensos?
Para conocer más sobre la conformación de acuerdos en la región, el director de la escuela de negocios brasileña ISE, Marcos Citeli, puso el foco en la cooperación y compartió una investigación sobre el tema que comenzó hace unos dos años.
El estudio se basa en encontrar las mejores formas de promover la cooperación, los elementos clave para lograrlo y la conformación de estructuras para superar diferencias de opinión. En este sentido, Citelli distinguió que para lograr la cooperación es necesario tener en cuenta tres cosas: objetivos comunes, profundizar en las necesidades reales y desarrollar estructuras virtuosas.
Para llevarlo adelante, se utilizó el role play -Interpretación de roles- como herramienta para la investigación empírica, que necesitó tres personas con papeles distintos, ocho rondas de decisiones para cooperar con distintos incentivos y negociación de pactos. “Es una simulación práctica con personas reales en situaciones que simulan una realidad. Más de 200 personas jugaron a lo largo de un año”, explicó Citelli.
Un camino hacia la cooperación
Para alcanzar la cooperación, detalló el director de ISE, se requiere de estudiar la situación y dialogar para entender al otro. “Hay que salir de la mentalidad de que ‘para yo ganar, tú tienes que perder’ y sumar la de ‘para ganar yo, tú tienes que ganar también’. La conclusión practica es que no es posible lograr cooperación sin buscar objetivos comunes”, indicó.
En este sentido, puntualizó que en ese “juego” se revelan algunas cuestiones que alientan la cooperación: las necesidades reales, que están vinculadas a los objetivos con miras a futuro; las estructuras virtuosas, para aumentar las ganancias a largo plazo; y el mayor tiempo de relacionamiento, que incrementa la tendencia de cooperar.
“Para lograr la cooperación es necesario incrementar el tiempo de relacionamiento, disminuir los beneficios de corto plazo y aumentar los beneficios a largo plazo”, resumió Citelli. Y agregó: “En política no basta apuntar al enemigo, hay que buscar objetivos comunes que unan a todo el electorado y a las oposiciones. Cuando oímos las necesidades reales percibimos que hay muchos más puntos en común en las distintas corrientes políticas. Y no se puede exigir heroísmo de la población. Es necesario tener estructuras virtuosas que incentiven la cooperación”.
Una mirada desde Brasil
Para graficar esta situación en un ejemplo concreto, Citelli rememoró el discurso del 7 de septiembre del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en el que criticó a la Justicia.
“Hay desconfianza del pueblo del sistema electoral, con algunas prisiones y liberaciones, y hay presos políticos, pero hay un costo muy grande para una ruptura. El poder hoy en Brasil está muy dividido entre el judicial, legislativo y ejecutivo, y los militares no quieren tomar posición. Es una estructura que exige diálogo para gobernar”, señaló el titular de la escuela de negocios brasileña.
Por último, insistió en que hay tres cuestiones fundamentales para encontrar la cooperación: buscar objetivos comunes y creer que los hay, las necesidades reales y las estructuras virtuosas, que pretenden alcanzar el bien común.
“Nuestros países, si los miramos como un conjunto, tienen muchas necesidades comunes. Hay conflictos de intereses, pero también necesidades reales para trabajar. Los conflictos no van a desaparecer, pero se trata de pensar más allá. Buscar las necesidades comunes, salir de la toma de decisiones y mirar hacia el futuro para construir consenso en cosas que pueden ser buenas para todos. Hay que sostener el diálogo y ver que quien está del otro lado no es un enemigo”, cerró.
Para finalizar el cuentro, Luchi se sumó a la reflexión y agregó: “Hay miles de cosas que podrían unirnos. Después las estructuras, construir consensos es una gimnasia, hay métodos. Sería ideal que desde los liderazgos políticos se pusiera eso como horizonte”.