Germán Burmeister, Senior VP y Presidente de Shell para Argentina, Chile y Uruguay, conversó con el director ejecutivo de Alumni, Gustavo Nudel, en las oficinas de la compañía, ubicadas en el microcentro porteño. Burmeister recordó su paso por el IAE como un momento clave en su carrera. Ingeniero en Petróleo, contó que el Executive MBA fue un punto de inflexión: «Mi experiencia en el IAE fue fantástica. Para alguien con formación técnica, hacer un MBA es un despertar. Me abrió la cabeza a otras industrias y formas de pensar». Calificó su paso por el IAE como “extraordinario”. “Aprendí mucho, lo disfruté mucho y es algo que recuerdo con mucho cariño”, agregó. Además de los aprendizajes, destacó el grupo de compañeros con los que aún hoy sigue en contacto: «El famoso ‘Grupo 10’. Seguimos apoyándonos mutuamente después de todos estos años».
Su carrera lo llevó por el mundo durante más de 25 años hasta que, en 2024, volvió a la Argentina para liderar las operaciones de Shell en la región. «Volví a una industria pujante, que muchas veces va a contraviento y marea, pero que ha crecido mucho», narró. En estos años, Shell se transformó en el país: «Empezamos con una historia en Downstream y hoy tenemos un negocio casi puramente de Exploración y Producción«. Para él, el potencial del país es enorme: «Argentina tiene una oportunidad única en el sector energético, y no podemos perderla«.
Para aprovecharla, advierte, la clave es la competitividad. «No podemos controlar todo, pero sí la seguridad, la eficiencia y los costos. Si hacemos las cosas bien, el sector puede generar empleo y riqueza para el país», sostuvo y agregó: “Argentina es un tomador de precios, tanto para petróleo como para gas, entonces competimos con el mundo para colocar nuestros productos”. En ese sentido, destacó que la competitividad no depende solo de las empresas, sino también del Estado: «Todos tenemos que empujar para el mismo lado: lograr una Argentina competitiva, en constante transformación, que genere empleo y riqueza para todos los argentinos. Eso es lo motivador de trabajar hoy en el país».
En un contexto donde la innovación y la tecnología están cambiando la industria, Shell apuesta fuerte por la digitalización y la inteligencia artificial. «La recolección y el buen uso de datos son fundamentales. En Argentina ya usamos modelos de IA para predecir la producción de los pozos, pero aún hay mucho por avanzar», dijo.
En cuanto a la transición energética, consideró que “va a pasar, es innegable”. “Empresas y gobiernos pueden tener opiniones, pero es una realidad”, agregó. “Los compromisos de Shell son públicos y accesibles para todo el mundo. Todas nuestras operaciones tienen un rol que cumplir”. También mencionó el papel del gas natural en esta transición: «La electrificación avanza y el consumo de energía crece con la computación en la nube y la inteligencia artificial. En ese contexto, el gas natural es un aliado clave de las energías renovables». Además, subrayó el compromiso de Shell con la reducción de emisiones: «Nuestra planta en Sierras Blancas, en Neuquén, opera con energía renovable. Además, somos Gold Standard (Nivel 4) en OGMP, un programa global de Naciones Unidas para mejorar la precisión de las emisiones de metano y avanzar en su reducción».
Sobre el cierre de la charla, volvió a su experiencia en el IAE y dejó un consejo para quienes están evaluando invertir en educación ejecutiva: «El mundo cambia rápido. Para mantenerse competitivo, hay que seguir aprendiendo. Lo importante es entender para qué estás y qué te falta. Moverse, estar activo y no perder el tiempo es clave».
Fuente/Copyright: IAE Business School