Revista Alumni

Gabriela Michetti: “Las empresas son el otro lado de la problemática de la corrupción”

La vicepresidenta estuvo en el IAE y brindó una charla sobre transparencia gubernamental apropósito del cambio cultural al que apuntan como Gobierno en Cambiemos.
Publicado lunes 27 de noviembre de 2017

La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, estuvo en el IAE dando una conferencia sobre Gobierno abierto y transparencia ante un auditorio repleto de Alumni que tuvieron la posibilidad de hacerle preguntas de par a par.

“Lo primero que voy a hacer es leerles algunas cifras sobre la corrupción y la imagen de la Argentina en términos de negocios, de inversiones, de desarrollo y crecimiento para el país, porque si hay algo que está íntimamente ligado con lo económico es justamente lo que tiene que ver con la conducta que generamos entre gobierno y empresas, empresas y gobierno y empresas entre sí”, anticipó Michetti.

Pero antes, explicó que para construir un edificio hay que tener en cuenta que su fortaleza dependerá de los cimientos que tenga. “En los cimientos de un país está la cuestión de la ética”, expresó. De esa manera, intentó explicar cuál es el cambio cultural que desean inculcar desde Cambiemos. Se refirió entonces a la “viveza criolla” que muchas veces caracteriza al argentino y señaló: “Cuando se genera una reputación, la famosa frase hazte la fama y échate a dormir, pasa en lo personal y también con los países, que van tomando una forma”. Así, dijo que luego de “hacerse la fama” es muy difícil quitarse esa “reputación” de encima.

"Tenemos que hacer mucho esfuerzo durante estos años para demostrar que la Argentina ha decidido otro camino"

 

El primer número que mostró -entonces- fue el índice de la percepción de la corrupción del año pasado, elaborado por la Organización Transparencia Internacional. La Argentina obtuvo el puesto 95 de 176 países. “Encontrándonos alejados de países vecinos como Uruguay (puesto 21) y Chile (puesto 24). Estamos a mitad de tabla, pero muy lejos de los países que tienen buena imagen en términos de no corrupción”, expresó Michetti. Y agregó: “Una de las cosas que nuestro gobierno ha puesto como base del trabajo hacia adelante es que las reglas del juego, las normas, el estado de derecho, las leyes, sean respetados y que se note que son respetados. Ser y parecer. Tenemos que hacer mucho esfuerzo durante estos años para demostrar que la Argentina ha decidido otro camino en este sentido y que se ha hecho cargo de los años en que ha tenido una mala reputación y una mala conducta en términos de ética”.

Sin embargo, y para no perder el optimismo, unos minutos después la vicepresidenta mostró algunas cifras alentadoras. “En el índice global de datos abiertos nos encontrábamos en el puesto 54 y en tan solo un año logramos avanzar más de 30 puestos para encontrarnos hoy en día en los primeros 20 lugares”. Eso, dijo, tuvo que ver con decisiones rápidas en los primeros meses de Gobierno y que, según explicó, se emparentan por ejemplo con la ley de acceso a la información, con modificaciones en normativas relacionadas con la transparencia de datos públicos o la decisión en el Senado de que las páginas de las oficinas de las dependencias de los organismos hayan cambiado “notablemente” contando ahora con más información.

“Gobierno abierto es una de nuestras 100 prioridades de gestión”, contó. Y recordó que este mes el país ofició de anfitrión por primera vez en el Encuentro Regional de las Américas, donde se trabajan temas de corrupción y transparencia en todo el continente.

Apropósito del ámbito académico enfocado en los negocios donde la funcionaria daba su charla, Michetti señaló con énfasis el compromiso al que deben apuntar los empresarios en el camino de la transparencia que el Gobierno desea cosechar.

“Si las empresas no están luchando a la par de los legisladores o del Gobierno de turno que tiene esa bandera es muy difícil que se consolide esta conducta o manera de trabajar, porque las empresas son el otro lado de la problemática de la corrupción”, sostuvo.

Y añadió: “En la mayoría de los casos, las cuestiones de corrupción y de falta de ética se dan con una empresa o más o con una asociación de empresas”. Incluso, sugirió a los empresarios avanzar con propuestas en ese aspecto. Ser proactivos y tomar la iniciativa de proponerle al Estado algunas herramientas para implementar. Fue entonces cuando mencionó a la ley penal empresaria que el Gobierno envió al Congreso este año y que logró convertir en ley.

En lo personal, aseguró que viaja en clase económica cuando un vuelo dura menos de cinco horas, para dar el ejemplo. “Quienes trabajan conmigo me tildan de exagerada, pero es que el país necesita tanto esa cosa del ejemplo que éste es un momento en que hay que forzar y sobreactuar los ejemplos. Quiero transmitir que en esta lucha por generar una conducta que se transforme luego en una base, una bandera, en un valor cultural de la Argentina, todos tenemos que poner lo mejor de nosotros y las cúpulas de las empresas deben hacer lo mismo”, concluyó, mientras afirmó que el gran objetivo del Gobierno hoy es “trabajar en cuestiones culturales”.

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