Según un estudio que realizó el Centro CONFyE, el 82% de los encuestados considera que la situación del COVID-19 lo ha llevado a valorar más a su familia y fortalecer vínculos interpersonales
El teletrabajo se instaló por fuerza mayor en muchos hogares del país y ocho de cada diez empleados señaló que le gustó vivir esta experiencia. La mayoría, 82%, considera que la situación del COVID-19 lo ha llevado a valorar más a su familia y a fortalecer los vínculos con las personas que se quieren. Los datos surgen de un estudio elaborado recientemente por el Centro Conciliación Familia y Empresa (CONFyE) del IAE Business School realizado a más de 500 personas que trabajan para empresas de más de 50 empleados.
La investigación demuestra “una vez más que la familia es el pilar de las
personas, el refugio para enfrentar los malos momentos y para salir fortalecidos de ellos”, explicó Patricia Debeljuh, Directora de CONFyE. “Además, un aspecto positivo es que las personas han podido mostrar o contar más sobre su realidad familiar y acercar así esos dos mundos para compartirlos no solo con sus jefes, sino también con sus compañeros de trabajo”, agregó Debeljuh.
Otro dato optimista que arrojó el estudio es la percepción de los encuestados acerca del teletrabajo y el rol de sus jefes: un 91% se consideró capacitado para hacer “home office” y un 80% reconoció que su líder fomenta la confianza y le da la libertad necesaria para organizar el modo de trabajar y adaptarse a esta nueva modalidad. Sin embargo, un 40% señaló no tener objetivos de trabajo bien definidos y alcanzables dentro de la jornada laboral.
En cuanto al apoyo tanto emocional como instrumental por parte de sus empleadores, si bien el 81,3% indicó que desde la empresa para la que trabajan fueron provistos del equipamiento necesario para teletrabajar, un 58,4% manifestó la falta de apoyo emocional para acompañar la realidad familiar por parte de sus empleadores. Respecto a las capacitaciones, la amplia mayoría señaló que los cursos de capacitación se centraron en el uso de herramientas tecnológicas (46%) y en el trabajo virtual en equipo (35,1%). En este sentido, se detecta una oportunidad importante de capacitación en temas no técnicos como la gestión del tiempo, la comunicación efectiva, la conciliación familia-trabajo, entre otros.
Diferencias entre mujeres y hombres
En lo que hace al impacto del teletrabajo en el desarrollo de competencias, las mujeres, proporcionalmente más, creen que el teletrabajo genera un bajo desarrollo de la gestión del tiempo (17,8%); mientras que los hombres, proporcionalmente más, creen que el teletrabajo desarrolla competencias como, alto nivel de flexibilidad (52,6%) y alto nivel de autodisciplina (52,1%)
Otro dato llamativo que arrojó esta encuesta es que el 83,4% de los casos se ha involucrado más en las tareas del hogar, donde los hombres proporcionalmente más manifestaron estar de acuerdo con esta afirmación (30%).
Asimismo, el 25,7% de las mujeres encuestadas afirma tener un alto nivel de dificultad para realizar las tareas domésticas, apenas un 9% de los hombres coincidió con esta afirmación y un 65% de ellos señaló un nivel de identificación entre bajo y nulo. Y, mientras un 31,4% de las mujeres indicó que la superposición de tareas domésticas y laborales le generó un alto nivel de desgaste, solo un 15% de los hombres coincidió con ese punto.
Pospandemia
Mirando hacia adelante, el 53,3% señaló que luego de que pasen los efectos del COVID-19, le gustaría seguir teletrabajando, siempre y cuando la empresa les dé las facilidades, el acompañamiento y la capacitación requeridos.
En relación con esto, Debeljuh señaló que si bien está claro que “las empresas han apoyado a las personas que están teletrabajando, brindándoles apoyo emocional e instrumental, aún falta mucho ya que al extenderse la cuarentena, el apoyo emocional que brindaron en un principio hay que sostenerlo en el tiempo”.
“Creo que la experiencia que estamos viviendo este tiempo tiene que servir para pensar cómo vamos a volver al trabajo y falta aún conciencia de lo que va a suponer esa vuelta. Tenemos que aprovechar este tiempo para capitalizar esta experiencia como un aprendizaje que nos posibilitará volver a trabajar de otra manera, más flexible y sobre todo para que ese retorno siga respetando la realidad familiar de los empleados,” concluyó la experta.
La Directora de CONFyE contó que esta investigación lanzada en Argentina fue replicada en otros países a través de las distintas escuelas de negocios asociadas al IAE. En este momento, el Centro CONFyE está trabajando con académicos de la región para elaborar un informe regional a partir de las diferencias significativas que ha arrojado este estudio en los distintos países.