Fabiana De Nicoló (EMBA 1997), CEO de Southbridge Insurance Company

-¿Qué significa para vos ser finalista del Premio Ejecutiva del año 2020?

-Es un enorme reconocimiento a toda la labor de estos 5 años en Chile y sin lugar a dudas me sorprendió pero, mirando la trayectoria de mi carrera, creo que es un buen mensaje para las mujeres profesionales que día a día trabajan para alcanzar sus sueños y es importante para visibilizar a las mujeres en puestos directivos, que en Chile son muy pocas.

Llegar a un país diferente siempre implica un desafío grande, ya que la cultura, la forma de trabajar, la educación y la salud son distintas. Desde que asumí la posición de gerente general en AIG Chile en diciembre de 2015, no hubo un día en que no aprendiera algo nuevo. En cuanto llegué me pidieron hacer una reestructuración importante para mejorar los resultados, ya que AIG en Chile había decidido discontinuar varias líneas de negocio.

Logrado el objetivo, en 2016 las operaciones pequeñas de Latinoamérica y de Europa fueron vendidas, y comenzó un trabajo de due diligence muy estricto. En 2017, luego de mucha incertidumbre, se anunció la venta al grupo canadiense Fairfax . Pero, sin dudas, lo más interesante empezó en 2018, cuando se realizó toda la transformación organizacional, incluyendo la digital y cultural, para pasar de un modelo de negocio muy centralizado a uno descentralizado, donde la operación local se empoderó en la toma de decisiones.

Los resultados alcanzados –pasar del puesto 9 al 5 en el ranking de volumen de primas en el mercado de seguros generales–, logrados junto a uno de los mejores equipos técnico comerciales de alto desempeño en el país, y el lanzamiento de la primera compañía de seguros generales 100% digital, han contribuido a que me reconocieran entre las ejecutivas del año.

-¿Qué opinás sobre la inclusión de la mujer en el empresariado chileno?

-Lamentablemente, es muy baja. Al ritmo actual, llevará más de 20 años obtener la equidad de género. Todos sabemos que la diversidad es indispensable para lograr resultados exitosos.

En Chile aún hay cuotas para trabajadores extranjeros (tope del 15%) y recién en 2019 se aprobó una ley que obliga a las empresas a tener un mínimo de empleados discapacitados.

Falta mucho camino por recorrer, aunque hay intención del Gobierno para avanzar en esta materia. En la administración actual se creó el Ministerio de la Mujer y un registro público de mujeres para ampliar la participación de estas en los directorios.

-¿Por qué considerás fundamental que haya más mujeres en puestos de toma de decisiones en las empresas?

-Está comprobado que aumentan los resultados de las empresas. La pandemia ha sido un buen ejemplo de liderazgo femenino, ya que países liderados por mujeres, como Alemania y Nueva Zelanda, han sabido anticiparse, cuidar a la población y apelar a decisiones sensatas frente a otros donde las decisiones fueron tomadas tardíamente, sin la previsión suficiente en temas de salud y se llegó a extremos de tener que definir quién muere y quién sobrevive. Necesitamos una mirada más empática sobre los problemas sociales, que sin duda las mujeres pueden aportar.

Y creo que no solo debemos hablar de la inclusión de mujeres, sino de personas de distintas nacionalidades, edades, inclinaciones sexuales, capacidades especiales, etcétera, ya que nos proporcionan diversas miradas sobre la sociedad en el ámbito público y nos permiten llegar a diferentes tipos de clientes en el ámbito privado de las empresas. Entender las motivaciones de distintos grupos nos ayuda a desarrollar mejores productos y servicios para los clientes y beneficios para los empleados, y a tener una misión social más abarcativa como empresa.

-¿En qué consiste tu trabajo actual como CEO de SBI y cuáles son los próximos desafíos profesionales que te planteás?

-Mi tarea consiste en planear la estrategia futura y liderar en un entorno cambiante, acompañada de un equipo ejecutivo de primera línea.

El trabajo es permanente e incluye desde cómo conocer a los clientes para mejorar su experiencia con la empresa, hasta qué productos innovadores pensar, cómo tener una estructura ágil y flexible para adaptarnos a los nuevos entornos y ser siempre líderes en nuestra industria, cómo mejorar los resultados y cómo tener una misión consistente con las necesidades sociales, para poder dejar nuestra huella y colaborar con un propósito mayor, más allá de los resultados para nuestros accionistas.

En la industria aseguradora, el cambio climático es cada vez más relevante, ya que influye en las catástrofes naturales, el aumento de la expectativa de vida de la gente y sus menores pensiones, la incidencia de la salud en la calidad y expectativa de vida… Son temas para reflexionar por parte de quienes ocupamos posiciones de liderazgo, en pos de buscar soluciones para ayudar a mejorar la sociedad en la que vivimos.