Julián Cohen - CEO del Grupo Cohen
“El sinceramiento fiscal es una medida oportuna que permite la incorporación al sistema de mucho dinero que estaba fuera”
−Como CEO del Grupo Cohen, ¿qué claves le daría a una persona de clase media que desea realizar una inversión de aquí a 2019? ¿Qué resguardos debería tomar?
−Lo más importante es entender el objetivo particular de cada inversor, que además debe ser consciente de los riesgos que tiene que tolerar para lograr los objetivos. En nuestra experiencia, la mayoría de los inversores de clase media son instintivamente aversos al riesgo, por lo que naturalmente tienden a preferir un resguardo de su capital. Para esos casos, y considerando un horizonte de dos a tres años, nuestra sugerencia es invertir en los fondos comunes de inversión. Esta opción tiene claras ventajas para un inversor no avezado, que así puede delegar el criterio cotidiano sobre su capital a un equipo experto y dedicado, delineando de antemano el perfil de riesgo y retorno pretendidos, con protección de un regulador confiable y transparencia en todos los procesos. Los de menor riesgo son los de tasa fija, conocidos en el ambiente como “T+1”. Estos fondos buscan tener rentas mejores que las ofrecidas por los plazos fijos, y tienen liquidez diaria y una atomización natural del riesgo por la diversidad de instrumentos en los que invierten. Si se aumenta un poco el rendimiento –y, por lo tanto, la volatilidad− están los fondos de bonos, como el Cohen Renta Fija Plus. Estos fondos invierten en bonos argentinos con distintos plazos de vencimiento, en muchos casos superiores a la opción anterior. Los fondos de mayor retorno esperado son los de acciones o renta variable porque se nutren de las cotizaciones que estas tienen diariamente, además de la potencialidad de distribución de dividendos. Esto los hace potencialmente más rentables y, a la vez, más volátiles. Por lo tanto, se sugiere un período de permanencia algo mayor. De nuevo, la recomendación de la inversión resulta de la interacción particular de cada inversor con su entorno. Por ejemplo, yo soy muy optimista con la Argentina, y además estoy dispuesto a asumir volatilidad, por lo que he invertido en el fondo de acciones.
Yo soy muy optimista con la Argentina, y además estoy dispuesto a asumir volatilidad
−¿En qué aconsejan invertir el dinero ingresado a través del sinceramiento fiscal a los clientes del Grupo Cohen?
−Nosotros estructuramos ad hoc un fondo común de inversión cerrado para los adherentes a la ley de sinceramiento fiscal. Se trata de un instrumento de inversión que venimos fomentando desde Cohen para vincular cada vez más al mercado de capitales con la economía real, con el agregado de que el capital invertido en este fondo y otros del mercado de iguales características quedó exento del impuesto especial al blanqueo. Para el dinero blanqueado que no haya ingresado en esta alternativa −tras haber pagado el impuesto especial−, es menester hacer un análisis minucioso de la estrategia que se debe seguir para optimizar los retornos y su impacto impositivo a futuro. Hay instrumentos financieros que tienen muchísimas ventajas en su tratamiento impositivo respecto de otros. Típicamente, muchos de los activos del mercado de capitales que tienen oferta pública son muy eficientes a la hora de administrar una cartera que tenga menor costo tributario.
−¿Considera que el sinceramiento fue una medida acertada o errónea por parte del gobierno?
−Consideramos que fue una medida oportuna, en tanto que permite la incorporación al sistema de mucho dinero que estaba fuera del sistema. Ahora, el mercado de capitales puede capitalizar este caudal llevándolo a inversiones en el sistema financiero argentino. Asimismo, pensamos que es una gran señal positiva que la Argentina le brinda al mundo, un mundo que acelera los controles cruzados y la tecnología al servicio de la transparencia.
−La ley de sinceramiento, cuando permite blanquear posiciones accionarias o cuotapartes, dice que hay que indicar el porcentaje accionario de la empresa multiplicado por el activo de esa sociedad. Teniendo en cuenta que no se contemplan los pasivos, ¿esto le parece correcto?
−Me parece que fue un asunto que generó muchos inconvenientes. Es como el impuesto a los bienes personales: grava el activo y no descuenta el pasivo. No creo que sea ni correcto ni justo. Por otro lado, y siendo testigos del rotundo éxito logrado en los números, claramente este abordaje no parece haber disuadido a muchos contribuyentes que, mirando el contexto mundial y las ventajas generales y relativas de esta ley, optaron por adherirse y blanquear.