Claudia Akian, DPME 1990 y PAD 2001, es fundadora de Akian Gráfica Editora
–¿Cuándo y cómo nació Akian Gráfica Editora?
–Akian Grafica Editora fue fundada en el año 1955 en Buenos Aires por mi padre. Desde su inicio la impronta fue especializarse en trabajos gráficos sofisticados: orden y calidad fueron las bases de su fundación, dos valores que siguen marcando la forma de trabajar de la empresa. Akian Grafica Editora SA comenzó como un taller pequeño en el barrio de Barracas con equipamiento alemán. Alemania siempre fue el centro tecnológico de la industria gráfica. Ya en 1978 nos mudamos a las Cañitas a una planta de 2500 m2. Un espacio de diseño arquitectónico industrial con los avances de punta de la época. Las Cañitas en ese momento era un barrio olvidado de casitas bajas. Con el devenir del tiempo fuimos perfilándonos aún más en impresos de alta gama, tanto por su complejidad y materialidad, como para ampliarnos al mundo de las etiquetas de productos con alto valor agregado, cuyas plantas de envasado requerían distintos sistemas de impresión y de presentación. Pasamos a producir etiquetas en bobinas para cumplir con los mercados. En el área de los catálogos y/o libros hemos trabajado en profundidad en el mundo del arte. La reproducción de obra requiere de sutilezas que tienen que ser registradas por todo el equipo de trabajo. El libro de arte, más que una producto editorial, es un objeto que refleja a un artista. Esta impronta se ha extrapolado a otros sectores como el de Real Estate, por ejemplo.
–¿Por qué vieron que había una oportunidad?
–No podría decir qué oportunidad vió mi padre tantos años atrás. Creo que como hijo de inmigrantes el concepto de trabajo era parte de su ADN y su vocación por la armonía estética hizo que encontrara en las artes gráficas un canal para poder manifestarlo y transmitirlo a las generaciones que lo siguen.
–¿Cómo es el diseño gráfico en la Argentina? ¿Hay innovación?
–El diseño gráfico es excelente en la Argentina. Los profesionales se destacan por sus cualidades creativas y no solo trabajan localmente sino también exportan. Por ejemplo, en el mundo del diseño para la industria de la vitivinicultura hay estudios que diseñan para importantes bodegas extranjeras; lo mismo ocurre con los diseñadores que se especializan en libros de arte. Esto empuja a las imprentas a estar actualizados. Los diseñadores gráficos argentinos que se destacan son aquellos que nutren su carrera universitaria formándose en otras áreas que enriquecen su background y cuya tarea va mucho más lejos de armar un original para el cliente. Aportan conocimiento, competencia y creatividad.
–Con el avance de la tecnología, ¿cómo está cambiando la industria?
–La industria gráfica en general y a nivel mundial sufre de una retracción en distintos mercados. Especialmente en la comunicación masiva. La digitalización ha reemplazado piezas impresas. Esto no ocurre en el packaging donde aún hoy hay crecimiento debido al aumento de productos que se comercializan, a la reducción de los contenidos en los envases, la variedad de familias de un mismo artículo. En cuanto a los libros de lectura, si bien los e-books han tenido gran penetración, el libro de papel sigue manteniendo su vigencia. Akian Gráfica se especializa en productos de lujo donde la masividad de lo digital no representa una amenaza sino una complementariedad. Como menciono antes, un libro de fotos de artista, por ejemplo, no es un conjunto de imágenes bien tomadas, es un objeto que tiene una curaduría de contenido académico, de color y visual que es difícil de reemplazar.