La conferencia anual de compliance puso su foco en este 2021 en una cuestión que despierta gran preocupación: ¿Por qué los programas de compliance fallan? Para responder a esa pregunta, la primera jornada reunió a expertos en distintas temáticas que reflexionaron sobre los riesgos a tener en cuenta.
En primer lugar, el Director del Centro de Gobernabilidad y Transparencia del IAE, Matthias Kleinhempel, dio inicio al primer encuentro sobre los cumplimientos normativos que debe llevar adelante una empresa y reconoció: “Hablar sobre fallas no es agradable, pero es un excelente punto de partida para desarrollar ideas y conceptos para mejorar”.
¿Por qué fallan los programas de compliance y la gestión de riesgo?
Para dar contexto al funcionamiento de los programas de compliance, Kleinhempel consideró que en varias ocasiones dentro de grandes empresas esos planes de comportamiento “son muy sofisticados y funcionan bien, pero a veces los resultados son terribles y dañan a la compañía y a todos los involucrados”.
“Se piensa que los errores son de un factor humano, que está fuera del alcance del compliance, pero quizás no es así. La realidad es que un sistema puede no ser adecuado para su fin. Para que los programas de compliance tengan un impacto real los ejecutivos tienen que comprobar qué funciona y qué no”, aconsejó.
“Un programa de compliance solo puede alcanzar su meta si puede adaptarse a los objetivos de la organización. Esto requerirá que las empresas apliquen un enfoque más amplio de sus programas de compliance. Un primer paso es revisar el proceso de riesgos y ética”, puntualizó.
Los problemas detrás de la implementación de los programas de compliance
Por su parte, Lorenzo Preve, Director del Área Académica Economía y Finanzas del IAE, explicó que la implementación de los programas de compliance generan ciertos problemas. “Si haces programas solo porque te lo piden tiene poca utilidad porque alguien lo hace solo para decir que lo tiene”, comenzó.
“La única manera de que funcione es empezar por el convencimiento y la motivación de todos los miembros de una organización de que una compañía necesita cumplir con las normativas, medir sus riesgos y gestionarlos adecuadamente”, aseguró.
Por eso, sostuvo que el compliance tiene que conformarse como una “cultura” dentro de la organización, cuyos contenidos se internalicen a través de lecturas, juegos, trivias y otras actividades que permiten la incorporación del concepto del cumplimiento.
“Los modelos que funcionan son los que están hechos por la organización, no los que vienen de afuera. Cuando la organización se pone a trabajar en una capacitación y concientización sobre los mapas de riesgo de compliance, cuáles son los determinantes de ese riesgo y cómo anticiparse, la gente se motiva y vive ese programa de manera integral”, confió el Director del Área Académica Economía y Finanzas del IAE.
Nuevos desafíos
Por último, entre los desafíos que se pueden presentar a las empresas a la hora de aplicar programas de compliance, Preve distinguió la importancia de que todos los que componen las organizaciones el modelo de normativas como quienes lo crearon.
“Con los de arriba hay que avisar que van a pasar cosas que duelen. Lo que dice la organización no es del todo bien recibido. Es parte del diagnóstico y de los potenciales problemas. Si hay alguna sospecha de que la gente va a tener miedo de hablar frente a la organización, mi consejo es separar los grupos. Es muy importante que la gente sienta que va a crear el modelo”, indicó Preve.
“El modelo ideal es armar un grupo representativo para que todos los riesgos se identifiquen. Hay riesgos que los ve el que está arriba, el de la big picture, y otros que los ven quienes están cerca del problema. Entonces los necesitas a todos. Mi recomendación siempre es hacer una breve capacitación de por qué estamos ahí, pedirles que hagan una identificación de riesgos individual y después trabajar en equipos lo más heterogéneos posible para identificar luego todos los riesgos”, concluyó.