Los influencers tomaron la posta en el ciclo de marcas del IAE, titulado “Creatividad en el marketing y las comunicaciones”. La aparición de las redes sociales generó una disrupción con respecto a la relación de las marcas con sus clientes, que ahora buscan mantener una relación más cercana y personalizada.
“Lo digital ha revolucionado la profesión y la ha democratizado. Hoy las pymes pueden generar contenido publicitario que antes era más difícil por la inversión que había que hacer”, dijo el profesor de marketing del IAE Pablo Alegre, que moderó el panel “La disrupción de las marcas”.
Fueron tres los influencers –personas que tienen muchos seguidores en las redes sociales e influyen en la toma de decisiones a través de recomendaciones– que contaron sus experiencias: Valu Ramallo (cocinera), Grego Roselló (comediante) y Meme Bouquet (DJ).
“Soy cocinera, estudié gastronomía de hobbie. También estudié psicopedagogía, –comenzó contantando Valentina–. Subía recetas a las redes sociales de cansada que mis amigas me las pidan todo el tiempo. Después empecé a trabajar en un restaurante que no tenía carta, entonces empecé a animarme a probar cosas nuevas. Ahí me empezó a seguir gente que ya no conocía. Entonces me di cuenta de que estaba creando algo y de la nada fue creciendo”.
“Soy cocinera, pero me dedico a la pastelería”, siguió Valu, que tiene 232 mil seguidores en Instagram. Y añadió: “Después me empezaron a auspiciar marcas. También doy clases y grabo recetas en TN y Canal 13; y estoy empezando a viajar con una agencia para hacer tours gastronómicos”.
Por su parte, Grego, que tiene un millón de seguidores en Instagram, comentó que de chico sabía que quería hacer reír a la gente. “Viví cuatro años en Estados Unidos cuando estaba en el colegio. Ahí me compré una cámara y grababa todo. Después volvimos a la Argentina y fui a uno de los colegios más caros del país. Sabía que quería ser comediante y salir en televisión, pero como plan B estudié historia”, contó.
“Cuando tenes ventipico años no te puede sobrar el tiempo. Yo cursaba nueve materias por semestre y a la noche hacía shows. Después empecé con las redes sociales de casualidad. En marzo de 2015 empecé a hacer videos y en septiembre se comenzaron a visibilizar. Lo hice sin que nadie haya sentado un precedente. Tuve constancia y nunca cedí a hacer algo que no me gustara”, agregó, y contó que también conduce el programa Redes por ESPN.
En tanto, Meme Bouquet, dijo que a diferencia de los demás, él buscó a las marcas para que lo auspicien. “Estudié diseño gráfico y laburé en una agencia de publicidad. Pero tenía mi teléfono y ponía música en los cumpleaños y preboliches con mis amigos. Un día, en un casamiento de un amigo en Tandil, el DJ comenzó a poner toda tipo de música mezclada y mala, entonces me pidieron que yo me haga cargo de musicalizar. Eran todos conocidos y amigos que jugaban conmigo al rugby”, comenzó a contar.
“Desde ese entonces me empezaron a llamar para pasar música. Ahí dije ‘acá hay algo’. En ese momento el boom era Facebook y pensé ‘cómo puedo hacer para laburar de esto que me gusta a mí’. Empecé a producir fiestas y a usar auriculares rosas, que no era común. Entonces hice todo el branding, repartiendo calcomanías rosas en las fiestas que después pegaban en sus autos. La idea era que la gente se enterara de la fiesta y quisiera estar ahí”, siguió el Dj, que tiene 393 mil seguidores en Instagram y 26 mil en Facebook.
“Cerrábamos Pachá con 3 mil personas. Entonces me alié con marcas para que me dieran cosas y las sortié con la gente. Después poníamos banners en las fiestas, que en ese entonces no era común, y la gente se sacaba fotos y después se buscaba en las redes. Así se comenzó a generar un canal de difusión muy grande”, agregó.
“También tomé el boliche Asia de Cuba en Puerto Madero. Me hice cargo de musicalizarlo y de convocar gente todos los jueves. Fue un éxito. Al año y medio lo dejé y comencé a ser contratado, pero en distintos boliches. Ya tenía un nombre así que empecé a poner música en pocos lugares y a cobrar caro, para aparecer poco”, contó Meme.
“Mi cuenta es una red social que no tiene nada especial en la forma de armarla, pero le dedico mucho tiempo”, dice Grego.
En tanto, Valentina contó que al principio subía solo recetas y que con el tiempo empezó a mostrar más cosas sobre ellá. “Me fui una semana de vacaciones con mi novio y no subí ninguna receta, pero mi cuenta sumó 4 mil seguidores. A la gente le divertía ver lo que hacíamos”, dijo.
“La gente quiere saber cosas que no conoce, la intimidad de uno. Es agotante a veces. Se te va la vida viendo el teléfono porque laburas 24 horas”, concluyó Meme.