Dentro de la conferencia anual de “Tecnología, Inteligencia Artificial y Blockchain” en el ciclo IAE de la semana pasada, el ingeniero en informática Alejandro Repetto disertó sobre diferentes proyectos que viene llevando a cabo y que se relacionan con la inteligencia artificial aplicada.
Repetto enfocó su charla en uno de sus proyectos: el auto autónomo, sin conductor. Es un proyecto que data de 2015, momento en que el actual presidente Mauricio Macri era jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Por ese entonces, el Gobierno les compró dos autos. Fueron los primeros de América Latina en lograr un proyecto de esas características.
"El auto autónomo genera muchos menos riesgos que una persona”
Según señaló, uno de los obstáculos que el ciudadano común suele anteponer a los autos robotizados son los posibles accidentes en los que puede incurrir. Pero Repetto citó en su charla a la empresa internacional McKinsey al decir que con este tipo de autos se reducirán los accidentes en un 90%. Además, citó a la compañía KPMG que llega a una cifra similar. “Pero lo que no dice ninguno es que ese 10% serían accidentes nuevos porque el robot no se duerme, no se emborracha, no se distrae”, adujo. Y explicó que estos autos generarán un cambio en el negocio de la industria automotriz y en la del seguro, “ya que el auto autónomo genera muchos menos riesgos que una persona”.
Más tarde, Repetto contó que está incursionando en la industria agrícola con la intención de disminuir la cantidad de agroquímicos que se utilizan en las cosechas. “Lo hacemos con un extractor de malezas y una detección de malezas mecánica. Además, que están desplegando 1000 sensores en la ciudad de Buenos Aires que, en su mayoría, son meteorológicos y que miden precipitaciones, temperatura, contaminación ambiental y sonido y que van a ser datos abiertos para la Ciudad. “Además estamos poniendo 200 sensores en los cajones azules de carga y descarga para controlar que se usen bien”, dijo, mientras explicó que la idea es comenzar a “virtualizar” la ciudad.
Por último, el ingeniero propuso tener una fuerte mirada a futuro al momento de innovar. “Si no miramos 15 años para adelante probablemente las decisiones que tomemos hoy con el diario de ayer sean horribles”, concluyó.