El panel de Creatividad "Volate la peluca" fue otra de las charlas más relevantes del Alumni Day. En este caso el foco fue cómo mantenerse positivo en momentos complejos.
Uno de los alumni que participó del panel y relató su carrera profesional en paralelo con su vida personal fue Esteban Wolf, alumni del DPME 2002 y 2011 (lo tomó dos veces) y CEO de la heladería Chocorisimo. “Alguna vez en la fundación Endeavor me tildaron de emprendedor serial, yo creo que soy un fracasado serial por la cantidad de veces que he intentado hacer cosas en este país y fracasé. Los emprendedores somos locos lindos, algunos quieren dejar alguna huella, otros quieren ganar plata y otros quieren llevarse el mundo por delante, yo considero que los emprendedores siempre queremos hacer”, dijo.
Wolf contó que en su niñez vacacionaba junto a su familia en Miramar los tres meses del verano. En ese lapso su padre viajaba a Capital Federal para poder cumplir con sus obligaciones laborales. Pero en uno de esos viajes no volvió: “cayó preso”, contó Wolf. Fue por una estafa. La madre de los chicos les comunicó entonces que se separaría de él. Sin embargo, cuando salió de la cárcel, apenas dos semanas después de haber sido detenido, volvió a la casa y el matrimonio continuó. “Pero el tiempo pasó y papá volvió a caer preso”, añadió.
“A mis 15 años estuvo detenido seis meses. Había que pagar las expensas, teníamos un montón de gastos, y nos estábamos muriendo de hambre”, contó. Entonces, a él se le ocurrió vender las cosas, muebles que tenían, entre ellas, un auto. Fue así como el hombre que se lo había vendido en su momento a su padre le explicó que, en verdad, ese auto era mellizo. La familia, a pesar de todo, siguió adelante.
A sus 18 años, el padre volvió a caer preso. “Lo metió preso el FBI, por estafas reiteradas en Estados Unidos”, explicó. Estuvo preso en Devoto varios años. Comprendió así que seguir consejos paternos -lo que usualmente se recomienda hacer- no era conveniente. Su madre, en tanto, le insistía con que estudie. Pero Wolf no lo hizo, y comenzó a emprender numerosos proyectos que, si bien parecían prometedores y en un principio funcionaban, luego fracasaban.
El tiempo pasó y ahora se dedica a un proyecto que comenzó en 2013 junto a un amigo; él tenía una fábrica de helados con tres heladerías y le pidió a Wolf que le compre la fábrica. Eso fue en 2013.
Para 2016 ya tenían 20 sucursales, este año tienen 30 y para el año que viene esperan tener 40. “Cuento esto porque finalmente me fue bien, tengo mi casa, dos autos, me va bien, y aprendí. Sigo siendo un fracasado serial, me encanta, me divierte emprender en Argentina y me divierto cuando nos va mal. No soy inteligente, terminé estudiando, soy alumno del IAE y creo que hay que capacitarse, pero creo que el éxito se basa en insistir. Los emprendedores tenemos que subirnos a todos los trenes, hasta encontrar el correcto”, concluyó. Además, dijo que para hacer esto nunca se lo puede hacer solo.
La alumni del DPME 2017 y socia de Grupo Empresario SRL, Julieta Sánchez, también compartió su experiencia con los alumni que oían al panel desde la tribuna. “Yo me considero emprendedora, pero con la diferencia de que la vida me detuvo, me frenó, yo venía a full, con energía, con 20 mil proyectos”, comenzó. Sánchez contó que antes de que su vida se paralizara comía en su auto y también se cambiaba de ropa allí, ya que tenía varios trabajos. “Pero un día, aunque la vida me venía dando avisos, me agarró una crisis muy profunda, emocional”, contó. Antes de que eso le suceda, Sánchez contó que se sentía en la cresta de la ola, con ofertas laborales, y que no paraba.
En noviembre de 2016, coincidentemente el mismo día en que dio la charla en el IAE, la alumni tuvo un accidente de auto cuando volvía de tener una reunión con los médicos que hacían el seguimiento de la rehabilitación de adicciones de un hermano. En ese accidente, se quebró la mitad de la cara, con lo que debieron ponerle prótesis de titanio y 78 tornillos.
Cuando sucedió el accidente, la alumni relató que, en las horas en que estuvo inconsciente, se sentía flotando y con una felicidad extrema. Incluso sentía la presencia de sus familiares alrededor de ella en la clínica y no los extrañaba porque sentía que estaba junto a ellos, presente. Sin embargo, en un momento comenzó a sentir que ellos tenían angustia, por lo tanto, esa paz que ella sentía comenzó a perturbarse. “Yo estoy convencida de que subí y bajé”, dijo.
Su rehabilitación llevo tiempo. “Ante una cosa así, o ante fracasos amorosos o laborales, siempre hay dos opciones: o te quedas o seguís. Siempre. Y si seguís, tenés que aprender porque sino no tiene sentido todo el padecimiento”, concluyó.
Además de Wolf y Sánchez, también participaron del panel el profesor invitado del IAE y especialista en Creatividad e Innovación, Álvaro Rolón, y el alumni del EMBA 1997 y CEO de Latinoamérica en Mindshare, Jorge Guglielmone. Al final de las charlas hubo un taller a cargo de “La Fabrica Teatral”, enfocado en cómo podemos motivarnos y motivar con la música.