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¿Qué depara el 2025 a las empresas? Los riesgos globales que están cambiando las reglas del juego

Conflictos geopolíticos, desastres climáticos, desinformación y ciberamenazas delinean un 2025 incierto, pero lleno de oportunidades estratégicas para las empresas que sepan transformar esos desafíos en motores de innovación, ética y resiliencia. En este contexto, el Compliance se convierte en la brújula capaz de guiar a las organizaciones a través de estas amenazas globales.
Publicado jueves 20 de febrero

El Global Risks Report 2025 del Foro Económico Mundial es un recordatorio de que el mundo no da tregua. Desde conflictos geopolíticos que tensan las relaciones internacionales hasta fenómenos climáticos extremos que sacuden economías enteras, el mensaje es claro: la incertidumbre llegó para quedarse. Y como si esto fuera poco, la desinformación, la polarización social y los riesgos cibernéticos completan un cóctel que ningún Compliance Officer puede ignorar. La buena noticia es que estos desafíos, aunque parezcan apocalípticos, también abren la puerta a oportunidades estratégicas.

Comencemos con los conflictos geopolíticos. La guerra en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente marcan un retroceso en la cooperación multilateral, mientras que el unilateralismo sigue ganando adeptos. Para las empresas argentinas, esto significa prepararse para un entorno global más fragmentado y menos predecible. Las sanciones internacionales, los aranceles inesperados y los giros repentinos en las políticas comerciales son el nuevo pan de cada día. ¿La solución? Anticiparse a los golpes como quien aprende a bailar en un piso que tiembla.

El cambio climático, que ahora parece quedar relegado a la agenda de las cumbres internacionales, debería estar en la de tu empresa. Sequías, incendios y tormentas inesperadas están reconfigurando cadenas de suministro, alterando mercados y redefiniendo las expectativas regulatorias. Ya no se trata de "verse bien" adoptando políticas verdes, sino de garantizar la supervivencia. En sectores como el agroindustrial, los compromisos ambientales serios sintetizan la manera de mantenerse en el juego.

Y luego está la desinformación, esa amenaza omnipresente que convierte rumores en realidades virales. La inteligencia artificial generativa amplifica este fenómeno, creando desafíos reputacionales que pueden escalar en segundos. Un malentendido en redes sociales ya no es algo que se arregla con un comunicado tibio; requiere velocidad, precisión y, sobre todo, un equipo de Compliance preparado para manejar crisis en tiempo real.

La ciberseguridad es otro frente de batalla. El espionaje digital y los ataques cibernéticos no son historias de películas de espías; son riesgos cotidianos que pueden paralizar operaciones enteras. Proteger datos sensibles y garantizar la integridad de los sistemas es tan esencial como pagar los sueldos.

Por supuesto, América Latina no se queda atrás en esta lista de desafíos. El crimen organizado y el lavado de dinero siguen siendo actores relevantes en la región. Estos riesgos afectan la reputación corporativa y pueden llevar a los directores a un roce áspero (e interminable) con la Justicia Federal. Tener sistemas de monitoreo avanzados y una debida diligencia constante es imprescindible para operar con integridad en un entorno tan desafiante como el nuestro.

Finalmente, el informe destaca la polarización social como un riesgo crítico. En un mundo donde las divisiones son cada vez más profundas, las empresas deben reforzar su cultura organizacional. Será clave promover valores éticos sólidos, que eviten la naturalización de ciertas conductas inmorales bajo la excusa de la inevitabilidad. Cambiar paradigmas como “tengo que cerrar el negocio si no opero así” es una estrategia inteligente (y probablemente la única) para construir confianza en tiempos convulsos.

Pese a todo, el informe no es un canto al pesimismo, sino un llamado a la acción. Los riesgos globales, por complejos que sean, pueden convertirse en motores de innovación, ética y resiliencia para quienes decidan abordarlos con visión y estrategia. En un mundo donde lo inesperado es la norma, el Compliance es la brújula que guía a las organizaciones a través de estas turbulencias. El futuro pertenece a quienes están listos para convertir el caos en ventaja y los riesgos en oportunidades.

Fuente/Copyright: Raúl Saccani