El jueves 29 de agosto se llevó a cabo el tercer encuentro del Club IFREI del Centro CONFyE de IAE Business School, bajo el lema “Puentes entre culturas para adaptarse a diversos contextos culturales y estilos de pensamiento”. El evento, realizado en la sede de Fundación Telefónica, contó con la participación de destacados expertos en diversidad e inclusión, tanto de manera presencial como virtual.
El encuentro se estructuró en dos partes: una académica y otra de buenas prácticas en diferentes organizaciones. Luego de una introducción a cargo de la profesora y directora de CONFyE, Patricia Debeljuh, la jornada comenzó con la presentación virtual de Ángeles Destéfano, PhD candidate de la Universidad Austral y Senior Manager de Diversidad, Equidad e Inclusión en una minera canadiense, quien se conectó desde Toronto. Destéfano abordó la importancia de la inteligencia cultural en el liderazgo global, destacando que, en un contexto de creciente diversidad en las organizaciones, la capacidad de adaptarse a diferentes culturas es clave para el éxito personal y organizacional. "La diversidad es un hecho, pero la inclusión es una decisión", afirmó, subrayando la necesidad de crear entornos inclusivos que potencien el talento de los equipos multiculturales.
La inteligencia cultural, coeficiente cultural o CQ (por su sigla en inglés) es la capacidad de una persona para adaptarse y trabajar eficazmente en entornos multiculturales. A diferencia del coeficiente intelectual (IQ) o del coeficiente emocional (EQ), el CQ se centra en cómo una persona maneja la diversidad cultural y cómo puede interactuar con personas de diferentes orígenes y culturas de manera efectiva.
La importancia del CQ en el liderazgo global
La gestión de la inteligencia cultural en las organizaciones es clave por diversas razones:
- Las comunidades y los lugares de trabajo están experimentado un nivel de diversidad récord.
- Las fusiones y adquisiciones internacionales suelen enfrentar desafíos significativos relacionados con las diferencias culturales.
- Existen desafíos para fomentar la colaboración y mejorar el éxito organizacional.
- Adaptarse y liderar eficazmente en entornos culturales diversos es esencial para el éxito en el mercado actual.
Las dimensiones del CQ
El CQ se compone de cuatro dimensiones principales:
- Motivación: Es el interés y la disposición de una persona para aprender y adaptarse a nuevas culturas. Implica la curiosidad y el deseo de interactuar con personas de diferentes antecedentes culturales. Puede ser intrínseca (es decir, por simple curiosidad) o extrínseca (en busca de algún objetivo).
- Conocimiento: Es el conocimiento sobre normas, prácticas y convenciones culturales. Incluye comprender las diferencias culturales en áreas como la comunicación, las relaciones interpersonales y las expectativas en el lugar de trabajo.
- Estrategia: Se refiere a la capacidad de planificar y revisar las interacciones interculturales. Implica ser consciente de las diferencias culturales y adaptar las estrategias para comunicarse y colaborar de manera efectiva.
- Acción: Es la capacidad de ajustar el comportamiento para adaptarse a diferentes normas culturales. Esto incluye cambios en la comunicación verbal y no verbal para alinearse con las expectativas culturales de los demás.
La importancia del autoconocimiento
Como en otros desafíos de inclusión, para mejorar la inteligencia cultural, es imprescindible trabajar en el autoconocimiento de cada colaborador, en este caso, sobre sus valores culturales, incluyendo:
- La distancia con el poder. Saber si a la persona le gusta trabajar con baja distancia (por ejemplo: si suele tutear a las personas) o alta distancia. Alguien “baja distancia” tiene que tener cuidado con la cadena de mando al hablar con alguien “alta distancia”.
- La evitación de la incertidumbre. Las personas de “baja evitación de la incertidumbre” están dispuestas a arriesgarse sin mucha reflexión previa, hacen énfasis en la flexibilidad en vez de en la planificación.
Gestionar la inteligencia cultural de las organizaciones mejora la colaboración en equipos diversos; aumenta la efectividad en mercados internacionales; fomenta la innovación; reduce el riesgo de conflictos; y desarrolla líderes globales. A partir de una autoevaluación de nuestro coeficiente cultural, podemos mejorar la colaboración y la efectividad y potenciar nuestro desarrollo profesional en un mundo cada vez más interconectado.
A continuación, Agustina Catone, directora de Negocio Responsable de Telefónica Hispanoamérica, compartió su experiencia en la gestión de una empresa con más de 100 mil empleados de más de 100 nacionalidades. Catone destacó que, si bien la multiculturalidad ha sido siempre un componente central de los vínculos humanos, la tecnología ha potenciado la convivencia diaria con la diversidad. Para ilustrar los desafíos de la gestión de la multiculturalidad, mostró fragmentos de la guía de desconexión digital de Telefónica, donde se comparten las fechas de feriados y días festivos y los husos horarios de cada país en que opera la multinacional.
El encuentro también contó con la participación virtual de Juan Pablo Betancourt, director regional de RRHH de Súper Repuestos en El Salvador, quien compartió su experiencia en la gestión de equipos en diferentes contextos culturales, especialmente durante los 20 años que trabajó en HSBC. Luego, José Benítez, relocation manager de Deutsche Bahn, desde Nuremberg, Baviera, Alemania, resaltó la importancia de comprender y adaptarse a las diferencias culturales ante la movilidad internacional del talento.
Por su parte, Carolina Florez, VP del programa global "Women in Tech" de Oracle, reflexionó sobre los sesgos inconscientes y la importancia de la empatía y la curiosidad en la gestión intercultural. "La curiosidad y la empatía son claves para entender qué vive el otro y cómo podemos construir juntos", comentó.
El III Encuentro del Club IFREI fue una oportunidad para explorar cómo las organizaciones pueden construir puentes entre culturas y fomentar un liderazgo inclusivo y efectivo en un mundo cada vez más globalizado. Las presentaciones y los intercambios dejaron claro que la inteligencia cultural es una habilidad esencial para enfrentar los desafíos del liderazgo global y crear equipos más diversos y exitosos.
El Club IFREI es una red de empresas promotoras de una cultura flexible y de la responsabilidad familiarmente corporativa, un espacio de reflexión y análisis que genera, en un ámbito académico, sinergias entre los diferentes sectores: ámbito público, sindicatos, ONGs, empresas, organismos internacionales.
Las empresas que conforman el Club IFREI ya han implementado políticas de flexibilidad laboral o programas en torno a la mejora de la calidad de vida de sus colaboradores y sus familias; o tienen interés en hacerlo y buscan conocer experiencias de buenas prácticas en otras organizaciones.
Fuente/Copyright: IAE Business School