El ciclo de Economía y Finanzas de IAE Alumni contó con la participación de Alfonso Prat Gay, exministro de Hacienda y Finanzas Públicas. En un diálogo con Santiago Bulat, Prat Gay abordó los desafíos del gobierno de Javier Milei a la luz de su experiencia en la gestión pública.
Preocupaciones sobre el enfoque económico del gobierno
Prat Gay abrió la conversación destacando su preocupación por el enfoque unidimensional del gobierno actual en la lucha contra la inflación. Según él, el gobierno de Javier Milei se está concentrando exclusivamente en este aspecto, sin considerar la complejidad y las múltiples dimensiones de la economía. "La economía es mucho más que la inflación. Requiere un equilibrio general y una coordinación de diversas políticas para lograr resultados sostenibles", explicó Prat Gay. Recordó que otro caso histórico de enfoque unidimensional ocurrió en la presidencia de Raúl Alfonsín en 1983, quien, con un mandato claro sobre la democracia, descuidó los retos económicos. “El riesgo que yo veo es que el gobierno piense que sin inflación se come, se educa, se cura, se crece, etc”, dijo.
La coordinación entre el Banco Central y el Ministerio de Economía
Al abordar la situación actual del Banco Central y el Ministerio de Economía, Prat Gay expresó su confianza en el equipo liderado por Santiago Bausili y Vladimir Werning. "Es un lujo contar con ellos en la conducción. Marcelo Griffi, a quien conocí en el Banco Central, también ha sido fundamental," comentó. No obstante, destacó la necesidad de restaurar la independencia del Banco Central, algo que considera crucial para avanzar en una estabilidad económica duradera. “Es cierto que en medio de una crisis el punto entre coordinación e independencia es complejo. Yo lo viví de los dos lados. Siempre hay áreas solapadas que son un problema y creo que la decisión de Milei en este momento fue evitar ese riesgo”, reconoció. No obstante, consideró que, si realmente se cree en la institucionalidad, habría que mandar los pliegos con los nombramientos al Senado para su aprobación.
Shock fiscal y gradualismo cambiario y monetario
“El cepo siempre es un problema”, advirtió. “Nosotros salimos en una semana porque no teníamos mucha opción, había que tomar coraje y apretar los dientes”, narró. “Siempre hay un sobresalto cuando salís del cepo y el gobierno aún no terminó de definir qué quiere hacer con eso”, opinó. “Yo hubiera levantado el cepo el primer día”, dijo. Para él, la gestión actual quedó como a mitad de camino y trazó un paralelismo con el gobierno de Macri: “Nosotros tuvimos shock en lo cambiario y monetario, y gradualismo en lo fiscal. Acá tenés lo opuesto: shock fiscal, que es más difícil de conseguir, pero eligieron un camino de gradualismo cambiario y monetario que va a ser difícil salir”. Anticipó que, en cuanto se salga del cepo, “va a haber un pequeño sobresalto y eso no es políticamente digerible para un gobierno que te promete todos los días que la inflación va a ser un poco más baja”.
Una inflación del 4% mensual es alta
Prat Gay también abordó el tema de la inflación: señaló que, a pesar de la disminución actual, la batalla contra la inflación es aún larga y compleja. "El gobierno se muestra confiado en la baja de la inflación, pero debemos ser cautelosos. La inflación subyacente está mostrando señales de estabilidad, pero aún hay muchos ajustes por realizar, incluyendo el ajuste de tarifas", explicó. Prat Gay comparó la situación actual con la de otros países, como Ucrania, que, a pesar de estar en guerra, tiene una inflación anual mucho más baja (del 5% anual). “Me preocupa que festejemos un 4% mensual y que la inflación subyacente está mostrando señales de estabilidad cuando todavía quedan muchos ajustes por hacer, como los de tarifas”, agregó.
Cuando se gane la batalla contra la inflación
Prat Gay planteó que, una vez que se considere ganada la batalla contra la inflación, la pregunta es qué viene después. “La sociedad después reclama más”, anticipó y planteó el interrogante de cuándo se recuperará la economía. El Gobierno en este momento necesita la recuperación económica para que se extienda el periodo de paciencia, para empezar a ver una reasignación del ajuste fiscal, que haya una recuperación de los ingresos, para poder ir orientando mejor alguno de los capítulos del gasto. Pero, por el otro lado, también le viene bien una recesión porque le baja las importaciones, que es el punto más débil del panorama actual, el nivel de reservas, y le baja un poco la presión de la demanda sobre la inflación.
En el gobierno, “no hay idea de equilibro general”, planteó. “Milei es el economista en jefe del gobierno, pero no es un macroeconomista, es un experto en teoría monetaria”, sostuvo y argumentó que esa es la causa por la cual el mercado lo corre con el cepo. “La sensación es que Milei está peleándose con el pasado y no nos está explicando cuál es el futuro”, resumió.
La lluvia de inversiones que se hace esperar
En cuanto al mercado financiero y la inversión, Prat Gay señaló que el gran desafío es construir una estabilidad que vaya más allá del corto plazo. Criticó la facilidad con la que el mercado financiero entra y sale de Argentina, lo que puede generar volatilidad y falta de confianza. “El problema con la política económica de Cambiemos fue permitir que el mercado entrara y saliera con demasiada facilidad”, dijo.
Con respecto a la inversión de mediano y largo plazo, consideró que “a Milei le juega en contra la historia argentina de falsos arranques” y que, en ese tipo de desembolsos, el riesgo país es un impedimento grande porque es eleva la tasa de descuento de cualquier proyecto de inversión y muchos no son viables ni con las ventajas del RIGI. Para Prat Gay, el alto riesgo país también es un recordatorio de que el gobierno en algún momento va a tener que refinanciar los vencimientos de deuda y nadie quiere que refinancie al 20%, 22%, 23% anual.
Un llamado a mayor institucionalidad
Otra cuestión es que, a su juicio, Milei debería mostrar que puede consensuar los cambios. “Hasta ahora se ha ocupado de demostrar lo contrario”, afirmó y subrayó la importancia de mostrar un camino claro y consensuado para las reformas, recordando que la estabilidad económica también depende de la capacidad del gobierno para construir consenso político.
“La reforma estructural que perdura es la que está en una ley con determinado apoyo. La de un DNU viene y va. Para algo hay una Constitución, para algo están establecidas las garantías. Falta un poco más de generosidad e institucionalidad. Hay que convencer no solo a los trolls de las redes, sino a la sociedad, mostrándole un camino, para que esa sociedad les diga a los políticos: ‘el camino es el consenso’”, agregó.
El éxito fiscal y la deuda social
“Los resultados fiscales los veo muy sólidos en lo político. No es menor. Es un Presidente que llegó con esa convicción, un equipo económico que va en esa línea y creo que ha ganado la discusión interna”, describió y planteó que, a esta altura, salvo los kirchneristas más recalcitrantes, “no hay ningún legislador que no te diga que el superávit fiscal hay que defenderlo”.
Con respecto a la parte social, Prat Gay se preguntó cuánto se puede sostener en el tiempo este nivel de jubilaciones, de salarios públicos, de desinversión pública. “Esto tiene un costo en algún momento”, alertó.
Los trucos para que haya superávit financiero
“La realidad es que no hay superávit financiero, hay muchos intereses escondidos en bonos que capitalizan”, describió. Sin embargo, consideró que estos trucos son un detalle frente a lo que ha sido la magnitud fiscal. “Hay que celebrar el logro fiscal; el cambio cultural en la política; hay que darle proyección a largo plazo”, dijo.
Sobre el impuesto PAIS, consideró que es algo “muy distorsivo”, es “una forma encubierta de que el Tesoro se financie con el Banco Central” porque termina pagando más por las reservas y recibiendo menos porque, en el medio, hay un impuesto. “Creo que hay que ir eliminando todas esas distorsiones”, sostuvo.
Los brotes verdes que no llegan
“Yo recorro el país y no veo ninguna señal (de recuperación)”, advirtió. Me preocupa si al campo no le están dando los números. Si el campo no tracciona es un tema. Si la estrategia es bajar la inflación aún a expensas de la competitividad, del tipo de cambio, me parece que ahí está faltando la macro.
“La recesión me preocupa porque son muchos años, además. Lo vemos en los más jóvenes, se han acostumbrado a una economía en recesión. Hace 10 años o más estamos así. Por eso, falta un horizonte, los chicos terminan la universidad y no pueden vivir solos porque el alquiler no lo pueden pagar y se van a otro país. Me preocupa que (el crecimiento) no sea una prioridad del gobierno”, transmitió.
Con respecto al financiamiento, el exministro consideró que, cuando empiecen los vencimientos fuertes de deuda, va a haber que tener un acuerdo con el FMI y no falta tanto.
Una reflexión final
Al cierre, Prat Gay confesó que le encantan los espacios de discusión como el ciclo de IAE Alumni. “La realidad no es ni blanca ni negra. Argentina no tiene una cultura de poder discutir los temas, llevamos todo a un nivel personal. Eso está exacerbado por las redes y me parece que la obligación de un claustro como el IAE y de un grupo de exalumnos como ustedes es tratar de ayudarnos a todos como sociedad a tener este debate desapasionado porque lo que está en juego es muy importante y ya hemos aprendido que estos fanatismos no nos llevan a ningún lado”, sostuvo. “Hay que contribuir al debate. Asistir a los que tienen la responsabilidad de gobernar. Prácticamente, tocamos fondo como sociedad en el gobierno anterior. Este llamado de atención debería empujarnos a todos para ser más generosos. El camino va a ser largo. Tampoco le exijamos al Gobierno que resuelva todo en dos meses”, concluyó.
Fuente/Copyright: IAE Business School