El legado en las empresas familiares es mucho más que una simple herencia material; es la fuerza invisible que conecta generaciones, guía decisiones estratégicas y moldea la visión a largo plazo. En un mundo empresarial donde la innovación es crucial para la supervivencia, encontrar el equilibrio entre preservar la tradición y abrazar el cambio es un desafío constante para los líderes de empresas familiares.
El reciente informe “Desbloqueando el legado: el camino hacia un crecimiento superior en empresas familiares”, elaborado por el STEP Project Global Consortium (SPGC), que integra el IAE como entidad afiliada, y KPMG Private Enterprise, profundiza en esta dualidad esencial. A través de un análisis exhaustivo, el estudio revela que el legado no solo tiene raíces profundas en la historia familiar, sino que también es un motor potente para la creación de valor en el presente y futuro.
A partir de una serie de encuestas y análisis, el reporte muestra que las empresas de primera y segunda generación tienen las puntuaciones más altas en legado material, un enfoque que tiende a disminuir a medida que las generaciones avanzan y la mirada se desplaza hacia valores intangibles.
Por otro lado, el informe revela que las líderes mujeres en empresas familiares, especialmente aquellas de generaciones más jóvenes, tienden a priorizar otros elementos del legado, como la responsabilidad social corporativa o la sostenibilidad, en lugar de centrarse en los aspectos biológicos del legado. Este enfoque no solo enriquece el legado de la empresa, sino que también fortalece la cultura organizacional y promueve un ambiente de trabajo alineado con los valores familiares.
A medida que las empresas familiares crecen y se diversifican, es natural que el foco del legado cambie. Inicialmente, puede centrarse en aspectos materiales y biológicos, pero con el tiempo, los componentes sociales y la narrativa familiar cobran mayor relevancia. Esta evolución es fundamental para mantener la relevancia y competitividad de la empresa en un entorno empresarial en constante cambio.
Además, el legado no solo debe ser preservado, sino también adaptado a las dinámicas del mercado y al entorno social y cultural en evolución. Esto incluye desde la incorporación de nuevas tecnologías hasta la implementación de modelos de negocio innovadores que aseguren la continuidad y el crecimiento intergeneracional.
El informe también subraya la importancia de un enfoque estratégico y holístico para construir, nutrir y mantener el legado de una empresa familiar. Definir y comunicar los valores y la visión centrales, promover la unidad familiar, preservar la historia familiar y fomentar un entorno de innovación son algunos de los pilares que pueden ayudar a que el legado perdure en el tiempo.
Un legado sólido no solo se convierte en un activo estratégico para la empresa, sino que también refuerza la identidad familiar, fomenta la cohesión y crea una cultura organizacional resiliente y comprometida. Además, un legado bien gestionado ayuda a guiar la toma de decisiones, asegurando que estas reflejen los valores compartidos de la familia y de la empresa, y que contribuyan al bienestar de las comunidades a las que sirven.
El legado de las empresas familiares es un elemento vivo que no solo honra el pasado, sino que también sienta las bases para el futuro. El legado debe centrarse en el futuro. Aunque el pasado ayuda a moldear el futuro, es a través de un compromiso continuo con la innovación y el crecimiento que las empresas familiares pueden generar un impacto duradero y positivo para las generaciones venideras.
El informe también brinda recomendaciones prácticas para asegurar que el legado siga siendo una fuente de fortaleza y continuidad. Desde el Centro de Empresas Familiares del IAE, invitamos a los líderes de empresas familiares a reflexionar sobre el legado que están construyendo hoy y cómo este puede ser un pilar para el éxito futuro.
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Fuente/Copyright: IAE Business School