La salida del cepo, la incertidumbre en torno a la capacidad del Gobierno para cubrir sus vencimientos de deuda de corto plazo y la sostenibilidad del equilibrio fiscal ante la pautada finalización del impuesto PAIS, que hoy recauda el equivalente a un 1,5% del PBI, fueron algunos de los ejes de discusión entre los economistas Martín Tetaz (UCR), Marina Dal Poggetto, Gabriel Rubinstein y Héctor Rubini.
“Me preocupa que el equilibrio fiscal se alcanzó más rápido de lo que se pensaba, pero no fue con las herramientas que se planificó. No fue con motosierra, sino con licuadora”, dijo el diputado Tetaz, uno de los participantes del encuentro organizado por IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, en el Centro de Convenciones de Buenos Aires. El legislador elogió el rumbo del Gobierno y que el equilibrio fiscal sea prioritario, y se refirió a la necesidad de que “la política” convalide el ajuste. “Es lo que miran los que compran bonos argentinos. Y es la ley de presupuesto”, dijo el diputado sobre el “próximo desafío” para el Gobierno.
En esa reflexión sostuvo que existe cierto consenso sobre la necesidad de sostener el superávit, pero apuntó contra Cristina Kirchner y a sectores que se benefician con exenciones impositivas u otros regímenes especiales, que se plasman en diferentes artículos del presupuesto: “Todos estamos de acuerdo con el equilibrio fiscal, salvo Cristina. Pero todos están dispuestos a hacerlo con la del otro”.
A su vez, el diputado radical puso en duda que a fin de año se elimine el impuesto PAIS, tal como lo estableció la ley que lo creó en 2019. Si bien su eventual continuidad debe ser aprobada por el Congreso, se refirió a negociaciones entre gobernadores y el Ejecutivo nacional: “No estoy tan seguro de que (el impuesto PAIS) termine a fin de año. La tentación de mantener ese ingreso y que se reparta un 30% es grande”.
Por su parte, el exviceministro de Economía de Sergio Massa, Gabriel Rubinstein, elogió a Javier Milei por el “mérito de haber hecho el ajuste”. Hoy hay un “ancla Milei”, sostuvo, porque “todo el mundo piensa que va a hacer lo que sea pero no va a renunciar al equilibrio fiscal”. Luego advirtió que debe “mejorar la calidad” del ajuste y calificó de “endeble y complicada” a la política cambiaria.
“El Gobierno había logrado reducir la brecha importadora a cero, pero llegaron a eso y se engolosinaron y empezaron a bajar fuerte la tasa de interés. Cuando Milei destacaba la baja del dólar paralelo decía ‘tenemos la base monetaria estancada’ y esa era la causa. Y, desde ahí, la base monetaria se duplicó. Y volvimos de nuevo a una brecha cambiaria del 50%, que hace que de vuelta convenga importar cualquier cosa. Hoy el Gobierno se alejó de la posibilidad de salir del cepo y eso es un problema grande”, dijo Rubinstein, ante la consulta de Santiago Bulat, moderador del encuentro.
En ese sentido, Dal Poggetto advirtió que el Gobierno está “abusando” del tipo de cambio como ancla del programa económico, como herramienta para generar una desaceleración de la inflación, aunque eso terminó generando un problema de apreciación cambiaria. “Todos los planes de estabilización intentaron construir una alternativa al tipo de cambio fijo y generalmente es un ancla monetaria. Eso requiere un programa fiscal y financiero, que requiere alguna lógica sobre cómo vos vas a financiar los vencimientos de deuda en pesos y dólares”, advirtió la directora de Eco Go, sobre una de las cuestiones irresueltas del esquema del Gobierno, que se refleja en el riesgo país en torno a los 1500 puntos. “Hoy la tasa libre de riesgo es 4%; Brasil paga alrededor de 6% y la Argentina, 20%”, ilustró.
A su vez, planteó que, mientras continúe el cepo, “los vencimientos en dólares se pagan con flujo de divisas, reservas o recesión” y “los pesos, con corral”. “Hoy la tasa de interés en pesos es negativa y ese es el juego en el que estamos. Se acumuló un stock de deuda y no hay respuestas en el programa financiero. ¿A qué tasas se puede financiar la Argentina? ¿A qué plazo? ¿Con qué superávit fiscal y con qué crecimiento estructural? Eso no está contestado”, planteó.
Rubini se refirió a la posibilidad de desarmar los controles de capitales y planteó que una “liberación abrupta” suponía un “gran riesgo”, con foco en el stock de utilidades de empresas retenidas, que no habían podido ser giradas al exterior. “Eso provoca un exceso de demanda que va a los paralelos. La única forma de evitarlo es con reservas en el BCRA o con ayuda eterna. Y mientras no haya esa ayuda, no se puede salir del cepo ni sorpresiva ni gradualmente”, advirtió el profesor de UCEMA.
A su vez, el economista descartó una fuerte recuperación de la economía y calificó de “entre realista y optimista” la proyección de caída del 3,5% del PBI para este año. “Estamos en transición, y creo que la destrucción de empleo y del producto va a continuar un tiempo. La ley Bases y el RIGI necesitan la salida del cepo. Si no, no van a ingresar inversiones”, pronosticó Rubini, quien sostuvo que, “a diferencia de lo que ocurrió en la época de Menem, hay muy poco para privatizar”.