El profesor de Tecnología y Negocios y director del programa AI for Business en IAE Business School, Pablo Poza, participó el jueves 11 de julio de un mano a mano con Horacio Riggi, subdirector periodístico de El Cronista, sobre el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en los negocios. La conversación se dio en el marco del AI Summit, un evento organizado por El Cronista.
Poza explicó que la IA, al ser una tecnología disruptiva, está transformando los modelos de negocio y la propuesta de valor de las empresas. En este sentido, el profesor de IAE Business School consideró que las organizaciones deben preguntarse por qué los consumidores les compran sus productos o servicios y evaluar si la IA y los datos pueden cambiar esta dinámica. Poza dio el ejemplo de la industria de seguros, donde conocer mejor al cliente final puede requerir una transformación en el modelo de negocios de los productores de seguros.
Además, Poza sostuvo que la IA permite enriquecer las propuestas de valor y citó el caso de la movilidad como ejemplo. Las aplicaciones de transporte pueden usar IA para mejorar la seguridad del viaje y personalizar la experiencia tanto para pasajeros como para conductores. Este enfoque de personalización también se aplica a los seguros, donde los datos permiten ajustar las primas según el comportamiento individual del cliente, en lugar de basarse únicamente en factores generales como el modelo del auto.
La importancia de los datos en el uso de la IA fue otro tema central de la conversación entre Poza y Riggi. El director del programa AI for Business en IAE Business School destacó que el 70% del esfuerzo en proyectos de IA se dedica a gestionar datos, mientras que el 30% se centra en los modelos y su entrenamiento. Los datos son un activo crucial que necesita ser bien gestionado para extraer valor. Además, explicó que la densidad digital –es decir, la cantidad de datos generados en tiempo real por las interacciones digitales– es esencial para el funcionamiento eficaz de la IA.
Finalmente, se discutió la necesidad de regulación y ética en el uso de la IA. Poza afirmó que la tecnología en sí no necesariamente debe ser regulada, pero la gestión de los datos sí, especialmente en términos de propiedad intelectual y privacidad. También planteó la importancia de la ética en el uso de la IA: sostuvo que el impacto de las decisiones tomadas por sistemas de IA debe ser evaluado cuidadosamente, especialmente en contextos sensibles como la salud. En última instancia, “la diferencia la hacen las personas y cómo usan la tecnología disponible”, concluyó.