En un momento de muy alta inflación, además de todos los temas referidos a cuidar el capital y el resultado del negocio, ¿Quién debe asegurarse de que se monitoree la situación de los colaboradores que trabajan en la organización para cuidar dentro de lo posible que estos colaboradores puedan satisfacer sus necesidades? ¿Va a servir mucho que la organización no se descapitalice pero que a su vez pierda a su mejor talento?
Este es sólo un ejemplo de la complejidad que debe afrontar el Directorio cuando se trata de asegurar la continuidad de la empresa. A lo largo de las últimas décadas la empresa ha ido ampliando sus roles para con diferentes actores. Actualmente es vista como una institución social cada vez más relevante, como una comunidad de trabajo, como un activo social responsable de atender necesidades muy variadas, al mismo tiempo que crea y distribuye riqueza.
Por esta razón, el gobierno de una organización es una actividad cada vez más compleja y multidimensional. En este contexto, el Directorio debe comprender que la organización existe por, y debe responder no solamente ante los accionistas , sino también ante un número más amplio de interesados legítimos.
Hoy ya no es suficiente considerar al Directorio como responsable fiduciario de los accionistas en la administración de la empresa. Más que un mero agente de los accionistas para la maximización de sus resultados, el Directorio deberá atender necesidades y demandas de todos sus interesados clave ( stakeholders ) para poder cumplir su trabajo de asegurar la continuidad de la organización.
Esta orientación del Directorio hacia un grupo amplio de interesados está realmente alineada con el legítimo interés de los Accionistas de incrementar sosteniblemente el valor de su inversión y de percibir una renta justa. Para lograr que los accionistas reciban una parte adecuada de la riqueza creada por la organización que sea sostenible en el tiempo, es indispensable que el Directorio se enfoque en la satisfacción de todos los interesados que cooperan para crear esa riqueza.
Surgen entonces, los siguientes cuestionamientos: ¿Quiénes son los interesados clave de una organización? ¿Cuál es la definición de interesado clave? y ¿Con qué criterios los podemos categorizar? Los stakeholders son aquellas personas, grupos u organizaciones que pueden influenciar o afectar el cumplimiento de los objetivos de la organización, o que pueden ser influenciados o afectados significativamente por ella.
Estos interesados pueden dividirse en primarios y secundarios. Los interesados primarios son aquellos actores esenciales para la existencia de la organización y que usualmente tienen relaciones contractuales formales y voluntarias con la empresa. Se los divide a la vez en internos -accionistas, directores, gerentes y empleados-, y externos -clientes, proveedores, bancos, y socios comerciales, entre otros-.
Los interesados secundarios son aquellos no involucrados en transacciones económicas voluntarias, pero que juegan un rol fundamental para el funcionamiento y la aceptación de la existencia de la organización: la comunidad (incluyendo en ella a las comunidades próximas y a la sociedad en general), la prensa, los competidores, las asociaciones de defensa del consumidor y del medio ambiente, los sindicatos, el fisco y el Estado, entre otros posibles.
Además de la distinción entre interesados primarios y secundarios, actualmente se está comenzando a postular la existencia de una tercera categoría de interesados que nombramos como "periféricos". Estos grupos de interesados, que tienen la particularidad de ser impersonales, tienen el potencial de influir significativamente (en algún momento y por alguna circunstancia) en la continuidad de la empresa, en cuyo caso se "personificarían y/o identificarían" y pasarían de categoría. Es bueno identificarlos, evaluarlos y que aparezcan en el mapa de riesgos de la empresa.
En esta categoría se incluyen grupos muy heterogéneos, como, por ejemplo, actores desinteresados, actores no humanos, el medio ambiente y actores ilegítimos. Es de vital importancia para la empresa promover un involucramiento proactivo del Directorio en la cuestión de los interesados clave. El Directorio debe considerar a los principales interesados en todos sus procesos decisorios y vigilar que la alta gerencia también los tenga en cuenta en la implementación de las directivas, políticas, estrategias y presupuestos.
Es muy recomendable que cada decisión a tomar sea también analizada a la luz del impacto en los interesados principales pues, para asegurar la continuidad de la organización, el Directorio deberá asegurar relaciones adecuadas con todos ellos.
*El presente texto es un extracto adaptado del libro "Directorios creando valor", cuyos autores Pedro Vázquez y Alejandro Carrera, son profesores del IAE Business School, al frente de la Cátedra PwC de Gobierno Corporativo.
Fuente/Copyright: Pedro Vázquez