El economista, periodista y divulgador Sebastián Campanario participó como orador invitado en un encuentro de la Red de Apoyo del Centro de Entrepreneurship de IAE Business School, EmprendeIAE, que tuvo lugar el jueves 11 de abril en el campus de Pilar.
Innovación, creatividad, economía del cambio, bienestar y longevidad fueron los ejes de la presentación de Campanario, quien acaba de publicar su sexto libro, “Proxi +50: 50 ideas para tus próximos 50 años”. El divulgador tituló a su charla como una “exploraciones sobre lo próximo”.
La aceleración del cambio
Campanario destacó que los tiempos asociados a los desarrollos en materia de innovación se están comprimiendo. Los temas de innovación vinculados a la inteligencia artificial quedan viejos en una semana. Las expresiones “sin precedentes”, “inimaginable” e “impensado” figuran entre las más mencionadas en internet. En particular, la velocidad de las innovaciones relacionadas con la IA generativa no se ameseta.
También habló del “efecto Heinz”, por la marca de ketchup, que se refiere a lo que suele suceder cuando queda poca salsa: uno golpea de atrás y, súbitamente, sale una gran cantidad. John Maeda, diseñador y experto en tecnología del MIT usó esta metáfora para describir lo que está pasando con la IA: parece estar ocurriendo lentamente hasta que, de golpe, se precipita.
Según una encuesta realizada por Fishbowl, una red social donde se discuten temas profesionales de forma anónima, el 43% de los profesionales ha utilizado herramientas de inteligencia artificial, incluido ChatGPT, para tareas laborales. Sin embargo, casi el 70% de esos profesionales lo han hecho sin el conocimiento de sus jefes.
Por otra parte, casi la mitad de los CEOs temen que sus empresas no sobrevivan diez años debido a la IA y el cambio climático, según una encuesta global de PwC realizada a más de 4.700 directores ejecutivos.
De acuerdo con un estudio reciente sobre el impacto de la IA generativa (IAG, ChatGPT y otras plataformas) en la profesión de abogados -“Better Call ChatGPT: Comparing Large Language Models Against Lawyers” – las tareas que tradicionalmente se les encargan a abogados en el inicio de sus carreras, como análisis de casos, jurisprudencia, normas, etc., son realizadas por la IA generativa en menos de un décimo del tiempo y con un ahorro promedio del 99,97% de los costos.
“La IA está generando un cambio sísmico”, sostuvo Campanario. “El 60% de las especialidades actuales no existían hace 80 años”, describió. No obstante, consideró que “la IA no nos va a quitar el trabajo, pero sí es probable que cambie la descripción de nuestros puestos, es decir, las tareas”.
Predicciones erradas. En 2013, investigadores de la Universidad de Oxford estimaron que el 47% de los empleos en Estados Unidos estaban “en riesgo” de automatización “durante un número no especificado de años, tal vez una década o dos”. Pero, más de una década después, en 2024, esto no ha sucedido. En un contexto de cambio acelerado, “es difícil predecir”, dijo Campanario. El propio Bill Gates sostiene que solemos sobreestimar el cambio en el corto plazo y subestimar el cambio en el largo plazo.
Convivir con el cambio. Existen cinco huracanes de cambio: tecnológico, demográfico, político, climático y biológico. Frente a esto, Campanario llamó a “bailar con la complejidad” y a tener en cuenta que hay muchas innovaciones que no sabemos que no las conocemos y que ya están disponibles.
Virando la conversación hacia el bienestar, Campanario aludió a la necesidad de tener “islas de estabilidad”, un concepto desarrollado por Alvin Toffler en su best seller “El Shock del Futuro”. En tiempos de cambios rápidos, las personas necesitamos crear en nuestras vidas entornos que no cambien, anclas para manejar el estrés. Por ejemplo, el récord de ventas de rompecabezas sucedió durante la crisis de 1929. “El cubo Rubik es mi isla de estabilidad, me da capacidad de foco y atención”, contó el economista.
Pasando al plano de la longevidad, Campanario se refirió al genetista David Sinclair, que investiga por qué envejecemos y remarca que más del 80% de nuestra salud futura depende de cómo vivamos y no de nuestro ADN. El envejecimiento es la causa de la mayor parte de las enfermedades, como las afecciones cardiovasculares, la diabetes o el Alzheimer.
La reserva cognitiva es la capacidad del cerebro de optimizar su funcionamiento ante cambios producidos por el daño cerebral. La investigación sobre los efectos de la reserva cognitiva dio un salto importante a partir de un estudio de David A. Snowdon cuyo objetivo era comprender el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a la enfermedad de Alzheimer. La investigación empezó en 1986 con un grupo de 678 monjas de congregación de las Hermanas de Notre Dame en Baviera, Alemania. Las participantes, con una media de edad de 83 años, eran mayormente maestras y profesoras. Los resultados del estudio mostraron que la lectura, la escritura, las relaciones sociales y afectivas activas y una alimentación adecuada influían en el rendimiento cognitivo. El caso más impactante fue el de la hermana Bernadette quien, con una amplia formación académica, no mostró síntomas de deterioro cognitivo y tras fallecer por un infarto su autopsia cerebral reflejó, sorprendentemente, un sustrato neuropatológico típico del Alzheimer severo.
La soledad y el aislamiento social generan el mismo riesgo de sufrir enfermedades cardíacas que fumar, según un paper de 2016. Para reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, es necesario salir y conocer personas.
“¿Qué es lo que constituye el bienestar?”, se preguntó Campanario y contestó: “tener un proyecto, un propósito”. En este sentido, advirtió varios obstáculos. Por un lado, la aversión a la pérdida hace que seamos muy conservadores. “La tolerancia al fracaso en Argentina es muy baja”, opinó. Por otra parte, “el sesgo de omisión plantea que debemos rendir cuentas sobre lo que decidimos y no sobre lo que no decidimos”, advirtió. Por ejemplo, se ha estudiado que los árbitros tienden a no cobrar penales.Sin embargo, evitar tomar decisiones tiene un costo altísimo. Otro factor más que atenta contra el bienestar es la ansiedad, que genera un sesgo de salto a conclusiones.
El bienestar es relevante en términos individuales, pero también a nivel agregado. Junto con el econometrista Walter Sosa Escudero y el biólogo Diego Golombek, Campanario está investigando el costo macroeconómico del insomnio y otros trastornos del sueño.
En términos de futuro del bienestar, Campanario recomendó tomar decisiones hoy pensando en estar bien a los 90 años. Por ejemplo, en vez de salir a correr, es más recomendable trabajar en el desarrollo muscular, el equilibrio y la postura.
Con respecto a qué deberían estudiar los jóvenes para prepararse para el futuro, Campanario consideró que las carreras deberán ser cada vez más cortas, pensadas para personas curiosas y ágiles. “Jeff Bezos, el fundador de Amazon, dice que nos preguntemos qué no va a cambiar, pero esto varía por industria”, dijo el periodista. De manera global, recomendó no elegir una carrera muy específica. La trayectoria educativa se está convirtiendo en un “Elige tu propia aventura”, en alusión a los libros que permitían diferentes finales. “Hay que ir hacia dónde brillen los ojos”, consideró.