La empresa comienza a funcionar en año 1977 impulsada por Humberto Taroni. Poco después se integra Bárbara König para dirigir la administración. Humberto Taroni es veterinario de profesión y un emprendedor con mucho conocimiento de química. Se empiezan así a fabricar productos veterinarios de alta calidad, que con el tiempo se logran exportan con éxito a Brasil, Uruguay y otros países de Latinoamérica como, Paraguay, Bolivia y Ecuador. Hoy este mercado ha crecido mucho y la compañía está presente con filiales propias en Brasil, Uruguay y España y exporta a más países de América Latina como Costa Rica, Panamá, Venezuela, Perú, entre otros.
¿Cómo definen ustedes la empresa familiar?
La empresa familiar está compuesta por los integrantes de una familia y debe competir en el mismo mercado con las grandes empresas multinacionales, enfrentando los problemas que surgen con los sindicatos y otras organizaciones, que las obligan a cumplir las mismas condiciones que estas grandes empresas. Por otro lado, debe lidiar con las instituciones públicas, que están poco preparadas para entender la problemática de este tipo de empresas, y más que ayudarlas les generan obstáculos.
¿Cuáles fueron las dificultades más importantes que tuvieron que vivir a lo largo de su desarrollo?
Las distintas crisis sobrevenidas en el país con sus vaivenes económicos, la confianza depositada en empleados desleales. Hace muy pocos años el incendio total del depósito.
¿Qué los ayudó a sobrellevar las dificultades que afrontaron?
En nuestro caso fue el impulso de su director, Humberto Taroni, quien, con su empeño y su carácter resiliente y optimista, evitó muchas veces la caída. Siempre se apostó a continuar trabajando, a no ceder y buscar soluciones alternativas. Estas nuevas alternativas, con esfuerzo y buenas ideas, siempre se encontraron.
¿Cómo se integraron los familiares?
La segunda generación se integró naturalmente por su propio interés, a medida que fueron creciendo y finalizando sus estudios. Inicialmente tuvieron cargos para comprender el funcionamiento general de la empresa y fueron promoviéndose a medida de la formación de su experiencia.
¿Cómo se hace para que todos trabajen en la empresa familiar y convivan sin pelearse?
En la medida que se acepten los roles y el liderazgo del creador de la empresa, no aparecen grandes conflictos. Se realizan reuniones para discutir los temas más importantes y una vez que se decide seguir un camino, todos acompañan.
¿La dinámica de la empresa y la familia, se pueden llevar juntas sin que se lastimen mutuamente?
Sí, es posible. En este punto es muy importante la comunicación, que debe ser fluida y sincera. También en nuestra experiencia fue importante disfrutar de reuniones familiares sin vincularlas a temas de trabajo y por otro lado hacer reuniones exclusivas de trabajo.
¿Cuáles son los desafíos que tienen como familia en la actualidad?
Para la familia es importante que la empresa siga creciendo, ya que aparecen nuevas necesidades con nuevos integrantes del Directorio. También siempre es un desafío sostener los buenos vínculos.
¿Cuáles son los desafíos que tienen como empresa en la actualidad?
Como empresa también está obligada a crecer, para mantenerse actualizada, para generar nuevas conquistas, para fortalecerse y brindar un mejor producto y servicio y por ende continuar compitiendo en el mercado.
¿Cuál sería un aprendizaje que ustedes quisieran compartir con otras familias empresarias?
Para un crecimiento genuino de la empresa familiar, hay que tener una buena organización interna y acompañar el crecimiento de la estructura de la empresa acorde a su complejidad, siempre manteniendo un buen sistema de comunicación. Hay que plantear objetivos coherentes con la proyección futura de la empresa y estos tienen que ser apoyados por todos los integrantes. Las discusiones son bienvenidas, porque nos nutren de distintas miradas, pero el resultado final debe ser el consenso.