McKinsey Strategy & Corporate Finance Practice: McKinsey & Company
Esta es una reflexión que nos plantean muchos de los asistentes a los programas focalizados de la Cátedra PwC de Gobierno de las Organizaciones y que por su relevancia es uno de los temas de la revista de McKinsey & Company del mes de diciembre de 2023, conteniendo algunos enfoques prácticos que hemos adaptado al contexto de empresas Latinoamericanas.
Unirse a un directorio (Consejo de Administración) es una responsabilidad que amplía la perspectiva profesional de las personas y complementa sus conocimientos y experiencia. Pero el caso de la primera asignación a un directorio que ya está en funcionamiento supone algunos desafíos e incertidumbres, que suelen pasar por preguntas tales como ¿Qué es el directorio? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Cómo se espera que actúe para agregar valor? En esta nota les ofrecemos algunas sugerencias para mejorar las posibilidades de éxito en este recorrido.
Entender los roles del directorio y analizar el encuadre con tus objetivos y disponibilidad:
Las funciones principales de un directorio se enfocan en el control, seguimiento y apoyo a la gestión. Así como en enmarcar, comentar y posteriormente aprobar y dar seguimiento a la estrategia de medio plazo de la empresa. Cada una de estas funciones envuelve distintas tareas, algunas tan importantes como elegir, evaluar y en su caso desvincular al CEO de la empresa.
Es de notar, que en el caso de empresas públicas o que actúan en mercados regulados el funcionamiento del directorio está más reglamentado que en las empresas privadas, en estas últimas su operación suele ser más laxa e incluso con informalidades en algunos casos.
Es muy importante, sobre todo para los candidatos que se incorporan por primera vez a un directorio y que provienen de funciones ejecutivas, comprender que la visión del directorio está enfocada en la sustentabilidad viable de la organización en el mediano plazo, considerando los riesgos del corto plazo. Para quienes provienen de la vida ejecutiva en su primera asignación en el directorio, es esencial lograr ese cambio de perspectiva para aportar valor y no desviar el foco del directorio.
Es recomendable evaluar el tiempo de dedicación necesario para cumplir con las responsabilidades de un directorio. Este puede variar entre 20 hs a 60 hs por mes dependiendo de la situación que esté atravesando la empresa, y se debe considerar cómo encaja esta demanda en otras responsabilidades ejecutivas, familiares o personales del nuevo director.
Hacer las tareas de investigación previas:
La invitación a incorporarse a un directorio es una propuesta que supone una valoración muy positiva acerca del candidato, que seguramente ha sido sometido previamente a una evaluación y selección más o menos formal dependiendo del perfil de la empresa.
El candidato, usualmente entusiasmado con la propuesta, puede mejorar su evaluación de la misma haciendo una investigación en el mercado acerca de la empresa en caso de no conocerla internamente. Puede investigar las operaciones, desafíos y oportunidades de la organización leyendo noticias e informes de analistas y hablando con personas que conozcan bien la empresa, incluidos miembros del directorio y alta gerencia. También es recomendable estudiar los antecedentes de los miembros del directorio y de la alta gerencia. Asimismo, es conveniente explorar los desafíos de la industria donde se mueve la organización, cómo ésta encaja en ella y cuáles son los retos estratégicos que enfrenta.
Esta exploración permitirá tener un panorama externo de la empresa, y comenzar a analizar en qué medida el candidato puede aportar valor en ese directorio en particular.
Mantener entrevistas en dos direcciones:
En algún momento, independiente de cuán formal haya sido el proceso de selección, suele haber una instancia de entrevista entre el comité de selección, el directorio o el presidente del mismo y el candidato. Esta instancia suele ocurrir incluso en el caso de ser un ejecutivo destacado al que se le invita a participar en el directorio en la misma empresa en la que actúa. Si no se diese esta entrevista sería recomendable solicitarla por parte del candidato.
En esta entrevista es conveniente preguntar qué es lo que los selectores ven que el candidato puede aportar al directorio, indagar acerca del plan estratégico de la empresa y confirmar si está escrito y si se sigue. Buscar indicios acerca de la forma de funcionamiento y de comunicación del directorio, comprobar si invita puntualmente a otros ejecutivos además del CEO. Tratar de conocer si dentro del directorio existen grupos de influencia que dirigen la mayoría de las decisiones, ya que esa circunstancia puede disminuir la posible aportación del candidato.
El trabajo de un director, en muchos sentidos es hacer preguntas, por lo tanto, las preguntas que haga el candidato en esa reunión y cómo las haga, serán ejemplos de cómo piensa y cuán agudo es.
Seleccionar el directorio correcto:
Particularmente, cuando un candidato es invitado a participar en el directorio en una empresa en la que no mantiene ninguna vinculación, es conveniente indagar algunos aspectos referidos a la gestión, calidad y transparencia de la información que maneja ese directorio en particular.
En esa línea, es recomendable solicitar revisar agendas de reunión previas, presentaciones del CEO, comprobar la calidad del “book” de datos de reuniones, entrevistar a los auditores externos y revisar también la última evaluación del directorio (en caso que este documento exista).
La empresa debería estar interesada en transparentar esta información y si no lo hace es importante detectar si la información no se entrega porque no se dispone de ella o porque se intenta mostrar sólo una fotografía positiva de la empresa. Este último caso debería ser una alerta roja para el candidato.
El candidato no debe olvidar que su prestigio personal está en juego en la participación de un cuerpo colegiado como es el Directorio de una empresa. Por esa razón es tan importante entender cómo se puede aportar valor a la empresa y si la empresa está abierta realmente a trabajar con un directorio activo que funcione como un cuerpo colegiado.
Finalmente, le decisión se suele tomar por una mezcla de hechos medibles y de intuición, pero para eso es importante realizar este análisis previo a la aceptación.
Encontrar el lugar en el directorio:
Entre otras aportaciones, es esperable que los directores desafíen las ideas de los ejecutivos y los ayuden a ver diez pasos antes y a considerar distintas posibles consecuencias de sus propuestas. Cuando algún planteo sea cuestionable, es recomendable preguntar acerca del sustento de dicho planteo.
Para hacer aportaciones valiosas durante las reuniones, sugerimos revisar detenidamente el orden del día, la información previa del “book” de datos e identificar las áreas en las que puede aportar ideas. Los nuevos directores suelen dudar a la hora de hacer preguntas y expresar opiniones, porque piensan que tienen que ganarse el derecho a hablar. Es un error. Los directorios no pueden permitirse tener miembros que no aporten nada. Para evitar esta sensación, el nuevo director puede poner a prueba sus ideas con algunos colegas directores que podrían tener información sobre un tema determinado que el nuevo director desconoce y que podría apoyarle durante el debate en la sala de reuniones.
Como conclusión, formar parte de un directorio puede ser una experiencia de aprendizaje gratificante si los directores se toman el tiempo necesario para entablar relaciones, comprender la cultura y la misión de la empresa y aprender a colaborar eficazmente con otros directores y con la alta gerencia. En última instancia, el éxito de un directorio depende de la voluntad de sus directores de trabajar juntos hacia un objetivo común, y los nuevos directores desempeñan un papel crucial en la configuración de la dinámica del directorio y la consecución de sus objetivos.