Desafíos y oportunidades del directorio en empresas familiares: Por qué son diferentes y cómo ayuda el director independiente
Miguel Méndez
El directorio, como órgano de dirección en la empresa, entre otros roles actúa como nexo entre las expectativas de los accionistas y el equipo ejecutivo encabezado por un gerente general, considerando además los intereses de otras partes relacionadas. Su rol principal es asegurar la sostenibilidad y agregado de valor en el mediano plazo de la empresa.
Este rol es válido para cualquier empresa, pero la complejidad adicional se da cuando la empresa es familiar. Es decir, cuando su accionista de referencia es una familia, o un par de ellas que mantienen una participación relevante de la propiedad. Donde miembros de la familia cuentan además con capacidad de decisión en el gobierno y en la gestión mediante la participación en algún órgano como el directorio, la gerencia general o en posiciones ejecutivas relevantes.
La diferencia sustancial entre la empresa familiar y otro tipo de empresas se da en que los objetivos la familia son diferentes a los de otro tipo de organizaciones. La familia suele tener una visión de generación de riqueza de largo plazo pensando en sus miembros y una relación emocional con la empresa que en muchos casos lleva el apellido familiar. Adicionalmente, es muy frecuente que miembros de la familia sean simultáneamente accionistas, miembros del directorio y ocupen posiciones ejecutivas relevantes. Esta situación hace que el directorio de la empresa familiar tenga que considerar dimensiones adicionales a las de otro tipo de empresas y su directorio debe estar preparado para gestionar estas expectativas.
Considerando estas diferencias, en la cátedra de gobierno de las organizaciones del IAE Business School junto con Pedro Vázquez, estamos haciendo una investigación buscando detectar modelos de funcionamiento de los directorios de empresas familiares y de qué manera impacta este funcionamiento en el resultado esperado de este órgano de gobierno. El estudio está muy avanzado y ya hemos presentado y discutido los resultados preliminares y sugerencias de mejora en conferencias internacionales, algunas de los cuales compartimos a continuación.
La importancia del balance de poder en el directorio. El directorio es un órgano de gobierno que debe funcionar entre pares, donde los miembros complementan sus competencias, deliberan y deciden guiados por el análisis objetivo de cada situación. En las empresas familiares, sobre todo en las primeras generaciones, suele suceder que el o los fundadores o un gerente general familiar actuando en el directorio ejercen, aún sin proponérselo, una influencia desequilibrante en las deliberaciones. Estas situaciones, hacen que el directorio disminuya fuertemente su capacidad de generar valor y cumplir con sus funciones.
La separación entre agenda del directorio y temas de gestión. En las empresas familiares, al ser usual que miembros de la familia participen en el directorio y a su vez tengan posiciones ejecutivas en la empresa, es común que lleven a la agenda del directorio asuntos de la gestión diaria de corto plazo o, peor aún, que los discutan en la reunión de directorio, aunque no estén en agenda. De esa forma, si esta situación se deja correr, las reuniones se transforman en reuniones de directores en vez de reuniones de directorio y este órgano deja de aportar valor. También notamos que cuando la familia está inmersa en los temas de gestión diaria, focaliza las funciones del directorio principalmente en el control de la gestión operativa, dejando a un costado la mirada de medio plazo que se espera del directorio alineando la estrategia, evaluando y apoyando al gerente general y su equipo, trabajando en las sucesiones y adelantándose a los cambios generacionales.
Impacto en la operación del directorio. Estamos detectando que estas características, que se replican en muchas empresas familiares, impactan negativamente en la calidad de las deliberaciones y en la toma de las decisiones. Asimismo, conducen a relativizar la importancia de la preparación efectiva de las reuniones, de la programación de la agenda del directorio y del seguimiento de las de las acciones acordadas. En conjunto, son todas características que amenazan al buen cumplimiento de los roles esperados y al agregado de valor de un directorio efectivo.
La importancia de los directores independientes. Encontramos en esta investigación que los directores independientes, entendiendo por tales a los profesionales que no tienen relación familiar, social o laboral con la familia accionista, ayudan a moderar los problemas generados por el desequilibrio de poder en las reuniones, a centrar los temas en la agenda del directorio y a enfocar la acción del directorio en una mirada de medio plazo, sin dejar de atender a temas de corto plazo que sean realmente relevantes. Adicionalmente, al ser realmente independientes y con mirada externa, ayudan a destrabar conflictos que emergen en las reuniones que muchas veces no están originados en temas de la empresa, sino que encubren disputas familiares previas.
Evidentemente, esta problemática es muy dependiente de la etapa generacional que atraviesa la empresa familiar y de la complejidad operativa y tamaño de la empresa en cuestión. Es muy importante comprender cada escenario, que es dinámico, y diagnosticarlo para poder configurar la estructura de directorio que mejor se adapte a cada momento de evolución de la empresa y de la familia empresaria.
La empresa familiar tiene algunas importantes ventajas tales como la mirada de largo plazo, el compromiso de sus accionistas con la empresa, contar con una transmisión de cultura empresarial fuerte y el disponer de personas de la familia con un profundo conocimiento de la compañía y del mercado. Estas características ofrecen una oportunidad que pueden aprovechar sus directorios, que suelen ser más cohesionados, alineados y con mejores relaciones de confianza entre sus miembros en comparación con otro tipo de organizaciones, facilitándose la toma de decisiones. Esperamos que este estudio aporte herramientas para diagnosticar y moderar el tipo de problemas que enfrentan estos directorios particulares y simultáneamente aprovechar las oportunidades de agregar valor que tiene este órgano de gobierno justamente por tratarse de empresas familiares.