Caso de una empresa familiar argentina: Juguetes Rasti
El licenciado Daniel Dimare, director de Marketing y Relaciones Institucionales de Juguetes Rasti S.A., nos concedió una entrevista para el primer newsletter del Centro de Empresas Familiares. Daniel y su padre Antonio participaron de un "caso en vivo" en el programa "Dirección de la Empresa Familiar" que moderó el profesor Lucio Traverso y contaron los hitos más importantes de la empresa.
Los primeros años de la empresa familiar fueron sacrificados, como muchas pymes argentinas. La historia comenzó a mediados de los años 60 con Antonio Dimare y sus hermanos, José y Alfredo. Estos inmigrantes italianos eran dueños de una fiambrería, pero querían invertir lo poco que tenían para comprar una fábrica de pastas. Así llegaron a Liniers luego de leer un aviso clasificado en el diario. La fábrica de pastas no los convenció, pero las vueltas de la vida les tenía otra sorpresa. Debajo del aviso "fábrica de pastas" figuraba "fábrica de plásticos". Caminaron unas cuadras más y así llegaron a Plásticos Barr, un sencillo taller que estaba a la venta. Al principio el crecimiento fue lento porque los hermanos tenían poco capital, pero a mediados de los años 70 se produjo el primer hito de la compañía con el lanzamiento de Plastliblock, una línea de encastre que fue un éxito en el mercado. En los años 80 la empresa comenzó a exportar sus productos a Estados Unidos, otros países de América Latina, Europa y África.
En 1990 exportaba hasta el 35% de la producción, pero con la apertura de la economía la compañía tuvo que reinventarse y los Dimare pasaron de ser fabricantes a ser importadores. Fue en esta nueva etapa que se incorporaron los hijos de Antonio a la empresa. En 1998 Antonio se separó de sus hermanos y compró la empresa. La crisis del 2001 fue un gran desafío para Juguetes Dimare. Los depósitos de la empresa se llenaron de mercadería importada que los clientes ya no querían y la compañía tuvo que cambiar de rumbo nuevamente retomando la producción de juguetes.
Así, al año siguiente, la empresa lanzó nuevas marcas propias: Bimbi (una línea para bebés) y Armatron (una línea didáctica de armado). Dado el éxito de los productos, un año después la compañía lanzó Blocky, una línea de ladrillos de encastre que se hizo muy popular. Pero además de Blocky, Antonio Dimare tenía otra idea en mente: recuperar las matrices y la marca alemana Rasti que no había podido adquirir cuando estuvieron a la venta. Así nació la "Operación Rescate", que consistió en casi cuatro años de búsqueda de las matrices desde la Argentina hasta Brasil para volver a fabricar el producto en la planta ubicada en Lomas del Mirador, partido de La Matanza. La incorporación de Rasti a la empresa marcó un antes y un después. Luego de obtener las matrices y la marca se presentó otro gran desafío: cómo hacer para mantener en el portfolio Blocky y Rasti, dos marcas en la misma categoría y que no se fagociten. Rasti se lanzó en 2007 con una fuerte campaña en comunicación y fue muy bien recibido en el mercado.
Según un artículo de este año del diario Clarín, por mes se fabrican alrededor de un millón y medio de juguetes terminados. El juego más vendido es el "Rasti Mix juego libre", que viene sin instrucciones y es ideal para darle rienda suelta a la imaginación. La marca exporta solo el 4% de la producción de lo que sale de esta fábrica en la que trabajan 72 personas.
¿Cómo ustedes definen la empresa familiar?
Nuestra pyme familiar es el espacio donde con nuestra familia empresaria desarrollamos nuestro trabajo, nuestro crecimiento profesional, económico y personal, generando negocios rentables y puestos de trabajo para la sostenibilidad de todos los que conformamos Juguetes Rasti. En nuestro caso, los 5 hermanos pudimos cumplir nuestro sueño de autorrealización con las profesiones en las que nos graduamos en la universidad y esto nos permite vivir el día a día con felicidad y armonía entre nosotros y entre nuestras familias.
¿Cuáles son los desafíos más importantes que tuvieron que vivir a lo largo de su desarrollo?
Las distintas crisis argentinas que casi nos hacen quebrar en 2 oportunidades.
Los intentos, uno de ellos fallido, de diversificación del negocio de la primera sociedad de hermanos fundadores.
El ingreso de los primeros 6 primos, hijos de los fundadores.
La disolución de la primera sociedad de hermanos fundadores.
Aprendizajes relacionados con el crecimiento del emprendimiento, acompañados por profesionales o consultoras especializadas.
¿Qué los ayudó a sobrellevar las dificultades que afrontaron?
La perseverancia, la pasión por lo que hacemos, las ganas de seguir aprendiendo, el propósito de garantizar la felicidad y armonía de todos los que hacemos Juguetes Rasti y la sostenibilidad, tanto del negocio, como de los ingresos para la familia empresaria y las familias de nuestros colaboradores.
¿Cómo se integraron los familiares?
Tuvimos la bendición que cada uno de los 5 hermanos de la segunda generación, nos gustó y estudiamos carreras relacionadas al negocio: administración, marketing, publicidad, logística. A medida que avanzábamos en la carrera, nos fuimos integrando a la pyme familiar, primero colaborando y aprendiendo de los familiares que ya estaban trabajando y luego haciéndonos cargo de áreas o responsabilidades que requerían un responsable.
Este ingreso orgánico y con bases de conocimientos universitarios, permitió que sea armonioso y valioso cada ingreso de hermanos en la empresa familiar.
¿Cómo se hace para que todos trabajen en la empresa familiar y convivan sin pelearse?
Considero que la clave está en la respuesta anterior: paciencia y ganas de enseñar a los ingresantes; pasión, objetivos compartidos, búsqueda de la excelencia y el crecimiento personal, familiar, profesional y empresario; valorizar y reconocer lo hecho por los fundadores y agregarle valor con las nuevas ideas de la sangre fresca que va ingresando; capacitacion constante de los familiares empresarios que ejecutan el día a día.
¿La dinámica de la empresa y la familia, se pueden llevar juntas sin que se lastimen mutuamente?
Nuestra experiencia muestra que es posible, si hay normas claras, un protocolo que todos conocen y estan dispuestos a cumplir y también cuando las personas buscamos la armonía entre lo humano y lo económico y equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, facilita esa dinámica familiar y empresaria juntas.
¿Cuáles son los desafíos que hoy tienen que afrontar?
A nivel de la empresa familiar:
Incorporación de nuevos gerentes no familiares
Potencial desvinculación de socios
Potencial venta de la empresa
Delegar puestos claves y delicados (Tesorería, Finanzas)
A nivel de la familia empresaria:
Compleja incorporación de tercera generación
Potencial separación con sus dolores y complejidades
Al retirarse Antonio: ¿tener un nuevo presidente “para los papeles” o encarar proceso de liderazgo del presidente dirigiendo la empresa?
Agradecemos a Antonio y Daniel por su predisposición en la clase de la que participaron en el IAE.