Por Alejandro Marchionna Faré
La XII Convención del IGEP se realizó en forma presencial en el Salón de Actos de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Marcó un récord de participación con alrededor de 100 asistentes en persona y entre 20 y 30 seguidores por la transmisión de streaming. Se hizo en una dramática coyuntura política que nos muestra cuánto depende el clima del gobierno corporativo de la gobernanza pública. No es lo mismo la actuación de un Directorio cuando un gobierno respeta las reglas de juego que cuando otro presiona al sector privado para perseguir objetivos políticos que no se consiguen por la vía de los incentivos naturales y las políticas generales. La situación que han atravesado las empresas distribuidoras de combustibles es un claro ejemplo de regla contextual de gobierno corporativo y de cuánto puede afectar al sector privado una decisión incluso informal del gobierno nacional.
La XII Convención Anual del IGEP realizada a fines del mes pasado en la Bolsa se desarrolló con sus participantes sumidos conscientemente en este contexto crítico. El IGEP ha decidido abordar el tema conflictivo de debatir su Agenda Pública de Gobierno Corporativo para el próximo período presidencial, tocando los temas más acuciantes de esa agenda. Qué se hará con las empresas con participación estatal y, en particular, con sus directorios y su integración. Si se intentará o no achicar la brecha que nos separa, no ya del mundo desarrollado, sino al menos de la región, en materia de gobierno corporativo. Y cómo se conseguirá recuperar el languideciente mercado de capitales argentino.
Las experiencias recientes de varios directores de empresas estatales fueron muy relevantes a la hora de conocer cuáles son los márgenes de maniobra verdaderamente existentes. Fue formado por el Ing. José Luis Inglese, ex presidente de Aysa, el Dr. Juan Curutchet, ex presidente del Banco Provincia, y yo como ex vicepresidente de Aguas Bonaerenses SA. La moderación corrió a cargo del Lic. Santiago Gallichio, presidente del IGEP. Romper con los privilegios de los propios empleados públicos en el orden de mérito para acceder a cargos, tener idoneidad para poder tratar con la línea gerencial de una manera efectiva que permita introducir cambios, vencer las amenazas de persecuciones judiciales a la salida de la gestión, son varios de los problemas que los candidatos a directores deben saber que afrontarán, en caso de acceder a estos cargos en un futuro.
“La mejor motosierra es entrar a la OECD” sentenció Marcelo Scaglione, quien tuviera la responsabilidad de gestionar el ingreso de la Argentina a ese organismo multilateral durante el gobierno de Macri. No hay mejor ni más simple y económica guía de gobernanza pública que un camino probado y disponible como el que nos ofrece ese “club”. Danilo Gregório, el funcionario encargado de este tema en el IBGC, el homólogo brasileño del IGEP trajo la experiencia que tuvo Brasil con su ley que prohibió nombrar políticos y allegados en los directorios de empresas públicas y el rol destacado que el instituto local de gobierno corporativo tuvo en su sanción. Por último, las palabras de la flamante presidente de la red global de institutos de directores GNDI, la neozelandesa Kirsten Patterson, siempre sirven de aliento para saber que, pese a las enormes dificultades que enfrenta la Argentina en esta materia, los directores argentinos estamos acompañados y apoyados por casi 200.000 colegas de la red de todo el mundo.
¿Cómo tener un mercado de capitales si todavía no tenemos ni siquiera una moneda estable? Esta pregunta es prácticamente una declaración de derrota anticipada. Hemos contado con la mirada de un técnico de altísima calificación en materia de custodia y administración de activos, el director ejecutivo de BYMA Alejandro Berney. El sector privado en su mejor expresión estuvo presente en la figura de Natalia Kanefsck, Global Finance Senior Director de Globant, que nos explicó qué se requiere de nuestro mercado para que empresas como la que ella dirige puedan considerar estar presentes en él. Y asistimos a un interesante contrapunto entre dos representantes financieros de los espacios políticos opositores: Diana Mondino, por La Libertad Avanza, y Patricio Merlani, por Juntos por el Cambio. Lamentablemente, no asistió ningún funcionario del gobierno actual.
En esta XII Convención, sobre todo, los miembros del IGEP disfrutamos de nuestra propia compañía durante toda una mañana dedicada a los temas que más nos preocupan y a la conversación y el networking entre pares, eso que tanto alimenta profesionalmente.
Algunas semanas después, presidente y secretario del IGEP viajaron a San Pablo para compartir el 24º Congreso del IBGC, homólogo brasileño del IGEP. El evento tuvo lugar en un gran salón de convenciones del complejo Brooklin en el que tiene su sede el IBGC que cuenta con más de 3000 miembros. Hubo más de 1000 inscriptos y en algún momento de los dos días de actividades participaron 900 personas en forma presencial y alrededor de 100 por streaming. El presupuesto del Congreso estuvo cerca del millón de dólares…
Luego de la apertura realizada por Gabriela Baumgartner, nueva presidente del consejo del IBGC (su frase más fuerte fue “La gobernanza con impacto está basada en valores”) y por Pedro Melo, su CEO y flamante vicepresidente del GNDI, disertó desde EE.UU. el profesor Edward Freeman, actualmente en la Universidad de Virginia, y el pionero de la teoría de los stakeholders. Señaló cinco conceptos base para las empresas del siglo XXI;
- Deben buscar cumplir su propósito y generar ganancias. No hay dicotomía.
- Satisfacer a stakeholders y financiadores, alinéandolos en la misma dirección.
- El negocio tiene que estar enracinado en la sociedad y en los mercados.
- Considerar a los stakeholders como personas humanas y no sólo como seres económicos.
- Los negocios y la ética tienen que ir juntos.
Sobre el carácter de las organizaciones, visto como un elemento central de las empresas, debatieron George Dallas (ECGI) y Alexander De Micheli (ex IFC). Dallas enfatizó la importancia de la ética para el desarrollo de un capitalismo vibrante y sano. De Micheli puntualizó que los escándalos corporativos tienen su origen un “mal” carácter de las organizaciones, que deben tener no sólo un sistema de creencias sino sobre todo ser liderados por personas con valores. Se ve la quiebra moral de los modelos centrados en la ganancia. Cuánto del valor de largo plazo de las empresas está centrado en propósito, valores, motivación, autosatisfacción y cuánto de su tiempo dedican los Directorios a conceptos como felicidad e inteligencia colectiva.
Hubo luego tres master classes simultáneas sobre casos de empresas y su gestión de la sustentabilidad (entre otras KPMG y Vale); seguidas por breakout sessions sobre sustentabilidad y empresa de familia – expusieron sus casos Adcos (cosméticos), Grupo Zilor (etanol y azúcar), Evora (embalajes) y Piccadilly (zapatos de mujer).
Siguió un panel sobre ESG y la estrategia de la cadena de valor, coordinado por Richard Heorn (del IBGC). Un fabricante de chocolate orgánico de Bahía expresó “ESG es la estrategia de negocio” “marketing basado en ESG” “somos guardianes de la foresta” “círculo de mejores prácticas para la producción primaria – mejoramos a los productores de cacao”. Trabajaron en la construcción de confianza hablando, educando, siendo transparentes. Plantearon un negocio de impacto pero no deja de ser un negocio.
Luego el autor Sandro Magaldi expuso sobre la cultura adaptativa y la gestión del mañana. Describió estructuras empresarias interligadas y no lineales en un entorno de incertidumbre radical. En las nuevas redes informales los individuos están expuestos y empoderados. El gran desafío que encuentra es la reticencia a reinventarse a uno mismo. Definió a la cultura como “la forma en que se portan las personas cuando no está el CEO”, producto de expectativas y convicciones, comportamientos y hábitos.
Siguió un panel sobre nuevas competencias para el Directorio desde la visión del presidente. Se ratificó la visión del director como generalista, requiriendo más equilibrio que especialización y ratificando la necesidad de trabajar entre pares. En este contexto, un buen CEO no es necesariamente un buen director. El buen director debe hablar y expresarse; pero sobre todo escuchar. Se espera de él más que arriesgar y dar su opinión, persuadir sin agredir.
Se realizó un panel sobre el papel y los deberes del accionista de referencia en temas de sustentabilidad conducido por Camilo Marcantonio. Debe involucrarse más y propender a un equilibrio entre todos los accionistas, favoreciendo la diversidad de pensamiento, dando su lugar al Directorio.
Cerró el día una revisión de la remuneración de ejecutivos. Así se señaló que en USA la relación entre la remuneración del CEO y un empleado de base es 365 v 20 X; en Brasil puede oscilar entre 50 X en Vale y 2.5 X en Petrobras.
El día 18 comenzó con una presentación de Maria Homeron sobre nuevos lazos en el Directorio y una exposición de Eduardo Ibrahim sobre la economía exponencial. El primer panel del día fue sobre ESG y el papel de los inversores institucionales en que participaron Denis Papparenza (Bradesco) y Daniel Izzo (Vox Capital). Se hizo énfasis en el concepto de stewardship que deben tener los gestores respecto del capital confiado a su gestión. Así, pensar en invertir a un plazo indeterminado en las empresas los alinea con la obtención de ganancias en el largo plazo.
Hubo una sección sobre los “no holders” sobre el caso Meu Chapa y una alocución personal e inspiradora de Francisco Xavier. A continuación, hubo sesiones simultáneas sobre gobernanza en startups, con los casos Nude, Muda meu mundo, Panys, y la Fintech Linker.
Siguió una master class de KPMG sobre estrategia y ESG; más una serie de sesiones paralelas sobre agricultura regenerativa, la transición ecológica, impacto social y ético de lo algorítmico, bienestar y salud mental, qué funciona y qué no funciona en Africa en temas de ESG.
En dos sesiones consecutivas se discutió la ventaja de que las Bolsas flexibilicen la regulación y su impacto en gobernanza (se concluyó que era preferible no relajar estándares) y sobre ciberseguridad.
Luego comenzó la cobertura del tema Inteligencia Artificial. En primer lugar, se habló sobre la gobernanza de la IA. Se identificaron los siguientes pilares:
- Tener una estrategia de IA.
- Identificar quién está recolectando y gestionando datos.
- Fijar reglas de etiqueta y ética.
- Identificar recursos, procesos, tecnologías y capacidades de la empresa.
Es un tema que no hay que delegar en tecnólogos, debe ser una prioridad, pero no una fuente de preocupación. Se debe asegurar su alineamiento con la estrategia del negocio. La última sesión buscó vincular la IA con los negocios del futuro.
Finalmente cerraron el Congreso Pedro Melo y Gabriela Baumgart en un ambiente de franca camaradería y satisfacción por la variedad y profundidad de los temas cubiertos.