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En una jornada de grandes entrevistas sobre la transformación educativa, numerosas CEOs, directoras de empresas y fundaciones, y referentes educativas presentaron sus acciones e ideas en el auditorio de Ticmas en la Feria del Libro de Buenos Aires. Y pusieron de relieve la necesidad de un mundo en el que las nuevas perspectivas sean escuchadas.
Amasando sueños, tejiendo esperanzas
“Hemos impactado en la vida de más de dos millones y medio de mujeres”, celebró Correa al afirmar que a través de pequeños préstamos que rondan los 900 dólares logran acompañar a las mujeres a seguir sus sueños y proyectos. A través del apoyo de organizaciones y de un pago de intereses en los préstamos, Pro Mujer puede financiarse y financiar nuevos préstamos en un círculo virtuoso como empresa social.
Correa además destacó que Pro Mujer, que cuenta con más de 70 centros latinoamericanos, fue siguiendo los cambios en las necesidades y realidades de las mujeres. Con respecto a la educación, la CEO, planteó “Buscamos innovar de forma permanente en los distintos programas que desarrollamos. No solo en la educación financiera a la que las mujeres suelen acceder poco, y nos enfocamos mucho también en la educación digital”.
Educación y movilización, hacia un desarrollo integral de las personas
La gerente del Instituto Natura para Latinoamérica, Karina Stocovaz, destacó que la empresa de cosmética y cuidado personal nacida en Brasil trabaja desde hace años en canalizar proyectos educativos junto a los gobiernos para mejorar la educación pública como así también educar a mujeres. Además de contar con programas internos que invitan a terminar la escuela secundaria o la universitaria, ya sea a través de tutores, clases o incluso WhatsApp; en Natura también apuntan a la educación financiera y las habilidades blandas del siglo XXI.
“Vemos muchas veces que es un problema hablar de dinero, ahorrar y soñar. Hacer inversiones”, reflexionó Stocovaz, incluso hablando del presupuesto doméstico. Las capacitaciones son necesarias ya que “generan autonomía y son claves en la calidad de vida de las mujeres”. Otro de los grandes ejes es la educación digital; Stocovaz planteó que la pandemia puso aún más de relieve la falencia que muchas trabajadoras tienen en el uso de herramientas digitales y cómo crearon un programa donde mujeres enseñan a otras mujeres.
Sobre la participación de Natura en el proyecto Araucaria, de Fundación Varkey, la Directora señaló la importancia de poder intercambiar ideas con ministros y equipos educativos en lo que respecta a la gestión y así transformar la agenda con las necesidades actuales. “Los proyectos por sí solos no logran cambiar el sistema”, planteó Stocovaz y destacó que por eso es necesario “trabajar en políticas públicas”
Comunicar la ciencia: el impacto de los saberes en la sociedad
Guadalupe Díaz Constanzo, directora de Museos y del C3, y Carla Sabbatini, de la Escuela de Educación Universidad San Andrés, estuvieron presentes en el auditorio de Ticmas para hablar de ciencia y sostenibilidad.
“Argentina es un país, en relación a las estadísticas globales, bastante atípico”, señaló Díaz Constanzo a la hora de pensar la participación de las mujeres en las llamadas ciencias duras. Y agregó: “Tenemos más de un 50% de mujeres científicas participando como investigadoras”. El foco está en el detalle, ya que ese porcentaje de mujeres no alcanza puestos de liderazgo; o por ejemplo, en el caso de Ciencias de la Computación las mujeres no suelen volcarse masivamente y es por eso que desde el C3 trabajan en cambiar esa realidad con programas como Numéricas (para chicas entre 16 y 18 años con temas como ciberseguridad, desarrollo de apps, videojuegos, ciencias de datos; entre otros)
Por su parte, Sabbatini destacó que en San Andrés, el tema de género lo toman un poco más amplio que la elección de una carrera laboral, aunque desde las aulas tratan de indagar sobre “qué pasa con los despertares de las vocaciones científicas” y qué estereotipos científicos seguimos reproduciendo como sociedad “fundamentalmente desde la pregunta por el sentido ¿qué ciencia queremos enseñar en qué mundo y para qué visión de futuro?”.
Díaz Constanzo resaltó además la importancia de empoderar a la ciudadanía en los debates científicos, como ocurrió con la pandemia o con temas como el cambio climático, la contaminación; entre otros temas. Sabbatini agregó: “Nos cuesta despertar ante la inminencia de cambios que nos va a traer como sociedad. Un primer desafío es esa sensibilización de que no estamos hablando de algo lejano (...) lo importante para nosotros es construir un margen de maniobra para la esperanza y la transformación”.
Hacia una mayor justicia educativa en la Argentina
La directora del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), Gala Díaz Langou, también habló en el auditorio de Ticmas de una justicia social y educativa. Díaz Langou celebró la implementación de una hora extra educativa en las escuelas primarias, aunque remarcó que sigue habiendo una multiplicidad de problemas en la educación secundaria que deben abordarse. “Dos de cada diez chicos y chicas terminan el secundario en tiempo y forma”, planteó la Directora y señaló que sumar dos horas a la jornada secundaria sería un gran paso.
Con respecto al mundo laboral y su vínculo con la enseñanza, Díaz Langou resaltó que hay una preocupación que hoy “excede a los empleadores, que era lo que sucedía en el pasado con más frecuencia, sino que comprendemos que hay una necesidad de alinear de una manera mucho mejor lo que sucede en el interior de las escuelas con lo que luego demanda el mercado de trabajo también por una cuestión de utilidad percibida del sistema educativo que luego están detrás del mal llamado abandono o exclusión escolar”.
Desde CIPPEC trabajan en sistematizar la información para gobiernos y poder trabajar con anticipación en los riesgos que puedan surgir e interferir con la educación de los y las jóvenes. Se trata de un programa innovador en el país que trabaja con sistemas de alerta temprana ya sea por bullying, ambiente familiar nocivo, desempleo y otros problemas que puedan afectar la continuidad en la escuela.
Mujeres al frente de los emprendimientos de base científico- tecnológica en Latinoamérica
La directora general de WISE (Women in STEM Entrepreunership), Silvia Torres Carbonell inició la charla contando su pasión: “Mi relación con la educación viene desde chiquita. Jugaba a la maestra, ponía todas mis muñecas y les enseñaba lo que había aprendido en el colegio”.
“Así como los animales se adiestran y las plantas se cultivan; los seres humanos nos educamos unos a otros desde que nacemos y eso es maravilloso”, reflexionó Carbonell y agregó: “Así logramos modificar actitudes y comportamientos (...) y al fundar mi empresa me sentí maestra de mis colaboradores, ayudándolos a desarrollarse y desde el año 98 tuve la oportunidad de entrar al IAE; la escuela de negocios de la Universidad Austral como profesora y como fundadora del primer centro de emprendedores de Argentina”.
Cuando se creó WISE --con apoyos de fondos del BID Lab-- hace cuatro años, se pensó como objetivo “Desarrollar innovación en latinoamérica, que es lo que nos va a sacar de la situación en la que estamos, apuntando al talento femenino que yo creo que es fundamental incorporarlo, ya no como un derecho de la mujer sino como un deber de aportar a la sociedad desde la mirada femenina”
“Doce mil mujeres han sido impactadas por los distintos programas de WISE”, celebró Carbonell y destacó la comunidad de red con la que trabajan con Universidades y los proyectos NAVE que apoyan a las Pymes y startups.
Un mundo de agentes de cambio
La directora ejecutiva de Ashoka para Argentina, Uruguay y Paraguay, María Merola, contó al público presente que el término que nombra a la fundación “es una palabra en sánscrito --el idioma antiguo de la India-- que quiere decir ausencia activa de tristeza. Y esa manera es lo que nosotros entendemos que hacen los emprendedores sociales”.
Desde hace más de cuarenta años que Ashoka se focaliza globalmente en personas que muchas veces son vistas como “locos, soñadores, activistas”, pero que en realidad son verdaderos agentes de cambio que buscan la transformación y la verdadera innovación en problemas sociales y ambientales.
“Trabajamos mucho con los Ministerios de Educación en Provincias para formar docentes y cómo llevar agentes de cambio a las aulas”, destacó Merola y también otro foco está puesto en la educación no formal con jóvenes y organizaciones. La directora aseguró la importancia que tiene “pensar en grande para hacer un cambio” antes o durante la adolescencia y de ahí la importancia de llegar a las aulas.
Objetivo: Reducir la brecha de género en tecnología
La directora ejecutiva de Chicas en Tecnología, Paula Coto, dio una presentación en la que contó los objetivos de la organización y explicó que lo que tratan es de repensar el “Bajo acceso, participación y promoción de las mujeres en las áreas de tecnología e innovación”.
Algunas de las cifras que manejan es que “el 85% de las niñas de 10 años reconocen no ser buenas en matemáticas” o que el “0,5 % de las jóvenes de 15 años desea convertirse en profesional de la ciencia y la tecnología”; entre otras.
“Más de la mitad de las jóvenes que se acercan a nuestros programas no conocen a ninguna mujer como referente en las áreas de tecnología”, subrayó Coto y planteó que debemos empezar a pensar que: “La tecnología tiene una mirada muy amplia y es una herramienta que nos permite intervenir en nuestros entornos desde la innovación”. Además, Coto indicó que los estereotipos siguen alejando a las mujeres de la tecnología y habló de la responsabilidad social que tenemos de hacer un cambio ante eso.
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