Los bancos ya tienen cubiertos con el seguro de liquidez del Banco Central, denominado put, la totalidad de los bonos que recibieron por el canje de deuda en pesos.
De acuerdo con una estimación de Adcap Grupo Financiero, la entidad reguladora del sistema financiero ya habría vendido opciones de liquidez por el equivalente al 23,3% de los nuevos títulos entregados, que vencen en 2024 y 2025.
“Ya habrían cubierto el 100% de lo que recibieron”, señalaron a Ámbito en la administradora de fondos. La mayor demanda de cobertura fue por los bonos duales más cortos que vencen en febrero del año próximo, con un 31% de asignación, estimaron los analistas de la administradora.
Lo que se interpreta de ello es que los bancos esperan para los primeros meses del próximo gobierno medidas económicas que obligarían a hacer uso del seguro de liquidez, lo que técnicamente es una opción de venta a determinadas condiciones. Estas son el precio de venta del mercado más 30 puntos básicos. Los duales 2024 serían los primeros en la lista para sacárselos de encima.
Más allá de ello, luego del canje, sostienen en Adcap que “con el mercado a la defensiva y muy cortoplacista, el tema va a ser qué se emite en la próxima licitación para lograr rollear deuda”. El próximo paredón de vencimientos para el Gobierno será en julio, cuando hay vencimientos por el equivalente a u$s14.600 millones.
El put, para algunos economistas, funciona en realidad como una especie de seguro contra un ajuste futuro, que indefectiblemente va a tener que hacer el próximo gobierno, cualquiera sea la orientación de la coalición política que gane en las elecciones de este año.
Dadas las condiciones de alta desconfianza de los inversores en el sistema político en su conjunto, pareciera que la única manera de poder estirar plazos de la deuda en pesos era ofrecer totales garantías a los bancos de que los bonos que recibieron no van a perder valor por ningún motivo.
Martín Calveira, economista del IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral, señaló a Ámbito, que “seguramente va a haber un ajuste entendido esto como ordenar la nominalidad de la economía”.
Calveira sostiene que en ese contexto, mientras el próximo gobierno trate de eliminar la brecha mediante una devaluación, lo que va a generar un aumento de la inflación, “un pequeño grupo va a estar cubierto”.
Es decir, la operación financiera va a generar lo que considera “un efecto regresivo de la distribución del ingreso”. Para el economista del IAE el conjunto de la sociedad tendrá que soportar tal vez una devaluación del 20% al 30% o una pérdida del poder adquisitivo del 5%, mientras que los bancos quedarán al margen.
“La opción a este canje podría haber sido un acuerdo político para ofrecer bonos de plazos más largos entre los próximos dos períodos presidenciales, tal vez empezando en 2026 o 2027”, explicó.
Si lo que pudieran estar pensando los economistas de Juntos por el Cambio es tratar de unificar los tipos de cambio lo antes posible, y salir posteriormente del cepo, el canje genera un serio dolor de cabeza. Si a eso se le suma la masa de Leliqs del Banco Central, se estima que serían unos $20 billones de deuda en pesos que podrían tratar de dolarizarse si no se recrea un marco de confianza en la economía local.