Los amigos pasajeros de línea 102[1] han resuelto tomar un muy británico té en un conocido hotel de la avenida Alvear y para compartirlo han llegado a través de su habitual medio de transporte hasta la parada de la calle Ayacucho.
El contador y director de la empresa familiar trae un libro que quiere releer con su amigo el ingeniero profesor de la Facultad de la avenida Las Heras.
El libro es de un viejo profesor norteamericano a quien el contador conoció en sus estudios en el exterior, Bruce Scott[2]. El título de libro es “Capitalismo: sus orígenes y evolución”.[3]
“Tres es un número mágico en la gobernanza” arrancó el contador.
“No te conocía afición por la cábala y pienso que te va a costar arrastrarme hacia allí. Soy bastante racional” contestó el ingeniero.
“No, no, no. No ando en esas cosas. Soy bastante racional yo también, aunque me guste la falta de precisión numérica de la prospectiva”.
“Entonces no entiendo”.
“Traje este libro para explicarte un paralelismo que he encontrado leyendo este libro de un genio poco conocido en Argentina, Bruce Scott”.
“Go on[4]”.
“Bruce escribió este libro hace más de 10 años y se preguntaba en el fondo por la gobernanza del capitalismo antes de que otra gente lo cuestionara. Él, profesor en la West Point[5] del capitalismo[6]”.
“Ah, hablemos entonces de una vez para que vayamos entrando en materia de gobierno de las organizaciones. Íbamos a hablar de eso, creo.“
“Sí, pero la metáfora del capitalismo y la gobernanza nos puede servir mucho para abrir la mente”.
“Abrámosla, entonces”.
“Bruce define al capitalismo en este libro como un sistema indirecto de gobernanza para relaciones económicas que se dan en tres niveles: macroeconómico, administrativo y político”.
“Ya no entiendo”.
“Sé paciente, please. Mientras que los mercados económicos pueden coordinar oferta y demanda dentro de un sistema existente gracias a la mano invisible del mecanismo de pricing (yo diría aplicando la inecuación de valor…), para Bruce el capitalismo debe tener la capacidad administrativa de regular el comportamiento de los actores económicos dentro del contexto de esos mercados; y la capacidad política de rediseñar sus instituciones; la regulación y el diseño de los marcos de funcionamiento del mercado requiere de la mano visible y los poderes de coerción de una autoridad política”.
“Ajá. Espero por sus alumnos que bajara el concepto más a la tierra”.
“Voy a usar la segunda metáfora de Bruce Scott. Esta estructura de tres niveles es paralela a aquella que se encuentra en todos los deportes de equipo que están profesionalizados u organizados. El juego en el campo es como los mercados del capitalismo, y las acciones de los jugadores están reguladas por los árbitros o referíes que aseguran el cumplimiento de una serie de reglas creadas y promulgadas por una autoridad política que goza de inmunidad anti-trust.
“Va mejor, pero seguí intentándolo.”
“El capitalismo no es un sistema natural y no emergió o se extendió por un proceso sin guía como la evolución biológica. Existe y ha sobrevivido desde la liberación de los mercados de tierras, trabajo y capital. Según Scott, desde el fin del feudalismo. Su propagación resulta de la politiquería de adquisiciones hostiles y/o liberación. La evolución capitalista requiere la transformación permanente en sus tres niveles de gobernanza”.
“Ah, ahora entiendo el comentario de la reina Isabel a Winston Churchill en audiencia privada diciéndole que ella debía asegurar la buena gobernanza del Reino Unido, mientras que él debía asegurar que hubiera un buen gobierno”.
“Seguidor de “The Crown”[7]…”
“Aprendo siempre de la Historia…”
“Bien, como esto quizás no alcance retomo la explicación.”
“Hacés bien, contador”.
“Vamos de nuevo, ingeniero. Dos sistemas de gobernanza, el capitalismo y la democracia, tienden a predominar en el mundo de hoy. Trabajando simultáneamente en campos parcialmente disjuntos, estos dos sistemas se apoyan en la gobernanza indirecta a través de la competencia regulada para coordinar a los actores de un mercado; inevitablemente, estos sistemas influencian y transforman el uno al otro. Scott rechaza la simple ecuación de que capitalismo es igual a mercados”.
“Apa… esto cuestiona muchos temas que damos por sentados por estas costas”.
“Sí. Bruce hablaba de un sistema de tres niveles, un modelo que reconoce que los mercados son administrados por reguladores a través de instituciones y gobernado por una autoridad política con el poder de regular el comportamiento, castigar transgresores y rediseñar instituciones. La aparición de este sistema requirió previamente que un soberano con todo el poder resignara parte de ese poder para liberar las energías de los actores económicos. En lugar de difundirse a través de un proceso natural sin guía como el comercio, el capitalismo emergió donde las presiones competitivas forzaron a las autoridades políticas a tomar riesgos para generar ingresos al permitir el desarrollo de mercados libres para la tierra, el trabajo y el capital”.
“Vamos por supuesto requetemejor. Está claro en esto último que en la Argentina ese proceso fue imperfecto, fue parado en los rieles y revertido. Así que la salida parece relativamente clara. Pero, ¿qué hay de estas ideas aplicadas al gobierno de las organizaciones?”
“Bueno, para la primera metáfora de Scott podemos asignar el nivel de los mercados en el contexto de la empresa a los ejecutivos, la regulación de sus comportamientos a los directores y la capacidad de renovar el marco institucional de la empresa a los socios o accionistas. En la segunda metáfora, los ejecutivos son los jugadores en el campo, los directores hacen un poco de referíes y los accionistas son como la AFA, con perdón de mis escasísimos conocimientos futboleros“, respiró agitado el contador.
“¿Y la tercera metáfora? Te lo propongo yo. La tercera metáfora es la de don Alfonso, que un día se da cuenta de que no debe actuar como un dictador, sino que debe coordinar a sus colaboradores; otro día se da cuenta de que hay alguien mejor para dirigir el boliche y le cede el día a día mientras lo vigila desde la oficina; otro día se cansa de vigilar desde la oficina y llama a sus hijos para que lo suplanten, aunque cada tanto los convoca para que rindan cuentas; y finalmente se da cuenta de que no hay nadie eterno y que quizás haya que evitar un futuro impuesto a las ganancias...”
“… qué realista está esto…” interrumpe el contador.
“…y en ese momento reparte acciones entre sus hijos y se va a jugar con los nietos, feliz finalmente”.
“Muy bueno lo tuyo. Tres veces probada la robustez de argumento y metáfora. Tres es un número mágico en la gobernanza. A todo esto, ¿qué hora es?”
Las 7 de la tarde. Imposible seguir sentado a la mesa del té en cualquier confitería u hotel en Gran Bretaña. Nuestros amigos ya hubieran sido echados de la mesa por el personal, pero están en Buenos Aires... Después de un momento agradable para los sentidos y refrescante para las mentes, el ingeniero y el contador salieron rumbo a la avenida Las Heras.
[1] Línea de transporte urbano en la ciudad de Buenos Aires.
[2] Bruce Scott (1933-2020). Profesor de Harvard Business School, autor de diversos libros, líder en la comparación de la performance económica entre países, pionero de la internacionalización de los programas del MBA. Se unió al faculty de HBS en 1963 y pasó 6 años en investigación en Europa. Se retiró como profesor active en 2009 pero continuó dando clases hasta 2018. Su última posición en HBS fue como Paul Whiton Cherington Professor of Business Administration, Emeritus. Bruce llevó a Pierre Wack (pionero del planeamiento por escenarios) a Harvard en los años 1984-1985.
[3] Scott, Bruce R. “Capitalism: Its Origins and Evolution as a System of Governance”. Springer, 2011.
[5] Escuela de formación de oficiales del ejército de los EE UU.
[6] Título que Bruce Scott le daba a Harvard Business School.
[7] Serie sobre la monarquía británica de la programación de la app Netflix.