La próxima semana, los líderes globales y organismos internacionales se reunirán en Davos para analizar las perspectivas globales que llevan a rebajas de todos los pronósticos del crecimiento. En ese marco, el Foro Económico Mundial (WEF, según sus siglas en inglés) presentó un informe sobre los riesgos globales y enumeró 5 factores centrales para Argentina.
De los factores que cita para el país, tres son económicos, uno climático y otro geopolítico. La lista detalla el riesgo de una inflación sostenida, crisis de deuda, la proliferación de actividades económicas ilícitas, el "colapso del Estado" y una crisis de abastecimiento de commodities.
El análisis tuvo como socio local al IAE Business School de la Universidad Austral. El director del departamento de Economía Eduardo Fracchia y el investigador Martín Calveria participaron del capítulo local.
LA INFLACIÓN SOSTENIDA
El manejo de la inflación es una preocupación mundial, indica el WEF, en línea con el Banco Mundial y el FMI, entre otros. La "inflación rápida y/o sostenida" también se destacó como uno de los cinco principales riesgos durante los próximos dos años en 89 de los países encuestados en el informe, un aumento significativo desde 2021.
Se clasificó como la principal amenaza en varios países del G20, incluidos Brasil, Corea del Sur y México, aunque las presiones inflacionarias han afectado tanto a las economías desarrolladas como en desarrollo. Las tasas de inflación superaron el 80% en Argentina y Turquía, mientras que Zimbabue, la República Bolivariana de Venezuela, el Líbano, la República Árabe Siria y Sudán registraron una inflación de tres dígitos.
DEUDA Y RIESGO DE DEFAULT
"Los flujos de capital globalizados en las últimas décadas han aumentado la exposición de los mercados emergentes y en desarrollo a las tasas de interés en aumento, especialmente aquellos con una alta proporción de deuda denominada en dólares, como Argentina, Colombia e Indonesia", sostiene la evaluación del WEF, que alerta sobre el riesgo de default.
"Los mercados emergentes más grandes que exhiben un mayor riesgo de incumplimiento incluyen Argentina, Egipto, Ghana, Kenia, Túnez, Pakistán y Turquía", agrega la evaluación que se analizará la próxima semana en los Alpes suizos durante la reunión de líderes globales y organismos internacionales.
Mientras se debate un marco para las reestructuraciones de deuda global, el WEF sugiere que "se podría incentivar al sector privado para que participe en la reestructuración de la deuda a través de una variedad de mecanismos, incluida la emisión de nuevos bonos con protecciones legales más sólidas, compromisos de restitución de pérdidas e instrumentos de recuperación de valor".
Esto "permitiría a los acreedores privados beneficiarse de la evolución al alza en los países deudores en el futuro, como los instrumentos vinculados al PBI en Costa Rica, Argentina, Grecia y Ucrania", que ya fueron usados por el país.
GRIETA Y POLÍTICAS EXTREMAS
Para los analistas, la polarización social y política también puede reducir aún más el espacio para la resolución colectiva de problemas para abordar los riesgos globales, asegura el Foro, que pone como ejemplo a la extrema derecha electa en Italia y como el segundo partido más grande de Suecia, mientras que sostiene que "la izquierda ha resurgido en América Latina".
"Las elecciones nacionales se llevarán a cabo en varios países del G20 en los próximos dos años, incluidos los Estados Unidos de América, Sudáfrica, Turquía, Argentina, México e Indonesia", señala el WEF. La elección de líderes menos centristas y la adopción de políticas más "extremas" en las superpotencias económicas pueden fracturar alianzas, limitar la colaboración global y conducir a una dinámica más volátil.
LOS CAMBIOS EN DIEZ AÑOS
Los conflictos y las tensiones geoeconómicas desencadenaron una serie de riesgos globales profundamente interconectados, sostiene el Informe de Riesgos Globales 2023 del Foro Económico Mundial. Estos incluyen restricciones en el suministro de energía y alimentos "que probablemente persistirán durante los próximos dos años, y fuertes aumentos en el costo de vida y el servicio de la deuda".
Estas crisis "corren el riesgo de socavar los esfuerzos para abordar los riesgos a más largo plazo", agregan y señalan en particular los relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en capital humano.
Las crisis energética, inflacionaria, alimentaria y de seguridad están hoy en primer plano. En los próximos dos años, marcan el riesgo de recesión; creciente sobreendeudamiento; una continua crisis del costo de vida; sociedades polarizadas habilitadas por la desinformación y la desinformación; una pausa en la acción climática rápida; y la guerra geoeconómica de suma cero.
El informe reclama que "los líderes que actúen de manera colectiva y decisiva, equilibrando las visiones a corto y largo plazo". Se necesita, indican, acción climática urgente y coordinada, esfuerzos conjuntos entre países, así como la cooperación público-privada para fortalecer la estabilidad financiera, la gobernanza tecnológica, el desarrollo económico y la inversión en investigación, ciencia, educación y salud.
De no avanzar, el escenario para la próxima década roza lo apocalíptico: desastres naturales, pérdida de biodiversidad y colapso de ecosistemas, crisis de recursos naturales y procesos migratorios forzados a gran escala, erosión de la cohesión social y polarización política, enfrentamientos geoeconómicos y daños ambientales de gran escala.