El financiamiento de esas iniciativas debe incluir no solo los presupuestos públicos, sino también a los bancos de desarrollo, la banca privada (con la creación de mecanismos de garantía) y otras alternativas de financiamiento internacional como los bonos verdes y sociales, agrega el documento.
De cara a la difusión del dato de inflación de noviembre por el Indec que tendrá lugar el 15 de diciembre, la mayoría de las mediciones que elaboran las consultoras privadas sugieren que el Indice General de Precios (IPC) de noviembre fue superior al 6% mensual.
Si se confirma, se verían frustradas las expectativas oficiales de tener, por primera vez dese junio, una inflación menor a 6% mensual.
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central, la inflación minorista de noviembre sería del 6,5%, representando un nivel mayor respecto del promedio de los 10 meses del año (6%).
"Las mediciones privadas de inflación mostraron registros en el rango 6,1% - 6,6% mensual para noviembre, con una mediana de 6,2%. La mayoría de las consultoras midieron una desaceleración con respecto a sus propios registros de octubre, aunque los últimos 2 datos oficiales que publicó el Indec estuvieron por debajo de todos los relevamientos privados (6,3%)" señaló Facimex.
En tanto, los registros privados para la inflación núcleo estuvieron entre 5,8%-5,9% mensual, con una mediana de 5,9%. Estos números sugieren que la inflación núcleo se ubicó por debajo del nivel general y, consecuentemente, volvió a haber una mayor incidencia de los precios regulados y/o estacionales. En ese sentido, las consultoras destacaron fuertes subas en esparcimiento, salud y vivienda.
De acuerdo con el IPC-OJF (GBA), la inflación de dicho mes fue del 6,6% mensual y registró un crecimiento interanual del 89,7%. Por otra parte, la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 5,8%, marcando un aumento de 89,9% anual.
Así, la inflación general acumulada fue de 82,8%, mientras que la inflación núcleo acumuló 82,5% en noviembre.
En cuanto a los principales rubros, esparcimiento y salud encabezaron las subas del mes, registrando un alza de 12,4% y 9,3% mensual, respectivamente, seguidos por vivienda, que presentó una variación de 8,7%.
Por su parte, los bienes y servicios estacionales registraron una variación del 7,9% mensual, mientras que los regulados subieron 8,3%.
Alejada de estos números, y más cerca de las expectativas oficiales, se encuentra la medición de Eco Go Consultores, la cual marcó un avance inflacionario en noviembre de 5,4% con una fuerte desaceleración en los alimentos.
Se enfría la economía, pero no los precios
Ecolatina prevé que el enfriamiento de la actividad económica no va a tener una clara incidencia en menores presiones sobre la inflación.
"Si bien sería esperable que un consumo (o demanda, más globalmente) más débil ejerza menor presión sobre la dinámica alcista de los precios (una demanda que no convalida el aumento de precios en algunos sectores), la naturaleza del fenómeno actual de inflación crónica hace prever que esto no ocurra con la fuerza que podría esperarse en otro contexto, haciendo más factible la configuración de un escenario de estanflación (elevada inflación con estancamiento económico) como el que ha experimentado Argentina desde 2012 en adelante (entre 2012 y 2019 el PIB per-cápita se contrajo 12%)", señaló el informe de la consultora.
Los factores continuarán operando, según Ecolatina, para que el enfriamiento de la actividad surta escaso efecto en reducir las presiones sobre los precios:
- Inercia inflacionaria y desanclaje de expectativas. En primer lugar, la fuerte inercia que arrastra el proceso se ve alentada por contratos -formales e informales- que tienden a celebrarse no sólo acortando su duración sino también incluyendo ajustes en función en gran medida de la inflación pasada. Esto es, las distintas medidas que adoptan los agentes económicos (empresas, individuos, sindicatos) para protegerse de la inflación crónica no hacen más que consolidar esta dinámica, más aún en un entorno de desanclaje de las expectativas de inflación producto de una elevada incertidumbre en la que no desaparecen las expectativas de devaluación del horizonte. Un claro ejemplo de cómo operan los mecanismos de inercia lo constituyen las paritarias.
- Fuerte distorsión de precios relativos. Como consecuencia del punto anterior, sumado a decisiones de política económica que se fueron tomando, formal o informalmente los precios van ajustando a distintas velocidades y pautas, lo que va dando lugar a un fuerte desalineamiento de precios relativos. Esta elevada distorsión de precios relativos en un entorno de elevados registros mensuales de inflación conduce a que un sector que no ajusta precios este mes quede rezagado y busque corregir los meses siguientes, y así con cada uno en una carrera que fortalece la persistencia del fenómeno.
- Crawling peg más acelerado y ajuste en tarifas y otros servicios regulados. Procurando reducir algunas de estas distorsiones -al mismo tiempo de contribuir al cumplimiento del acuerdo con el FMI-, el Gobierno (vía el Banco Central) viene convalidando un mayor ritmo para el crawling peg del tipo de cambio oficial (que sigue siendo el más relevante para el comercio exterior), el cual se mueve por encima del 6,5% mensual a fin de frenar la pérdida de competitividad cambiaria. Esta medida contribuye a cristalizar un piso más elevado para la inflación. Sumado a esto, los próximos meses estarán signados por los aumentos pendientes en tarifas de servicios públicos que llevará adelante el Gobierno en su objetivo de reducir la cuenta de subsidios económicos (principalmente, energéticos), a lo que se sumarán autorizaciones para aumentos de otros servicios regulados (prepagas, combustibles).
- Restricciones a las importaciones y brecha cambiaria. En este marco, la ampliación y endurecimiento de las restricciones a las importaciones que se inició a finales de junio y se reforzó recientemente, genera incertidumbre sobre los costos de reposición de la mercadería y/o la necesidad de acudir a dólares propios para financiar el abastecimiento de bienes e insumos, conduciendo a que una mayor proporción de las importaciones comience a ser valuada a los dólares alternativos. Asimismo, pueden generar presiones sobre los precios producto de una menor oferta disponible en el mercado.
"Por otra parte, si bien los acuerdos de precios enmarcados dentro de Precios Justos (consumo masivo, combustibles líquidos, algún compromiso en bienes de uso difundido) podrían contribuir a reducir a moderar el pulso inflacionario en el corto plazo, a lo largo del periodo del acuerdo las empresas participantes seguirán conviviendo con este conjunto de presiones, lo cual genera interrogantes sobre las decisiones de precios que pueden llegar a tomar las firmas una vez finalizado el lapso del acuerdo", agregó Ecolatina.
"En conjunto, todos los factores mencionados contribuyen a un escenario nominal no sólo más elevado que el de los años recientes, sino también más inestable, haciendo que cualquier shock adicional (sequía, corrección cambiaria abrupta) se traslade más rápidamente a los precios. Asimismo, dejan como resultado una dinámica difícil de desarmar en el corto plazo apelando a medidas graduales y parciales, tornándose necesaria la adopción de un robusto plan de estabilización técnicamente sólido, creíble para los agentes económicos y con amplio respaldo político", concluyó la consultora.
Por su parte, Martín Calveira (IAE), en un informe publicado por Cohen, afirma que "el mayor nivel de la inflación mensual se sostiene desde el segundo semestre del año exponiendo la ineficacia de la política económica ante la ausencia de un programa de estabilización y coordinación macroeconómica. En efecto, las expectativas inflacionarias se impulsan ante esa coyuntura".
- "Las consecuencias principales de un régimen ascendente de inflación crónica indefectiblemente reconfiguran decisiones de precios al alza lo cual expande las posibilidades de crecimiento de la dinámica de precios. Las diversas causales de este panorama se centran en la falta de coordinación sobre el curso a seguir y de resultados en materia de política económica", dijo Calveira.
- Frente a una inflación interanual de 88%, inflación promedio mensual de 6% y expectativas inflacionarias que se sitúan cercanas a 100% será determinante, dice el economista, "afectar el curso de las expectativas mediante un programa macroeconómico de integral de estabilización con metas mensuales alcanzables, de producción y reasignación de erogaciones fiscales".
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La inflación de alimentos agudiza el riesgo de problemas de acceso a una dieta saludable, inseguridad alimentaria y hambre
Según un informe de la CEPAL, FAO y WFP, la inflación de alimentos aumenta el riesgo de problemas de acceso a una dieta saludable, inseguridad alimentaria y hambre pues afecta más a los hogares de menores ingresos.
Asimismo, el estudio indica que reforzar el papel activo que los sistemas de protección social, incluyendo a los programas nacionales de alimentación escolar, desempeñaron durante la fase más crítica de la pandemia es una necesidad para evitar que los segmentos más vulnerables de la población, como niños y ancianos, se vean irreversiblemente afectados por el alza de precios de los alimentos.
"En un escenario regional donde la pobreza multidimensional está cada vez más vinculada a la inseguridad alimentaria y nutricional y donde diferentes crisis se están sumando a inequidades estructurales profundas, los sistemas de protección social, incluyendo a la alimentación escolar, juegan un papel fundamental en mitigar la vulnerabilidad de las personas antes, durante y después de las crisis", indicó Lola Castro, Directora Regional del WFP para América Latina y el Caribe.
Garantizar también el acceso de los pequeños productores a los fertilizantes y biofertilizantes es una medida necesaria y válida si se focaliza en los productores que más lo necesitan y se condiciona a la mejora de la eficiencia en el uso de estos insumos y de la sostenibilidad de la actividad agropecuaria.