Las personas solemos pensar que no va a pasar nada. Y luego las cosas pasan y nos damos cuenta, tarde, que hubiese sido mejor estar preparado. Solemos tener un sesgo de sobreconfianza. Creemos que las cosas nos salen mejor de lo que realmente nos salen.
Según estadísticas, el 95% de los conductores cree que maneja mejor que la media. No importan lo “improbable” que parezca un riesgo, si no lo tenemos en nuestro mapa de riesgo no lo tenemos monitoreado. Y cuando ocurra no vamos a estar preparados.