"Esto es solo un partido de fútbol, es difícil hacerle entender a la gente que mañana sale el sol ganes o pierdas", dijo, con tranquilidad, el DT de la selección argentina, Lionel Scaloni, apenas había terminado el segundo partido del combinado nacional en el Mundial Qatar 2022. La reflexión llegaba tras el desahogo de millones de hinchas que, con la victoria por 2 a 0 frente a México vieron renacer sus esperanzas de conseguir la Copa después 36 años.

Estas declaraciones, además, son un ejemplo del modelo de liderazgo ejercido desde el momento que se hizo cargo de la selección. Sin estridencias, con mesura y, sobre todo, mucho trabajo diario para que sus dirigidos se convirtieran en un verdadero equipo, en el que las piezas se pueden reemplazar, de ser necesario, para mejorar su funcionamiento y conseguir levantar la Copa.

"Scaloni es un muy buen ejemplo del nuevo modelo de liderazgo que se necesita en la actualidad, que requiere, sobre todo, de una alta inteligencia emocional. Con organizaciones que operan en un mundo incierto y de constante cambio, se vuelve fundamental que sus cabezas logren mantener la calma en la adversidad", señala Paula Molinari, presidente de Gruppo Whalecom y profesora de la Escuela de Negocios de la UTDT.

La especialista agrega que otra de las características novedosas que se dejaron ver a lo largo de los siete partidos que disputó la Argentina en la Copa del Mundo fue una estructura más chata en el plano de las jerarquías. En ese sentido, el DT se comportaba como uno más dentro del equipo. Al igual que en las empresas más modernas en los que la pirámide organizacional se achata, aquí se veía al técnico un rol clave, pero que no deja de ser una pieza más dentro del engranaje de la selección.

EMPATÍA

"No hay que olvidarse de que Scaloni se hizo cargo en un momento muy complicado y sin tener experiencia previa. Sin embargo, al haber sido él mismo integrante de la selección, sabía lo que vivía un un jugador en circunstancias con las que atravesaba el combinado nacional en ese momento. Esa empatía es crítica cuando se pasa por situaciones de alta volatilidad o presión. Un líder que no es cercano tiene más posibilidades de fallar en momentos críticos", aporta Juan Pablo Simón Padrós, Leadership Consultant de Spencer Stuart.

Otro acierto, señala Simón Padrós, fue conformar un equipo directivo con Pablo Aimar, Walter Samuel y Rubén Ayala, con el que pudo identificar el talento joven, que hasta entonces no había sido tenido en cuenta. Eso permitió la aparición de nombres como Enzo Fernández, Alexis Mac Allister o Julián Álvarez, que fueron figuras destacadas en el torneo.

TALENTO JOVEN

"El equipo directivo tuvo una muy buena planificación para identificar el talento que estaba por debajo de la superficie. Esto es algo fundamental para las organizaciones, porque no necesariamente los que hoy tienen las responsabilidades más importantes son los que las tendrán en el futuro. El mundo nos dio sobrados ejemplos de liderazgos que tienen que cambiar de un día para el otro y tener el talento necesario es clave para el éxito", dice.

Patricio Fay, profesor y director del área de Comportamiento Organizacional del IAE Business School, destaca cuatro aspectos del liderazgo de Scaloni que son claves para cualquier compañía: confianza, buen manejo del conflicto, compromiso y un adecuado manejo de las emociones. Todas estas cualidades permiten que el equipo funcione y que se obtengan resultados que son mayores al aporte individual de sus integrantes.

"Nadie duda de que Lionel Messi es extraordinario, pero los demás jugadores son comparables a otros. Pero dan más porque funcionan como equipo", agrega.

CAMBIAR A TIEMPO

En opinión de Ezequiel Palacios, socio de Glue Executive Search, saber cambiar a tiempo permitió lograr el éxito que le era esquivo a la Argentina desde hacía 36 años. Un líder, explica, tiene que poder reemplazar las piezas que no están funcionando y lograr que quien sale se siga sintiendo parte del equipo.

"Es importante priorizar momentos y performances. Lautaro Martínez es el goleador de este ciclo, pero se le cerró el arco en el torneo y en su lugar entró Julián Álvarez. Sin embargo, no hubo demostraciones de frustración ni de ego por parte del primero. Eso solo lo genera un liderazgo fuera de lo común", cierra.