Por Kalena de Velado
Asistí a la presentación virtual desde la Argentina de los resultados de una investigación en 10 países de Latinoamérica, incluyendo El Salvador, con trabajadores mayoritariamente entre 18 y 26 años, centennial o Gen Z; y los millennial, de entre 27 y 31 años. La idea era conocer sus motivaciones para saber por qué eligen una empresa, de tal manera que sean más efectivos los esfuerzos de las organizaciones para atraer y retener aquel talento comprometido en la resolución creativa de los retos que plantea el mundo de los negocios tras la pandemia.
La primera sorpresa fueron las tres razones más influyentes al preferir y durar en un empleo, indistintamente del género y la edad, de la muestra con 4,171 encuestados de 11 países (incluyendo El Salvador). Lo primero que los jóvenes evalúan es si se les permite integrar trabajo y familia. Luego analizan que haya un buen ambiente laboral (aquí entra en juego la publicidad boca a boca, es decir, lo que dicen los que ya están allí); y, en tercer lugar, la posibilidad de sentirse realizado y con propósito en el trabajo que harían. Aquí pueden buscar el nombre del informe regional completo: "Encuesta Expectativas de las nuevas generaciones". Realizado entre abril-agosto/octubre de 2022. Bajo la coordinación de la Dra. Patricia Debeljuh, de CONFyE, y el Dr. Reynaldo Rivera, ambos del IAE, Escuela de Negocios de la Universidad Austral, Argentina. En El Salvador lo llevó a cabo la fundación EMPREPAS.
Otro dato interesante es el descubrimiento de que la disposición a cuidar a los padres ancianos o enfermos resultó mayor entre los más chicos de la muestra, la Gen Z, entre 18 y 26 años. Igualmente, este grupo está dispuesto a compartir 50 % las tareas domésticas en pareja además de cuidar y educar equitativamente de los niños cuando formen un matrimonio y familia juntos.
Me da gusto que los futuros esposos y padres piensen que vale la pena cuidar juntos a los niños, pues ahora tiene mayores desafíos ser padres de familia por lo que la meta de querer dar una mejor crianza les permitirá que sean felices y buenas personas tanto la prole como ellos. Me recordé de la película del Rey León que puso de moda hace años el término "Hakuna Matata" (expresión que en suajili significa no hay problema), para referirse a que es preciso que la niñez sea sin preocupaciones...
Esto significa corresponsabilidad, cooperación y complementariedad en el cuidado de los infantes asumiendo una cultura que facilite el balance de vida, trabajo y la familia, no solo de parte de la mujer y los jóvenes, sino también desde la dirección empresarial y del Estado. Albert Einstein dijo que "la palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices". ¿Por dónde empezamos a prevenir hoy para que dentro de 20 años tengamos hogares sólidos y familias sanas? Porque parece que la gente joven no quiere tener hijos porque El Salvador ya tiene un índice de fecundidad inferior a 2.1 por mujer (fecundidad de reemplazo), lo que supone que no se garantiza una pirámide de población estable.
Por otro lado, es preocupante que la crisis económica mundial e incertidumbre hace que los salvadoreños quieran emigrar, según datos del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).
La familia es el ente educador de ciudadanía y humanismo por excelencia al ser el núcleo básico de la sociedad. Cualquier fenómeno que ocurre a la institución familiar tiene consecuencias a corto, medio o largo plazo en el progreso y felicidad de sus integrantes y de la sociedad en su conjunto. Gary Becker, Premio Nobel de Economía, decía que la familia es la red que sostiene a las personas desempleadas y cuando pasan dificultades de cualquier índole.
Concluyo con el comentario de un joven: "Una empresa perfecta para mí sería aquella en la que pueda desarrollarme profesionalmente tanto como personalmente. Y que se respeten los horarios de trabajo, así se puede equilibrar vida personal con vida laboral".