La economía sorprendentemente no está aún en recesión, aunque se insinúa por las tensiones en las cadenas de suministros asociadas a la restricción de dólares.

La crisis está al acecho y podría desatarse con virulencia.

Hay restricción externa severa y, otro tanto, en pesos. Es una doble Nelson que incomoda. El cepo no se pude levantar en estas circunstancias, pero a la vez es perjudicial para el sistema productivo. La llegada de Sergio Massa no ha sido decisiva, le falta equipo técnico.

Cristina Kirchner, como una gran hermana, traba medidas lógicas, como la devaluación en un contexto de dólar oficial retrasado.

La confianza en el gobierno es muy baja; por lo tanto, sería poco probable encarar algo sustantivo que lleve una dosis de ajuste y de reformas.

Son tiempos para ir surfeando, Por Eduardo Fracchia* pero no para encarar objetivos valiosos.

El gobierno está muy frágil, dados el desgobierno y la falta de claridad en las medidas adoptadas.

La oposición está parcialmente fragmentada y puede ocurrir que haya rivalidad en las elecciones, en particular si Massa hace un papel regular o bueno porque esto lo va a potenciar, dada su vocación ambiciosa por el premio mayor.

El retraso en las tarifas se está encarando parcialmente y con cierto ajuste que se quiere disimular de manera razonable en términos políticos. El tema productividad es relevante y está con problemas hace tiempo. Influye en los bajos niveles de inversión que condicionan el crecimiento futuro.

En cuanto al escenario fiscal, tenemos números preocupantes que se han conversado con el Fondo, que sigue muy permeable. Se ha disparado el gasto público últimamente, hay que ver si el congelamiento de vacantes llega a buen término en lo relativo a una disminución porcentual del gasto público.

En el plano de las negociaciones sectoriales, se destacan las conversaciones con la Mesa de Enlace, que derivaron en el llamado Dólar soja, cuyo objetivo es mejorar el dólar para facilitar la liquidación de granos y así engrosar las reservas del Banco Central.

En este escenario, Massa domina la escena política en esa suerte de luna de miel y activismo. ¿Será piloto de tormentas preparando su sueño mayor, la presidencia? o ¿dilapidará su capital político como ocurrió con Domingo Cavallo o Ricardo López Murphy? Ambos se quemaron en 2001, aunque López Murphy de manera parcial.

*Director del área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral

Las inconsistencias de la demanda contínua de expansiones fiscales pueden modificarse mediante reformas estructurales.