Leandro Gabin | Martín Calveira *
El Gobierno finalmente oficializó el denominado "dólar Qatar", eufemismo para hablar del tipo de cambio al cual acceden los argentinos que salen al exterior.
Como se venía hablando, para los consumos en dólares con tarjetas de crédito y débito superiores a US$ 300 mensuales, pasajes al exterior y paquetes turísticos se estableció una percepción adicional a cuenta de bienes personales del 25%.
Así, considerando un tipo de cambio Banco Nación de $150, el Impuesto PAIS (30%), la percepción a cuenta de ganancias y bienes personales (45%) más la nueva percepción a cuenta de bienes personales (25%) el valor de la operación por dólar es de $ 300.
También Economía aplicó otro desdoblamiento de facto para los bienes "de lujo" también a $300 y para los recitales a $195. La pregunta del millón es si el nuevo piso que Sergio Massa y Gabriel Rubinstein le ponen al dólar no impactará en el blue, que venía adormecido y en baja luego de haber tocado precios de pánico cuando renunció Martín Guzmán.
El billete en el circuito informal cerró el martes en $280 y el dólar Bolsa $290. Redoblar el cepo, que es precisamente lo que acaba de hacer el equipo económico, tiene históricamente una consecuencia clara: aumento de la brecha cambiaria.
"Ambas alternativas (dólar Qatar y dólar para traer recitales), contrariamente a la promoción fiscal de las exportaciones vía mejor acceso a las divisas, implican mayores distorsiones en el acceso al mercado de cambios. No obstante, en el contexto actual de desequilibrios macro, inflación y alto nivel de incertidumbre, estas medidas son insuficientes si el objetivo es tratar de estabilizar el mercado de cambios", dice Martín Calveira, economista investigador del IAE Business School.
El Gobierno se la juega con las pocas herramientas que tiene y cree que esta vez podría ser diferente en términos del impacto en la brecha porque se están haciendo otros "deberes" como el ajuste fiscal, la quita de subsidios y se intentan conseguir dólares con los multilaterales. Se verá.
"Por lo general cuando metés más cepo los dólares alternativos reaccionan al alza. Al menos debería ir a $300 como es el nuevo piso. Este no es un Gobierno que genere confianza ni sus políticas son para aplacar al mercado cambiario, más bien se lee como otro parche para cuidar los pocos dólares que tienen", explicaban desde la mesa de dinero de un banco privado.
“Massa tiene como objetivo llegar, no se le puede pedir más. No son medidas de un ministro de un Gobierno entrante, sino todo lo contrario. Están viendo cómo llegan al final del mandato. Apostaría a que el dólar, como mínimo, se tiene que ir a $300”, conjeturó el financista.
Los últimos datos del balance cambiario muestran que el déficit por turismo se mantiene por encima de los US$ 750 millones, registrando máximos desde 2018, con una demanda que probablemente se incremente hacia fin de año, y el precisamente lo que detonó la medida.
En la presentación oficial de la AFIP (quien distribuyó cómo quedan las nuevas percepciones) se hablaba de que "existe un elevado nivel de concentración del consumo con tarjetas en dólares". Y decía que, considerando como mes promedio los consumos de agosto, 2,8 millón de personas -que equivale al 93% del total de consumidores con tarjetas en dólares- gastó US$ 60 millones, el 19% del total de consumos. Por otro lado, 200.000 personas -el 7% del total- gastó US$ 263 millones, el 81% del total de gasto en dólares con tarjetas.
Massa y Rubinstein, entonces, van por el "mal menor". Creen que peor hubiera sido que siguieran yéndose los dólares del BCRA en medio de las negociaciones que ambos funcionarios tendrán en Estados Unidos en medio de la asamblea del FMI y el Banco Mundial.
La situación de las reservas es crítica. El país logró que el FMI le redujera el target de reservas netas para fin de año en US$ 800 millones (a US$ 5.000 millones), algo más viable pero que necesitará que de ahora y hasta fin de año puedan comprar billetes verdes. No será sencillo. De hecho, en los últimos días el BCRA tuvo que vender entre US$ 30 y 50 millones en el mercado de cambios.
Delphos Investment afirmó que hacia adelante la situación no está controlada. "Luego de la lluvia de dólares durante septiembre por el dólar soja, la sequía volvió al mercado de cambios. Era esperable que el adelanto de las liquidaciones de soja en septiembre deprima la oferta en los próximos meses y obligue al Banco Central a realizar ventas para equilibrar el mercado oficial de cambios", remarcó.
*Economista e investigador, IAE Business School.