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El DIA

La economía, a merced de la inflación, da señales de un enfriamiento

La inflación impacta en la economía y alimenta la posibilidad de un estancamiento a futuro
Publicado jueves 26 de mayo de 2022

Por: NATALIA KIDD Columnista de EFE

La economía de Argentina desaceleró su ritmo de recuperación en marzo pasado, cuando la inflación se disparó en el país, alimentando los temores de un estancamiento económico en los próximos meses.

Según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de actividad económica -un indicador que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del producto interno bruto (PIB)- logró acumular en los primeros tres meses del año un alza del 6,1 por ciento.

Sin embargo, tras el buen desempeño mostrado en febrero último, los datos de marzo no resultaron tan destacados y dejan ver un atisbo de enfriamiento en la actividad.

El índice anotó en el tercer mes del año una subida interanual del 4,8 por ciento, mostrando una fuerte desaceleración respecto al ritmo de crecimiento interanual que se había registrando en febrero último (8,5 por ciento).

Además, la actividad económica se contrajo 0,7 por ciento, en comparación con el segundo mes del año, luego de que la economía lograra crecer 1,2 por ciento en febrero.

AMINORANDO EL PASO

Según fuentes oficiales, la actividad superó en marzo, por noveno mes consecutivo, el nivel “precovid” de febrero de 2020, ubicándose 5,1 por ciento por encima de aquel mes, y se situó 3,3 por ciento por debajo del máximo registrado en noviembre de 2017.

De acuerdo con el informe del Indec, los sectores que más crecieron en marzo en términos interanuales fueron el de hoteles y restaurantes (33,1 por ciento) y transporte y comunicaciones (12,7 por ciento), impulsados por la actividad turística en Semana Santa, y minas y canteras, con un alza del 12,1 por ciento, que se explica en gran medida por la fuerte actividad en la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta.

El único sector que cayó fue el agropecuario (-5,5 por ciento), una actividad clave en Argentina.

Pero, si bien el resto de los 16 sectores que conforman el indicador lograron mejoras en términos interanuales, la tasa de expansión fue bastante menor a la de febrero en casi todos los segmentos, dando señales de desaceleración.

Según Martín Calveira, investigador del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, si bien la actividad tuvo un desempeño positivo en los primeros meses del año, “el alto nivel de incertidumbre del mercado respecto a la gestión económica, los futuros ajustes de precios relativos y la dominancia política generan complejidades para su sostenimiento”.

¿ESTANCAMIENTO A LA VISTA?

Argentina, que en 2021 logró una recuperación económica del 10,3 por ciento luego de tres años de severa recesión, crecería en 2022 entre el 3,5 por ciento y el 4,5 por ciento, según la proyección incluida en el acuerdo de refinanciación sellado en marzo pasado por el Gobierno de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En tanto, los economistas privados que mensualmente consulta el Banco Central para su encuesta de expectativas pronostican que la economía argentina crecerá este año un 3,5 por ciento, pero hay cálculos bastante menos optimistas que éstos.

Para la consultora LCG, “en la medida en que la inflación continúe en los elevados niveles actuales, deprimiendo salarios y, por tanto, el consumo”, habrá una “desaceleración y caída de la actividad económica concentrada en el segundo y tercer trimestre del año”, con un crecimiento promedio para todo 2022 de apenas el 1,9 por ciento.

El consumo, de hecho, recortó su expansión interanual al 4,8 por ciento en marzo, desde el vigoroso 8 por ciento registrado en febrero, una desaceleración que coincidió con el salto en la inflación del 6,7 por ciento que se dio en el tercer mes del año.

Consumo e inversión

Los expertos advierten que la inflación, que fue del 6 por ciento en abril, no solo afecta al consumo, sino también a la inversión, otro componente fundamental del PIB que, además, se ve condicionado por la incertidumbre que generan las disputas dentro de la coalición gobernante, particularmente respecto de la política económica acordada con el FMI.

“El desacuerdo y las tensiones sobre el curso de la gestión económica exponen al desempeño futuro de la actividad económica a un potencial sesgo contractivo”, advirtió Calveira.

Según el experto, “la evidente falta de cohesión sobre un programa de estabilización macroeconómico que se asocia al ajuste de variables nominales, principalmente en la gestión sobre la inflación, afecta no solo a la gestión sino al éxito del mismo”.

 

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