Frente a un contexto altamente cambiante e incierto, aspectos que se vieron acentuados por la pandemia del COVID-19; resulta fundamental en el ámbito empresarial, que el directivo de hoy mantenga siempre una actitud de aprendizaje, de estar abierto al aporte de otros, sin importar de donde vengan.
Y esta es una cualidad que cuesta mucho obtener. Afortunadamente, para nosotros, existen ejemplos de este aprendizaje continuo en el universo de las empresas. El ecosistema emprendedor es un excelente ejemplo de ello. Existe en él un esquema de apoyo a emprendedores desde Fundaciones como Endeavor, que seleccionan a emprendedores de alto potencial y los apoyan estratégicamente en su crecimiento a través de su red de mentores y emprendedores de nivel global, hasta inversores de riesgo como NXTP que trabajan en esa misma línea.
Las empresas de ese ecosistema también están aprendiendo a responder a las demandas sociales, creando nuevos movimientos como el denominado Cebra y del que participan empresas como 10Pines, cuyo fin último no pasa tanto por crecer para transformarse en Unicornios, sino por ser empresas sustentables que generan un impacto positivo en sus clientes, empleados y la sociedad en su conjunto. Esta propuesta, que nace a partir de la iniciativa de 4 emprendedoras estadounidenses, también es tomada por Unicornios como Tiendanube, que asegura que ningún unicornio puede sobrevivir en el largo plazo si no termina transformándose en una Cebra.
Otro ejemplo de aprendizaje tiene que ver con entender que productividad e inclusión laboral son conceptos no sólo compatibles, sino sinérgicos. Trabajar en compatibilizar estos conceptos puede transformarse en un camino para reducir la pobreza. Generar empleo aumentando la productividad de las compañías no puede más que seguir generando empleo genuino y digno para las personas que hoy no pueden acceder al mismo. Debemos entender que esta sinergia es un camino de aprendizaje fundamental para los directivos.
Además, debemos entender el rol del empresario para generar ecosistemas de trabajo colaborativos, en donde la unidad, el diálogo y la integración de las diversas miradas le pueden dar un sentido transformador a la empresa como institución y a los empresarios como generadores de cambios positivos para todos los actores involucrados. En este camino, resulta fundamental que el empresario aprenda a trabajar en conjunto con los sindicatos, las organizaciones sociales y gubernamentales para asegurar un futuro sustentable para las compañías y sus colaboradores.
Finalmente, en entornos de alta incertidumbre en los cuales nadie conoce a ciencia cierta cuál es la solución a los desafíos que enfrentamos, es necesario aprender una modalidad de liderazgo diferente. Los directivos de empresa deben entender al liderazgo como la acción de movilizar a sus equipos de trabajo en pos de un objetivo común. Para que esa movilización tenga el efecto deseado, es clave incluir las miradas de todos los involucrados en un ambiente de trabajo que permita tener conversaciones difíciles, con un nivel de tensión que permita limar asperezas, lograr acuerdos y avanzar en conjunto hacia ese objetivo común.
* Martín Zemborain. Profesor. Director Académico de Alumni y Profesor IAE Business School, Universidad Austral.